miércoles, 7 de octubre de 2015

Tercera parte

CHANGMIN POV




Estamos en el baño, nuestros rostros están sumamente cerca, puedo distinguir las pequeñas motitas un tanto más claras en los iris de Junsu, no sé qué decir, ni siquiera sé si debería hablar, estoy jodidamente caliente, mi polla pulsa de un modo doloroso y sufre por estar restringida por el pantalón. El modo en que Kim se estuvo refregando en mi contra, la forma en que gimió mi nombre cuando a propósito me excedí tocando más de lo debido, fue sencillamente demasiado, no puedo pensar bien, no cuando está jadeante y algo sudoroso frente a mí, no cuando me está pidiendo silenciosamente a gritos que lo folle.



—Esto es tú culpa… —Dije  de pronto. —Si no sales ahora mismo de aquí… voy a….

— ¿Vas a…? —Me presionó mirándome con ojos deseosos y entornados. —Fuiste tú quien me arrastró al baño.

—No debiste dejarme ¡Maldita sea, Junsu! Te estoy dando la oportunidad de irte. —Lo empujé de un modo no muy amable contra la pared, manteniéndolo en el sitio con la fuerza de mis brazos. —Luego no quiero arrepentimientos ni reproches.

—Changmin, no estoy ebrio, ni drogado,  sin embargo… —Apretó sus labios y buscó mi calor corporal, ondulándose en mi contra. —Estoy… ardiendo… ayúdame.



La cadencia con que esas palabras se deslizaron por su lengua, el tono de voz que usó. ¡Imposible contenerme! No dejé que siguiera hablando, incliné mi cabeza para robar un roce de esos labios que tanto me obsesionan y obviamente no quedé satisfecho. ¿Quién podría tener suficiente de Kim Junsu? Repentinamente ya tenía mi cuerpo estrechamente adherido al suyo y mi lengua completamente dentro de su húmeda y calienta cavidad. Mis dedos subieron hasta sus pómulos, presionándole la quijada para hundirme más en él, probablemente lo estoy ahogando un poco pero Junsu no se queja, al contrario, me recibe con ansiedad, cerrando sus dedos con fuerza en mi cabello para que no me aleje. Comencé a escuchar sus quedos e incitantes gemidos perdiéndose en mi cavidad bucal, sólo así fui consciente que mi pelvis se está moviendo por sí sola, refregándose necesitada contra la de mi amigo mientras yo sigo comiéndole la boca, machacando sus suaves labios con la firmeza de los míos. Dejé el acoso a su cavidad bucal únicamente para que ambos pudiéramos respirar y le di la vuelta, repegando su pecho contra la pared bruscamente.



— ¿Qué quieres de mí, Junsu?... ¿Es esto? —Cuestioné refregando toda mi caliente polla entre sus nalgas— ¿Lo es?

— ¡Ahh! Chang… min…

—Esa no es una respuesta, diablos. ¿Sí o no?




Normalmente soy muy tranquilo pero me siento tan exaltado,  fuera de mí…  Estoy perdiendo la cabeza, éste es mi lado sexual que pocas veces demuestro, no siempre se puede ser el chico tierno y comedido,  por lo menos no con Junsu, él hace que ignore a la razón, me convierte en un ser impulsivo, animal, demandante.



—Si… Eso quiero…



Su susurro fue tan bajo que apenas si pude oírlo pero eso es suficiente para mí. Trasladé mis manos a la cintura de su pantalón para desabotonarlo, después baje la cremallera, deslizando esa estorbosa prenda (junto con el bóxer), por sus piernas, hasta las rodillas para que no estorbaran.  Volví a incorporarme  y mojé en mi boca un dedo para colarlo entre esos dos preciosos montes de carne, buscando el fruncido anillo objeto de la obsesión de mi polla, al encontrarlo refregué la yema sobre él y lo penetré poco a poco. Escuché un pequeño sonido de incomodidad, sé bien que ese agujerito tiene más de un año sin ser invadido así que seguramente a Junsu le va a doler esto, tal vez puedo hacérselo más fácil.



—Separa más las piernas.



Ordené dejando de aplastarlo contra el muro, sujetándolo por la cintura e instándolo a que se inclinara.



—Changmin… que…

—Sh.. Confía en mí, deja que te haga sentir bien.



Su voz se escuchó casi temerosa, es tan dulce que no pude evitar besar su nuca antes de volver a arrodillarme en el suelo. Evitando que se pusiera nervioso al notar mis intenciones actué rápido y hundí la boca entre sus nalgas, separando otro poco sus temblorosas piernas con la anchura de mis hombros. Junsu comenzó a gimotear y por un momento creí que me caería encima por la forma en que su cuerpo se estremeció. ¡Mierda! Cada sonido que brota de sus labios es tan sugestivo, sé que soy el primero que le come el culo y eso sólo me excita más.

