miércoles, 30 de abril de 2014

Capitulo 2




Jaejoong se despertó cuando escuchó a los monos pasar ruidosamente de un árbol a otro. Se levantó lentamente gruñendo al sentir un pequeño pero insistente malestar en el cuello, y ¡No! No era otro mosquito, tal vez había dormido mal... Por un momento se sintió desorientado pero luego recordó lo del río, Yunho tocándolo, Yunho besándolo con hambre. ¡Oh por dios! No podía ser, no recordaba con claridad todo, probablemente sólo estaba imaginando lo que él deseaba que pasara.

A su lado estaba el aludido que aún dormía, no roncaba pero tenía la boca abierta y los ojos semi abiertos. Algo asustado el rubio se acercó y pasó la mano por el rostro ajeno, las pupilas del mayor no se movieron pero respiraba adecuadamente. Jaejoong sonrió y tocó los labios del otro. Esa manera tan extraña de dormir lo hacía aún más atractivo a sus ojos ya que durmiendo el moreno se veía más humano, no como un dios del sexo que era la impresión que siempre daba.


—Pero ¿Que tenemos aquí? —Susurró tocando el pequeño lunar que Yunho tenía encima de la boca, hasta ese momento que lo veía fijamente había notado su existencia. —La vida es muy injusta. No deberías tener este lunar, ya eras demasiado sexy sin él.


Pasó sus dedos por los mechones castaños en una caricia suave y repitió la acción unos cuantos minutos sin despegar la vista de aquel atractivo rostro, realmente estaba agradecido con el moreno, probablemente se había desmayado en el rio y aún así el mayor había visto por su bienestar. Era lindo tener a alguien cuidándolo, tal vez Yunho sólo lo hacía porque era su trabajo pero aún así Jaejoong apreciaba el gesto.


“No dejaré que nada te suceda” Esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza haciéndolo sonreír como bobo.


— ¿Qué es tan gracioso? —Susurró un soñoliento Yunho mientras se frotaba los ojos.
— ¡Oh! No es nada… —Dijo Jaejoong desviando la vista y alejando su mano del cabello del moreno. —Sólo quería agradecerte lo de ayer.
—Es mi trabajo protegerte.


Yunho gruñó las palabras incomodo, de algún modo prefería al Jaejoong quejumbroso y molesto, éste era más lindo, sexy y peligroso para él. Además esa sonrisa tímida hacía que le dieran ganas de besarlo, de sentir nuevamente el ardor y la total entrega de sus labios, el calor de su delgado y flexible cuerpo pegado al suyo….


—Lo sé guía. —Inmediatamente la expresión del rubio cambió. —Como sea para eso te pago.


El menor se levantó dolido, ya se lo imaginaba pero había sido lindo pensar que el otro hombre realmente se preocupaba por él.


—Jaejoong…
—Voy a buscar mi maleta, necesito unas cosas. ¿Está a salvo cierto?
—Sí, esta por allá pero…
— ¡Bien! —Jaejoong le dio la espalda y se fue dignamente.


Yunho se pasó una mano por el rostro ¡Carajo! Tal vez había sido más grosero de lo que pretendía, pero ¡Se estaba volviendo loco! Ya no se reconocía. Había pasado casi toda la noche velando el sueño del menor, observando las lindas y curiosos muecas que el otro hacía dormido. Era bastante peculiar, al dormir Jae hacía pucheros y expresiones tanto graciosas como tiernas. Y no solo eso, estaba más inquieto que nunca porque había tenido que desnudar al otro hombre para evitar que se enfermera no sin antes notar el enorme tatuaje que tenía en la espalda, era tan jodidamente sexy que no había podido evitar pasar su boca por aquellos trazos.




<<También pasaste la lengua>>




Yunho rió y negó con la cabeza. Maldito felino entrometido. Volviendo a lo otro… Como su pantera era más cálida se había echado al lado del menor, temiendo en todo momento que el otro despertara y viera un enorme animal olisqueándolo (no pudo evitarlo, olía realmente bien) pero por suerte no había sucedido. Una vez que el cuerpo de Jae ya no había tiritado más él había podido cambiar a humano y fue cuando estuvo observándolo de cerca, temía haber inducido al menor  a un sueño más profundo de lo necesario pero tal vez sólo había estado más cansado de lo normal y fue por eso que no se había despertado ni siquiera cuando volvió a vestirlo. Había usado otra ropa de hecho… ¿Se daría cuenta el rubio?