 Puse específico empeño en lamer y llenar de saliva ese estrecho pasaje, escarbando con mi lengua para dilatarlo con rapidez, si por mi fuera me tomaría más tiempo para probar este peculiar y único sabor pero no puedo, justo ahora estoy pensando con la polla, sólo deseo estar en su interior, seguro será malditamente apretado y acogedor. Definitivamente no hay vuelta atrás, no después de que lo estoy probando de un modo tan íntimo, no después de que lo estoy escuchando entregarse al placer que le proporciono, los sonidos que emite son aún más hermosos e incitantes de lo que mis más retorcidas y enfermas fantasías me permitieron vislumbrar. Simplemente me es imposible ser paciente. Me levanté bruscamente, bajando el cierre mis vaqueros para sacar del boxer mi dolorosamente duro y erecto falo. Por un momento pasó por mi cabeza la idea de follarlo así porque será más cómodo para ambos pero otra parte de mi ansía ver su cada expresión en su rostro, sentir cada uno de sus jadeos contra mi cara, así que le di la vuelta y lo levanté, afirmándolo por el trasero, esperaba que me rodeara con sus torneadas piernas pero únicamente sentí que éstas se sacudieron. Al bajar la vista noté que aún tenía el pantalón en las rodillas. Nuestros ojos se encontraron en ese lapso y él se sonrojó, cerrándolos al instante.



—Junsu… Tienes un culo delicioso…



Hablé sólo por molestarlo y lo conseguí ya que el color en sus pómulos se hizo más profundo y con un pequeño ruidito de total vergüenza e incomodidad, escondió su rostro en mi pecho.



—C…cierra la boca… y quítame el pantalón…



Cómo lo amo. Es tan cambiante e impredecible, a pesar de que puede llegar a ser sumamente tentador y pervertido, gana su dulzura e inocencia. Sonreí, aplastando con mi pie su pantalón, él alzó las piernas y logramos sacar esa prenda con zapatos incluidos. En ese momento por fin sentí sus perfectos muslos aprisionar mi cadera al mismo tiempo que mis brazos se enredaban alrededor de mis hombros. También vi su cabeza moverse y sus carnosos labios volvieron a buscar los míos con ansiedad, besándome de un modo devorador que me robaba el aliento. Eso sólo significa “No pares Changmin, follame”, así que eso haré. Separé sus nalgas con mis manos para tener mejor acceso a su interior pero justo cuando acerqué el glande a su agujero, alguien aporreó con fuerza la puerta, por suerte puse el seguro antes de iniciar todo esto. Nuestras bocas se separaron de golpe y un pequeño hilillo de saliva mojó nuestras barbillas.



— ¡Kim Junsu! Sé que estás ahí, sal ahora mismo.



Maldito sea ese hijo de puta importuno. Junsu se congeló unos segundos en mis brazos, seguro está a punto de caer en cuenta que esto es una locura y me mandará a la mierda.



—Changmin… N-no… duele…



Su cuerpo se agitó y se aferró con más fuerza a mí. De entre todas sus posibles reacciones al saber que su ex está del otro lado de la puerta no creí que sería ésta, él quiere seguir, lo entiendo, mi erección también duele de un modo insoportable pero no podemos continuar, Yoochun está loco, es capaz de tirar el portillo y no puedo exponer así a Junsu. ¡No!



—Sh… Junsu… —Con todo el pesar de mi corazón, solté su culo, instaándolo a bajar las piernas. —No podemos…

—Changmin… Por favor… —Susurró con voz rota sin retirar las piernas de mi cintura a pesar de que tiré de ellas hacía abajo ¿Por qué mierda me lo pone tan difícil? — Por favor…



Me miró fijamente y sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas, simplemente no puedo verlo así, me rompe el corazón. Nunca me ha gustado verlo llorar, aunque no puedo negar que el hecho de que lo haga por necesidad sexual es jodidamente sexy. No sé cuánto tiempo tenemos pero tal vez… pueda masturbarlo hasta que se venga. Mis manos lo tomaron por los muslos y avance con pasos torpes hasta uno de los cubículos, el del fondo. Una vez ahí, solté nuevamente sus muslos.



—Vamos Junsu, hagamos esto rápido, te la voy a jalar…

—No, métemela.

—No hay tiempo.

—Changmin… te deseo, no sé qué vaya a pasar mañana pero hoy te necesito… dentro de mí —Apretó los labios y me observó totalmente decidido. —No me importa si nos descubren y nos vetan de aquí para siempre. nNnca he sentido un ardor tan asfixiante e intenso… así que… Fóllame, maldita sea.



¿Acaso no sabe lo que provoca en mí al hablar así? Un Junsu recatado es tan tentador como un mal hablado. Mierda... ¡No! Debo… resistir, él no está pensando coherentemente, alguien debe tener algo de prudencia aquí. ¿Quién habría dicho que sería yo?



—No tenemos suficiente tiempo ¿Acaso no escuchas que  Yoochun ya está tratando de entrar?

—Si no eres tú, buscaré a alguien más, lo juro.

—Nadie más, Junsu —Me alejé abruptamente para guardar la compostura, al escucharlo estuve a punto de penetrarlo de golpe para demostrarle a quien le pertenece ahora, todo ha cambiado, no lo dejaré ir después de esto. —Seré yo, pero no aquí.



Me agaché para subir el pantalón y el bóxer de mi amigo. Cuando me incorporé, él manipuló mi miembro casi mecánicamente y volvió a guardarlo en mi ropa interior,  después  deslizó hacía arriba la cremallera de mi pantalón, parece tan… tranquilo e indiferente, no es el muchacho que unos segundos antes se derretía entre mis brazos. Siempre actúa así cuando se siente herido o no sabe cómo manejar sus emociones.



—Olvídalo Changmin, ya no quiero —Me miró retador y levantó la barbilla. — No te voy  rogar más, también tengo dignidad.



Lo miré sin entender del todo sus palabras ni su expresión, parece enojado y… avergonzado… ¿Acaso creé  que no quiero poseerlo?



—Junsu…

—No digas algo, me ha quedado claro…



Me dio un empujón para pasar por mi lado pero yo lo aferré del brazo, en ese mismo instante se escuchó el estruendo de la puerta principal de los baños siendo abierta a la fuerza y la odiosa voz de Yoochun llenó la estancia.



— ¡Junsu! ¿Dónde estás?

— ¿Acaso crees que no quiero follarte? —Le gruñí en un susurro a mi amigo— ¿Es eso?

— ¡JUNSU! ¿En qué baño estás?

—Si hubiese sido cualquier otra persona no habrías tenido ningún reparo en follarlo en los baños, sin importar si los descubrían ¿Por qué conmigo fue diferente? ¿Por qué conmigo no te dejaste llevar? ¿Que tengo de malo? ¿¡Por qué mierda todos pasan de mí!?



Lo último lo dijo casi gritando y tiró de su brazo con mayor fiereza por lo que no me quedó de otra más que soltarlo y dejarlo ir, lo que menos deseo es lastimarlo. Con que es eso lo que le molesta. ¡Demonios! Si tan sólo supiera que no puede tratarlo como  los demás porque lo respeto, porque lo amo, me importa lo que otros piensen de él, si por mi fuera le haría el amor en un colchón de plumas. Salí detrás de él casi de inmediato, justo a tiempo para ver cómo  Yoochun lo tenía sujeto por ambos hombros y lo zangoloteaba un poco. Me adelanté para intervenir pero no fue necesario.



— ¡Basta! —Junsu se retorció y lo empujó para liberarse. —No tienes ningún derecho a hablarme de ese modo… Tú no…

— ¿Estás ebrio? —Yoochun está agitado y parece bastante enojado— ¿Por eso me hablas así? ¿Por eso te comportas como un puto cualquiera?



Hubo un silencio sepulcral después de sus palabras. Luego todo ocurrió en cámara lenta,  sentí la necesidad de reventarle el hocico por atreverse a hablarle así a mi potón. Di un paso al enfrente y de repente Yoochun ya estaba cayendo al piso por un fuerte puñetazo que impactó en su rostro, y no, no fue el mío. Parpadeé atónito. No puedo creer que Junsu haya sido capaz de golpearlo.



— ¡Ah! Hijo de…. ¡Me rompiste la nariz!

—Eso fue por todas las veces que me pusiste el cuerno, di que fui considerado. —Junsu apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos. — La próxima vez que te me acerques, te golpearé por haberme dicho puto.



Sin ningún remordimiento o atisbo de arrepentimiento, Kim se puso los zapatos y salió de los baños, por supuesto lo seguí, dejando en el piso a un sangrante y llorica Yoochun. No morirá por ese golpe pero le dolerá un huevo y la mitad de otro cuando le acomoden el tabique, obviamente lo tiene merecido. Observé a Junsu caminar entre las parejas de la pista, abriéndose paso bruscamente, a pesar de la situación no puedo dejar de admirar su pequeña cintura y su hermoso y gran trasero que hace poco estuvo contra mi boca, mi nariz. ¡Joder! Muero por enterrar la polla ahí. Él aún no me dirige la palabra, tal vez es porque seguro no se escuchará nada por la música. Tomó la botella de la mesa y fue hacía la salida, yo aún voy detrás de él, como un perro faldero falto de afecto.



—Deja de seguirme… O juro que te haré lo mismo que a él.



Dijo en un gruñido cuando el aire frío de la noche azotó nuestros rostros. Justo ahora seguramente es capaz de hacerlo, aun así no lo dejaré ir, sé que todavía está deseoso, ardiendo  por mi tanto como yo por él. Esta noche haré que se retuerza sobre la cama y grite mi nombre, no pensaré en el mañana, por ahora.



—Puedes intentarlo, no soy tan lento.

—Puedes tener fuerza pero mis reflejos son más rápidos, Shim.



Se dio la vuelta bruscamente pero antes de que intentara lanzarme un golpe, lo arrinconé contra la pared más cercana, apretando sus brazos con mis manos y sus piernas con la fuerza de las mías.



—A veces la fuerza lo es todo, Kim.



Su expresión cambio y sus ojos dejaron de chispear con furia, es obvio lo que está pensando, por muy enojado que esté, es más fuerte el deseo que lo consume, por mí, sólo por mí.



—Jódete Changmin, déjame en paz. Estoy cansado, quiero ir a casa.

—Está bien... —Decidí hacerle creer que acepto su decisión y me alejé de él. —Por lo menos déjame llevarte ¿O traes tu coche?

—No, no lo traigo…



Quise sonreír cuando clara decepción pasó por su rostro.



—Entonces deja que te lleve, eres mi mejor amigo y odiaría que algo te pasara.

—Está bien.



El camino en el auto fue silencioso, ni siquiera se me ocurrió poner música pero yo no me siento incómodo, al contrario, estoy expectante. Junsu mira por la ventana, parece ensimismado en sus pensamientos, me gustaría saber qé piensa. Fue hasta que notó que no di vuelta en el retorno de siempre, que volteó a verme con claro desconcierto e inquietud en su mirada.