Yunho tomó su cepillo dental de la mochila (Si, había ido a rescatarla en la noche) y mientras se limpiaba los dientes continuó reflexionando…Quería creer que lo que había hecho y lo que había sentido por el menor había sido un comportamiento normal de un guía para con su protegido, pero al despertar escuchando la voz del otro hombre,  sentir aquellos delgados dedos en su boca, en su lunar, en su cabello. ¡Agh! Había tenido que soportar el ardiente contacto, fingir que aún dormía.  Le costó mucho trabajo controlarse para evitar saltar sobre el otro y violarlo ahí  mismo. Odiaba perder el control y la mirada cálida y agradecida de Jae era más de lo que podía soportar. Además, no sólo era eso. No podía enredarse con el rubio a pesar de la atracción… Debía sobreponerse porque si cedía a sus oscuros y profundos anhelos lastimaría al menor… Y a su….




<<Intruso>>




¡Mierda! Había estado tan absorto en sus pensamientos que no había sentido el peligro.



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Jaejoong se había alejado un poco de Yunho, se sentía deprimido y no quería que el otro lo viera así. Se acercó a la orilla del rio y se lavó los dientes. Por suerte había cargado un cepillo en cada maleta. No entendía porque le dolieron tanto las palabras del moreno, no lo conocía. ¡Ni siquiera le agradaba!




<<A otro perro con ese hueso>>
¡Enserio no me agrada voz misteriosa y entrometida de mi cabeza.




Ahora si se le había zafado un tornillo, ni siquiera sabía porque le respondía a la voz imaginaria de su mente. Bajó la vista para acomodarse bien uno de sus zapatos porque… ¡Un momento! Ese no era el pantalón roto que había tenido puesto… ¡Oh! Tampoco tenía la misma playera… ¿Y la ropa interior? Algo nervioso e incomodo estaba a punto de abrirse el pantalón para echar un vistazo cuando…




<<Peligro>>




Observó sus alrededores y captó un movimiento a su derecha, inmediatamente se dio la vuelta justo a tiempo para ver cómo un león aparecía a unos cinco metros de distancia. Se quedó paralizado.

El felino se acercó con pasos sigilosos y cuidadosos en su dirección, tal como un cazador con su presa. Jaejoong tragó saliva mientras sentía que su cuerpo se congelaba y su visión se nublaba un poco ¿Iba a desmayarse? El animal le rugió y Jaejoong gritó. Ahora si iba a morir... Su último pensamiento fue para Yunho. Moriría sin haber saciado su deseo. Su epitafio imaginario diría “Murió cachondo y necesitado… ¡Patético!”

El león saltó y el rubio apretó los ojos esperando sentir dientes filosos despedazando su carne pero en lugar de eso escucho el sonido de dos cuerpos impactando en el aire y luego gruñidos y rugidos. Muerto de miedo echó un vistazo y lo que vio lo hizo jadear aún más asustado. Había ahora dos felinos peleando, el nuevo visitante era una pantera enorme, más que el león… ¡No podía ser! No era como si Jaejoong hubiera sido de los mejores estudiantes pero sabía que al ser variación de leopardo la pantera no podía ser más grande que un león. Era científicamente improbable. El leopardo era un felino pequeño. ¿Por qué esa jodida pantera era más grande que el león?

De un momento a otro sintió que la supervivencia reemplazaba al paralizante temor y corrió lo más rápido que pudo, alejándose de aquellos depredadores y de Yunho. Si iba a ser seguido quería alejar el peligro del otro hombre. Lamentablemente no pudo lograr una distancia significativa, estaba tan asustado que muy pronto le faltó el aliento y las piernas le temblaron de un modo tan intenso que cayó al piso respirando agitadamente. Escuchó una rama crujir y al voltear vio a la enorme pantera surgir de entre los arboles… Esa vez no había recibido ningún aviso de esa voz interior ni de su cuerpo. Probablemente por el pánico y el cansancio.