—Changmin… mmm… mi departamento…

— ¿Si? —Cuestioné con total naturalidad y tranquilidad.

—Pues… no diste vuelta…

—Ah eso, es que no vamos a tu departamento.

— ¿Entonces…?

—Ya lo sabes, conoces este camino de memoria.



Junsu tragó saliva y no agregó más. Volteé a verlo de reojo, en verdad parece que se debate entre quedarse en el asiento o abrir la puerta y saltar aunque el auto esté en movimiento.



—Y... yo… ya te dije que perdiste tu oportunidad…

— ¿Quién dice que quiero follar contigo? —Cuestioné sonriendo socarronamente.

— ¡No me salgas con esas chingaderas! Odio que juegues conmigo, ambos sabemos que eso es lo que quieres, de lo contrario no estaría aquí.



Pero que sexy se pone cuando está enojado, me gustan sus expresiones faciales, el tono enfadado de su voz, el ligero sonrojo que cubre sus mejillas, por eso adoro molestarlo.



—Junsu, ¿Con esa boquita besas a tu madre? —Estacioné el auto en la entrada y después de apagarlo, giré para verlo intensamente, quiero que perciba todo lo que provoca en mí, estas ganas salvajes que tengo de poseerlo. —Pero si, eso quiero…  chingarte, joderte, cogerte, follarte o cualquier sinónimo que se te ocurra, esta noche vas a ser mío, voy a darte tanto placer que me pedirás que pare.



 Mi peliazul amigo me observó con ojos desmesuradamente abiertos y sus labios se movieron nerviosos, me acerqué un poco a él para besarlo pero antes de que lograra juntar nuestros labios, él reculó y salió del automóvil, echando a correr por la banqueta como si el Diablo lo persiguiera. Me tomó un par de segundos reaccionar pero finalmente salí del coche. No lo voy a alcanzar, mis piernas son más largas pero él es tan ágil, por suerte a mí me sobra algo, inteligencia.



— ¡Junsuuuuu! —Grité a todo pulmón. — ¡Si no vuelves en este instante, voy a relatar lo que te hice en el baño… Para que toooodos me escuchen!



Él estaba a punto de dar la vuelta en la cuadra pero al escucharme, se detuvo. Reí divertido y él volteó, casi puedo verlo echando chispas por los ojos a pesar de que está lejos, pero en lugar de volver, me paró el dedo medio (o ese me imaginó que fue) y siguió su camino, aunque no volvió a correr, al contrario, ahora sus pies dan pasos vacilantes. ¿Acaso no me conoce? Soy capaz de eso y más.



— ¡Primero te arrinconé contra una de las paredes del baño y te besé! —Continúe gritando y él comenzó a correr hacía mí, así que grite con menos fuerza pero más rápido. — ¡Luego te di la vuelta, bajé tu pantalón y metí mi boca entre tus… Uhgh!



El airé escapó de mis pulmones cuando su cuerpo impactó con fuerza contra el mío, ambos caímos al piso y jadeé en busca de aire, aunque no es pesado, el modo en que me derribó hizo que se me nublara la vista cuando recibí todo su peso.



—Eres un hijo de puta. —Siseó agitado, golpeando mi pecho con algo de fuerza. — ¡Te odio!



Reí aún sofocado ante su “feroz ataque” y de repente él cubrió mi boca con su mano, viendo hacia arriba.



—Prendieron una luz… cierra la boca…



En ese momento noté que estamos ocultos por los arbustos, así que rodé para aplastar el cuerpo de Junsu bajo el mío, alejando su mano de mi boca.



—Ouu… el pasto me pica la espalda…

—Es tu culpa por traerla descubierta. —No agregaré otra cosa acerca de su vestuario, no pienso dejar que cambie el tema. —Enserio pensaste que te iba a dejar ir después de que metí la lengua en tu..

—Changmin… por favor… no…  no es buena idea…

—Eso debiste pensarlo antes de entregarte a mí de ese modo en el baño, antes de suplicar que te follara.



Evitando que siguiera pensando de más las cosas, hundí mis labios entre los suyos, besándolo con voracidad y cierto salvajismo. Él intentó resistirse por unos segundos pero se rindió con un gemido tembloroso, separando los labios para mí, permitiendo que lo ahogara con mi lengua y mi saliva. Luego ya no estaba retorciéndose para liberarse, sino para frotarse contra mi cuerpo, no conforme con la proximidad, sus  delgados y dedos se deslizaron por mi espalda, apretando mi culo para que mi falo duro se rosara con más fuerza contra el suyo, provocando que jadeos y gemidos ahogados brotaran de ambos. Creí que era yo quien controlaba la situación pero ya no estoy seguro, Junsu tiene poder sobre mí también, sólo el provoca que mi cuerpo se estremezca, sólo él me hace querer darle todo, siempre me ha tenido a sus pies.  Estoy a nada de bajarle el pantalón y hundirme en su cálido interior pero la luz de los vecinos sigue prendida por el escándalo que armé hace un rato, lo que menos deseo es que nos descubran.



—Junsu, espera…

— ¡Joder! No, no de nuevo, eres un…

—Shh…Vamos a mi departamento, no quiero que te entre un aire por el culo, o peor aún, un bicho.



Sin darle tiempo a que continuara reprochando me incorporé, ofreciéndole el brazo para que se levantara, aunque en lugar de soltarlo cuando lo hizo, me incliné para echarlo sobre mi hombro. Junsu rió de un modo en absoluto discreto y terminó por cubrirse la boca, pero es demasiado tarde, mi vecina, la anciana y bastante liberal señora Hyo, bajó la vista, no sé exactamente qué imagen presentamos pero ella no puede juzgarnos, no desde que la escucho casi todos los viernes fornicar con un sujeto diferente, ahora es su turno de pagar.



— ¡Hey! Buenas noches, vecina.



Saludé con un movimiento de mano, sonriendo ampliamente, ella rodó los ojos y con una falsa mirada reprobadora, cerró la ventana. Espero que vaya por los tapones para oídos ¡Lo tiene merecido!  Por su culpa yo empecé a usarlos.
 Ya estando dentro de mi residencia, con el seguro bien puesto, bajé a Junsu de mi hombro, sin siquiera prender las luces. Debido a la escasa luz de la farola que su escabulle entre las persianas cerradas, puedo notar el modo nervioso en que mi acompañante moja su labio inferior con la lengua.



—Mmm ¿Crees que me reconoció?



Cuestionó mi hermoso amigo retrocediendo de manera claramente inconsciente, no sé si le inquieta mi vecina o mi presencia. Ahora si estamos totalmente solos y nada impedirá que lleguemos hasta el final.



—Tu culo es inconfundible…—Susurré acercándome a él lentamente.

—P-pero… mi cabello es diferente y también mi ropa…

—Touche… ahora que lo dices, no creo que identifique a este pecaminoso ser con el dulce ángel que siempre invade mi departamento.



Lo atraje por la cintura y posé mis labios en su hombro derecho, aspirando su delicioso aroma, al mismo tiempo mis dedos recorrían su columna vertebral lentamente. De inmediato sentí sus manos en mi espalda, algo indecisas al principio pero después comenzaron a acariciarme con más confianza, es extraño pero me ponen más los delicados dedos de Junsu recorriendo mi piel sobre la camiseta que una mamada de cualquier otro sujeto. Con los labios, subí por el cuello de mi amigo y él ladeo la cabeza, de modo que nuestras bocas entraron en contacto con un dulce roce, el beso inició con una lenta exploración pero pronto eso no fue suficiente, se intensificó hasta que tuvimos que separarnos para poder respirar.



—Junsu, vamos a mi habitación.



Sin esperar respuesta, lo levanté del suelo y subí presuroso las escaleras. Al llegar a nuestro destino, lo deposité sobre la cama y me deleité con su cuerpo sonrojado y  jadeante, es tan… precioso. En todas las veces que fantaseé con este momento, lo hacíamos lento, lo desnudaba poco a poco, desesperándolo, haciendo que me suplicara por más, lamentablemente lo deseo con una desesperación que me impide ser dulce o ir despacio. De inmediato me lancé sobre su níveo cuerpo, mordiendo, chupando su exquisita piel, sobre todo su cuello y hombros que es lo que está a mí alcance. Al mismo tiempo, tironeé con brusquedad de su ropa, provocando que su chaleco se rasgara y el botón de su pantalón saliera volando.  



—N…no, espera… ¡Me gusta esta vestimenta!

—Te compraré otra muda igual…



La mentira más grande de todas, jamás volverá a vestirse así, no frente a los demás por lo menos.



—P..pero…



Hundí mi boca en su cuello para que dejara de hablar, abarcando con los labios lo más que podía de su blanquecina piel, acto seguido, succioné con fiereza, hasta que logré dejar una notable marca rojiza en ella. Junsu soltó un indefenso lloriqueo y sus manos desesperadas tiraron de mi camisa negra, como era de una tela bastante delgada, no tardó en rasgarse, permitiendo que las uñas de aquel gatito salvaje se hundieran en la piel de mi espalda, causando que todos los vellos de mi cuerpo se pusieran de punta y un gruñido escapara de mi garganta.



—Ah… te compraré otra igual….



Habló con un tono de voz grave, en una clara y pésima imitación mía.



—Cierra la boca, culón.



Volví a sumergirme en su húmeda y suave cavidad bucal, conquistando cada recoveco de ella con mis labios, lengua y dientes, mi intención es marcarlo de todas las maneras posibles, que no pueda besar a alguien más sin recordar los besos voraces y desesperados que ahora compartimos. Me separé un par de centímetros de él, dejándolo con sus labios entreabiertos e hinchados por mi brusquedad al besarlo. ¡Maldita sea! Es tan…



—Eres precioso…



Sus mejillas se tiñeron de ese tierno tono rojizo que tanto me fascina y acumulé saliva en mi boca para dejar que un hilillo corriera de mis labios a su mentón, pensé que tal vez él me miraría con expresión de asco pero en lugar de eso, separó aún más los labios, dejándome ver su rosada lengua, sedienta, y cuando dejé caer mi saliva en su boca, mi ángel la tragó, provocando que mi entrepierna doliera de un modo insoportable por la vista tan erótica que me obsequiaba. Volvimos a besarnos como dos locos, dejando nuestros rostros húmedos por el intercambio de fluidos de una boca a la otra ya que ambos buscamos abarcar lo más que podemos del otro, no sólo nuestros labios. ¿Eso sigue llamándose beso? Lo dudo, sólo sé que es exquisito y yo que siempre me he quejado de mi boca demasiado ancha, en momentos como éste me encantaría tenerla más grande para devorar por completo a mi Junsu.