El felino se acercó pero extrañamente el temor fue reemplazado por cólera. ¡La vida era una perra! Había pensando que tal vez aún no era su momento de morir, que se había salvado...Pero la cruda realidad era que alguien disfrutaba jugando con sus emociones. Peor aún, moriría a manos de una criatura más feroz y peligrosa que la anterior porque era obvio que la pantera había ganado la lucha contra el león y era una maldita mutante.


— ¿Qué esperas gatito? Aquí está tu jodida presa. ¿Por qué no me comes ya y acabamos con esto?


El felino se acercó otro poco, pero no parecía enojado… Ni hambriento… Sólo lo estaba observando... ¿Cómo si estuviera reflexionando acerca de algo? ¡Alto Jaejoong!  ¿Ahora las panteras reflexionan?


—Me estoy volviendo loco ¿Sabes? —Le dijo al animal que obviamente no podía entenderlo. —Primero me siento atraído por un hombre malditamente desesperante, molesto y sexy, luego creo que veo razonamiento en tus ojos… ¡Oh! Tan solo mátame y termina con mi sufrimiento.


En ese momento la pantera gruñó con fuerza y cayendo al piso comenzó a contorsionarse. El rubio observó estupefacto e incrédulo como aquel animal iba convirtiéndose poco a poco en una persona… Y no cualquier persona… Era…Era….




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Yunho jadeó ásperamente mientras el sudor caía por su rostro. Había sido una pelea dura, el león  había resistido más de lo que pensó tomando en cuenta que su fuerza era superior a la de cualquier animal normal. Por otro lado el cambio de felino a persona siempre era difícil porque su pantera buscaba imponerse y encerrar al humano en su interior. Por eso no le gustaba transformarse continuamente. Siempre batallaba arduamente con su animal cuando era momento de volver a ser humano.

Todo había sido culpa de Jaejoong, él mismo en la noche había marcado el sitio donde estaban pero el otro se había alejado más de la cuenta, además también fue por estar pensando en el rubio que sintió tarde la presencia del león. Ni siquiera había podido desvestirse, el cambio fue repentino y brusco debido a que se había llevado un susto de muerte, por poco sintió que no llegaba a tiempo. No sabía que habría hecho en ese caso, no soportaba pensar en el otro herido, mucho menos muerto.

Una vez que recuperó un poco el control levantó la vista y se encontró con el rostro (más pálido de lo normal) de Jae. Pudo ver que tenía intenciones de huir nuevamente así que en un movimiento veloz se acercó a él y como el menor ya estaba en el suelo se cernió sobre su cuerpo.


— ¡Oh diooos! P-porfavor no me comas. —Balbuceó Jaejoong cerrando los ojos y temblando ligeramente.
—Por si no lo has notado… Ahora soy un hombre.
—Lo-lo sé pero… ¡Oh dioos!
—Jaejoong… Si hubiera querido comerte habría aprovechado anoche, cuando estabas inconsciente.
— ¡Me dejaste inconsciente maldito! Ahora lo recuerdo un poco…
—Lo hice. No quería que me vieras cambiar y...
— ¡Pero primero me besaste!
—Tú me besaste, yo sólo roce tus labios.
—Si bueno… —Jaejoong desvió la vista. —…P-pero tú me b-besaste por segunda vez, además estaba asustado y…
—Deja de balbucear. —Dijo Yunho burlón. —La verdad es que…
—No es necesario que digas algo, ya sé que fue solo para distraerme.


Yunho iba a de decir “La verdad es que no pude contenerme” pero era mejor que Jae creyera lo otro.


—T-tú…  ¿Me viste desnudo? Es que n-no tengo la misma ropa y… Bueno…
— ¡Te estás sonrojando! ¿Acaso nunca te había visto otra persona desnudo?
— ¡Por supuesto que sí! Sólo que siempre estoy consciente cuando me ven.


¿Cuántos y cuantas habrían visto a Jaejoong desnudo? Yunho no quería saberlo.


—No abuse de ti si eso es lo que estas insinuando, sólo te quite la ropa mojada.