Por otro lado,  no sólo nuestros labios están frenéticos y descontrolados, también nuestras pelvis no dejan de menearse, restregando nuestras pollas sobre la ropa, gracias a Dios que ninguno tiene mezclilla y podemos sentir perfectamente todo a través del pantalón. Mis movimientos son bruscos y tal vez descoordinados, estoy arremetiendo con tanta fuerza que la cama no deja de crujir bajo nuestro, estoy duro y erecto en exceso, siento en cualquier momento mi falo atravesará la tela para hundirse en el acogedor interior de Kim. En realidad hago esto sólo para desesperarlo, para seguir escuchando esos gruñidos y ruidos desesperados que emite, pero al parecer la paciencia se le ha ido porque con fuerte empujón, intercambió lugares conmigo, sentándose sobre mi exaltado y febril cuerpo.



— ¡Quítate el puto pantalón!



Exigió, y antes de que pudiera moverme, se dio la vuelta y comenzó a bajarlo por mis piernas, inclinándose para retirarlo por completo con todo y bóxer. Tan tentador ese culo que se bambolea casi en mi cara, no pude contenerme, fue por eso que dejé una fuerte nalgada en él antes de deslizar su ajustado pantalón y ropa interior por sus hermosas piernas, pero en lugar de volver a someterlo sobre la cama y follarlo, lo atraje aún más hacía mí, de tal modo que lo obligué a subir sus piernas en mis hombros. ¿Quién podría resistir la tentación de  comerle el culo a Junsu cuando él lo ofrece con ese descaro? Mi lengua de inmediato se lanzó a atacar su estrecho y palpitante ano y me deleité en el agudo grito que brotó de su garganta. Fue durante esos momentos en que clavaba con brutalidad la lengua entre sus nalgas, que ocurrió algo con lo que no contaba, repentinamente sentí algo húmedo y malditamente caliente abarcar más de la mitad de mi polla, literalmente vi las estrellas. Separé mis labios de su bendito pasaje, soltando un gemido tembloroso, al mismo tiempo, de manera inconsciente apreté mis manos en la nívea piel de su cadera, seguramente dejando impresa la marca de mis dedos en ella.



—Jun…su…. Nhmm…



Jamás me había escuchado la voz tan inestable y ronca, jamás me había desestabilizado tanto una mamada. Es que Junsu lo hace de puta madre, sorbe mi polla de tal modo que parece que quiere arrancármela a base de succiones, ni siquiera se tomó el tiempo de lamer tímidamente o ir introduciendo de a  poco mi pene en su cavidad para ver que tanto le cabía. ¡No! La tragó de una sola, estoy seguro que pude sentir su garganta, aún lo hago, cada vez que hunde mi falo entre sus glotones y gruesos labios. No puedo creer que lo haga tan fenomenal a pesar de que su experiencia es nula. Me siento como un jodido adolescente al que se la chupan por primera vez, si continúa así, le llenaré toda la boca con mi leche en pocos segundos, ya siento cómo se me aprietan las bolas y no puedo contener la cantidad de presemen que estoy soltando, es como si estuviera comenzando a correrme ya. ¡No! Joder, Shim Changmin tiene más control, que la maldita experiencia que he ganado desde mi adolescencia sirva de algo ahora. Volví a enterrar la boca en su culo respingón, llenando todo su agujero con mi saliva para dilatarlo lo más pronto posible.

Estuvimos únicamente un par de minutos comiéndonos  mutuamente, fui el primero en no soportar más aquella dulce tortura. Lo empujé a un lado y me cerní sobre su cuerpo, ni siquiera le di tiempo a que se prepara, simplemente le abrí las piernas y me hundí en su interior, forzando sus casi virginales músculos anales con el grosor de mi polla. Ambos gritamos, yo por el paraíso que tiene entre sus piernas, malditamente caliente, algo mojado por mi saliva y el presemen que no deja de escurrir de la cabeza de mi pene, él seguramente por el dolor. Sus uñas rasguñaron descuidadamente mi espalda pero ni siquiera lo sentí, únicamente puedo concentrarme en el infierno sofocante que es su culo, tan… estrecho… exquisito, nunca antes había sentido algo así, en verdad tengo demasiado autocontrol, cualquier otro ya se habría corrido como nunca de sólo entrar.



—P…perdón… Nhm… Su… Yo no… —Mi cadera se mueve por sí sola, a pesar de que intento controlarme ya estoy embistiéndolo con fuerza, arrancándole quejidos y suaves sollozos. —…Puedo… parar.



Lo que menos deseo es mirarlo a los ojos y ver odio en ellos, no lo soportaría, quisiera decir que lo que busco en este momento es su placer, penetrarlo como loco para que pronto el dolor se convierta en delirante éxtasis, pero no, no es por eso que no puedo dejar de hundirme en él, soy un puto egoísta, es por mí, mi placer, se siente tan jodidamente fantástico que no puedo parar. No puedo creer que le haga esto al  hombre que amo, le he dado placer a tantos, siempre procuro que mis amantes disfruten y sin embargo, me veo incapaz de detenerme. Perdóname Junsu, por favor. Juro que después de que  llegue al orgasmo, te daré la mamada de tu vida… Eso si aún me dejas tocarte después de esto.

Tentativamente, sentí sus piernas rodear mi cintura y sus cortas uñas se clavaron en mis omóplatos, sus brazos también me rodean, se aferra a mí,  su lenguaje corporal es claro, casi parece que entiende cómo me siento y trata de decirme que no me odia por esto. Alcé el rostro, la curiosidad es más fuerte que  mi culpabilidad, hay un rastro húmedo en las esquinas de sus ojos, eso me hace sentir tan bestia, sin embargo, su mirada es tan cálida. ¡Carajo! No me mires así, preferiría que me miraras como lo que soy, un animal.

Abruptamente, un sonido diferente escapó de sus labios abultados, no pareció ser un quejido de dolor, definitivamente la vida me ama. Lo miré atentamente y deliberadamente, volví a golpear en el mismo punto, esta vez me deslicé con lentitud fuera de su pasaje pero arremetí con la misma violencia de antes, la mirada de Junsu perdió enfoque y un débil y agudo gemido, brotó de entre sus labios mientras su cuerpo se deshacía en temblores bajo el mío. Acomodé mejor las rodillas sobre el colchón y continué golpeando su interior,  constante, frenético. Pronto los gemidos de mi ángel se transformaron en gritos sin sentido y su cuerpo se sacudía tanto bajo el mío que una que otra vez me salí totalmente de su interior, la humedad de nuestros fluidos combinados tampoco ayuda mucho, aunque esos pequeños incidentes sólo aumentan nuestra desesperación y calentura.

La cama no deja de chirriar, y de nuestras bocas sólo escapaban sonidos extraños, guturales, como si en verdad fuéramos animales. Eso, agregado al sonido de nuestras pieles colisionar  y el olor a sexo de la habitación, nos tiene literalmente flipando, como estúpidos, ni siquiera puedo  enfocarlo bien para deleitarme en sus expresiones de placer. 



—¡Ah! Chang…Min… —Mi amigo exhaló agitadamente y ahogó sus berridos en mi hombro. —Jo..der… s-si…
—Jun… Nghm… Es mejor que… en mis sueños… —Susurré sin ser totalmente consciente de lo que digo. —Eres ex..quisito…



Seguí clavándole mi falo sin contemplaciones, tan profundo que mis bolas golpean sus nalgas, probablemente están de un hipnotizante tono rojizo pero no puedo detenerme a contemplarlas, no cuando únicamente puedo pensar en acelerar el ritmo y la fuerza para lograr correrme en su apretado y ahora mojado interior.



—M-min… Creo que voy a… Ahh…

—Hazlo. —Le exigí cerrando los dedos en su cabellera azul, tirando de ella hacía atrás sin ningún tipo de delicadeza ya que no quiero perderme su expresión cuando se venga. —Córrete para mí, Junsu.



Sus mejillas están totalmente arreboladas y sus labios ligeramente resecos por todos sus gemidos y jadeos. Es… el ser más perfecto y está entre mis brazos... ¡Mío! Sólo tuve que empujar mi polla una vez más dentro de su estrecho culo para que lanzara el cuerpo hacía arriba y gritara de un modo penetrante, comenzando a empaparme el abdomen con su semen, no esperaba que lo hiciera tan pronto, fue tan brutal el modo en que su cuerpo se elevó de la cama que casi terminó sentado sobre mis  piernas, lo único que pude hacer fue sostenerlo por la espalda con ambas manos, y así,  sin siquiera ser totalmente consciente de ello, algo se apretó en mi abdomen al ver su ceño fruncido, sus boca abierta y su ojos totalmente perdidos. Gruñí y embestí con fiereza una última vez contra su pequeño cuerpo, comenzando a llenarle el culo de mi leche. El aire escapó de mis pulmones, mis piernas y brazos temblaron alarmantemente, literalmente siento que el alma se me va del cuerpo y simplemente mi mente se quedó en blanco mientras yo fui transportado a otro universo.




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Por un momento pensé en dejarles el capítulo justo antes del lemon pero no fui capaz, no soy tan mala... ¿Y? ¿Qué les ha parecido?No me lo creerán pero con el 1313 tardé como un mes porque no se me ocurría nada,  hasta que un día llegó la inspiración y me puse a escribir como loca lksjfksdg....
 Creo que cada vez estoy más enferma, andaba releyendo otras escenas de este tipo enmi primer Ff YunJae para inspirarme y me doy miedo ahora (?) Me pregunto que dirían mis padres de su niña si supieran lo que está en mi retorcida mente, por suerte jamás lo sabrán muahahahaha.
La próxima actualización será el viernes o sábado, supongo. Todo depende de que pueda estar sola para corregir y terminar el último capo porque simplemente con personas revoloteando a mi alrededor no me concentro xD De hecho esto lo "corregí" ayer mientras todos dormían jo. Espero que no se me hayan pasado muchos errores.
A todo esto, si sabía que anónimo eres tú Emilia lfkgflg y Yosy ¡Sii! Eso es lo mágico del MinSu —Llora lagrimas de sangre— Me alegra poder transmitirles eso, realmente se me hace una pareja muy pasional, tanto como el YunJae, por eso las amo a ambas aunque de uno u otro modo también YooSu tiene su magia. 
Espero sus comentarios, excelente tarde a todas *-*

15 comentarios:

  1. Soy Emilia, HE MUERTO, HE MUERTO, RESUCITÉ Y ME VOLVÍ A MORIR, ES PERFECTO, LO AMO, ES MARAVILLOSO, ES ASÍ COMO DEBE SER ENTRE ELLOS, POTENTE Y DELIRANTE, ENLOQUECEDOR, LO AMO, TE AMO...Estoy consciente de que iremos a algún lugar en los círculos del purgatorio, pero no me arrepiento...jajajaja

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  2. Ahh no te preocupes. Yo he puesto a mi hermano en un ff y no lo sabe hahahahha.
    Pues simplemente me ha encantado. Cuando inició el apareamiento de estos dos se me elevó la temperatura pero luego se separaron y el lívido menguó xD El último fue calentón. Ya quiero otro capo.

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  3. se le puede meter un soplo o un bicho en el culo asdadasda mori de risa xDDD
    changmin es tan romántico jajajajajaj me encanto el cap esta genial ! que bueno no nos torturaste
    haciéndonos esperar por el lemon *^* deoz alfin follaron y bien duro adada que sera de ellos luego que
    despierten ~~ espero junsu no se escape e,e ! gracias por la actu!! cuídate mucho :)
    esperare el sig con ansias ^^

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  4. omg omg pero que capitulo con un super lemon enserio super wuuaao con el Minsu super calientes desesperados locos por el placer me encanto como lo has relatado minuto a minuto no solo Changmin queria que esto pasará inconscientemente Junsu tambien tenía ganas asi que llego el dia espero que ninguno de los dos se arrepienta bueno Changmin no Po hará pero Junsu aunque estaba bien sobrio pero bueno es mejor que espero el siguiente que pasará que pasará ^^
    Gracias

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  5. Ahhh me encanto!!!! La pasion del capitulo esta a otro nivel...
    Me encanto como lo escribiste...asggkdkd!!!
    Esperare ansiosa la actualización!

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  6. Ohh cielos la tercera es la vencida y Junsu lo comprobó je je je. Wauuu hoy hot hot. Ahhhh. Jajaja. gracias x la actu
    Besos

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  7. bien por Junsu que no se deje de nadie y menos de Yoochun que lo trato mal pero Min si que se a ganado a su nalgon y después de esta noche no creo que lo suelte mas
    Gracias

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  8. omg sun estuvo espectacular el capitulo y el lemon estuvo muy hot¡¡ y no tiene errores muchas gracias por el capitulo ¡¡ <3

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  9. Oh Por !!! ... Oh! Oh! Oh! Oh! Oh! Fue tan jodidamente intenso, caliente. Lo ven? Esta parejita es asdfghjklñ ... No me gusta hacer comparaciones pero con el Yoosu no lei algo asi -al menos, no algo que recuerde- .... Es que Changmin es .... Es tan el! En su modo de hablar, y lo romantico que es con SuSu jajajajaja .... Ahhhh definitivamente Changmin saca el lado salvaje y animal que tiene Su. Me mato como Min le come la preciosura a Su .... Fue sexy! ... Ahhhhh yo juraba que ahi lo hacian en el baño, pero vino a joder Yoochun, aunque esta bien, de esa manera se llevo su merecido y al MinSu se le dio la oportunidad de tener la primera vez Juntos, en un mejor lugar. Enserio eres una pervert! Jajajaja y nosotras tambien! Como lo he disfrutado, ahhhhhhhhh .....me quedo sin palabras! Y ahora? .... Como quedaran? ... uhmmmmmm Changmin revelara con palabras hermosas lo que siente por su poton? .... Que hara Junsu? .... Me como las uñas de la expectativa. Esperare impacientemente la actuuuuu...... Ahhhh quede tan feliz de todo, El lemon riquisimo del MinSu y el tabique roto de la rata, ojala le hubiese cortado un testiculo, por idiota. Muchas muchas Gracias! <3

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  10. MegaGracias, por éste capi, amo el MinSu. Y tu manera de describir es taaaaaaaannn específica que... casi, casi puedo verlo todo. Me encanta!!!
    *Espera próximo Capitulo comiéndose las uñas*
    Actualiza pronto please!!!

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  12. Si tuvisre errores o no, al menos yo ni cuenta me dí al leer esa eensualidad y sexualidad plasmadas en ese lemón tan hot que escribiste.

    Gracias!!!

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  13. Pos ........me muero!!!Fue demasiado intenso el lemon *0* Su comportandose todo facilote para el min todavia no lo supero

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  14. Oh dios!! Pero que intenso o.o Al fin se le cumplió el sueño a Min, aunque Junsu también lo estuvo deseando xD ... Min fue un poco brusco, pero al menos luego se calmo. Me encantó el capítulo, me gusta cuando Min se pone celoso jiji
    Gracias por compartir.

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  15. Wuuuuaaaauuuu!!!! Describiste tan bien ese orgasmo, que creo que hasta yo lo senti.
    Gracias!!!! Eata historia esta de pelos.

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