Y observe de cerca cada parte de tu cuerpo, deseando pasar mi lengua por cada centímetro blanquecino de tu piel… Pero eso jamás lo sabrás.
<<De hecho lo hiciste, por lo menos en la espalda>>
 ¡Calla! No hablo contigo, sólo estoy pensando ¿Ya ni eso puedo hacer sin que te inmiscuyas?



 Yunho observó las expresiones del menor, era raro, parecía que se lo estaba tomando bien.


— ¡Dioos! Dime que me he vuelto loco, dime que aquí hay una rara especie de mosquito que al picarte provoca alucinaciones porque me han picado muchos… Es probable que este triplemente drogado, dime que fue por eso que vi como una pantera se convertía en ti.


El mayor suspiró frustrado, había sido demasiado bueno para ser cierto eso de que Jae se hubiera tomado las cosas con calma.


—Jaejoong… Tranquilo… Respira. —Dijo el moreno mirando fijamente al tembloroso rubio debajo de su cuerpo, habló más lento de lo normal tratando de infundir calma —No fue una alucinación… Yo soy un teriántropo… Bueno, el término coloquial es cambia formas…


Sería estúpido negar lo que el otro había visto, además, lo había seguido con esa intención. Algo lo incitaba a enseñar su verdadera naturaleza ante el menor.


—No… N-no es posible…
—Sí, lo es…
— ¡No!
— ¡Sí! Esto es estúpido… Me viste cambiar.


Jaejoong se removió debajo de Yunho buscando liberarse de su peso pero el moreno se recargó con más fuerza sobre él y tomo sus manos, sujetándolas encima de su cabeza, controlándolo.


—Jaejoong… Escucha.
— ¡No! No quiero escucharte, eres un jodido fenómeno ¡Aléjate de mí!
—Tienes que calmarte y dejar de gritar.
— ¡Gritare todo lo que quiera! —Escupió el menor. — ¡Déjame ir!
—No lo haré, estas muy alterado.
— ¡No entiendo porque! Sólo acabo de descubrir que existen humanos que se transforman en animales. ¿Por qué me pongo histérico?
—Jaejoong…
—Dime… ¿Existen los vampiros? ¿Licántropos? ¿Qué tal el chupacabras?


Yunho se abstuvo de responder y clavó sus ojos en lo del hombre más pequeño, tratando de decirle sin palabras que no le haría daño.


— ¿Qué haces? ¿Acaso también eres mitad serpiente? ¿Buscas hipnotizarme para poder devorarme a gusto?
—No es eso…
—O es acaso que… ¿Quieres mirarme de cerca Yunho? Adelante, soy hermoso y digno de admirar, no como otros que ni siquiera pueden dormir con la boca cerrada… —Dijo Jaejoong con desprecio.
—Un hombre no tiene porque ser hermoso, las princesas rubias como tu pueden serlo. Y si hablamos de hábitos nocturnos tú no estás en mejor posición Dayma —Respondió Yunho sonriendo ladinamente.
— ¡No soy una princesa! Soy…
— ¡Nena! ¡Dayma! —Canturreó infantilmente el mayor, era mejor hacer que el otro se enfadara, odiaba la idea de que Jaejoong le tuviera miedo. — ¿Qué harás? ¿Darme una bofetada por ofenderte?
— ¡Oh! Algo mejor.


Jaejoong lo miró fijamente y acto seguido mordió con fuerza el brazo de Yunho, clavando profundamente los dientes en su piel. Debido a que el mayor no esperaba ese movimiento gritó entre adolorido y conmocionado y aflojó el agarre en las manos ajenas. El menor abrió la mandíbula y lo empujó con fuerza hacía atrás, el moreno cayó liberando al rubio de su peso y éste último como todo ser humano normal con instintos de supervivencia se levantó e intentó alejarse del otro hombre que obviamente estaría furioso después de su ataque y ahora si lo devoraría. ¡Ni siquiera sabía porque lo había mordido! Fue como un impulso de idiotez. Justo cuando se preparó para correr sintió una mano que tiraba de su pantalón con tal ferocidad que lo hizo azotar contra el suelo haciendo que se golpeara la barbilla rudamente y toda su boca se llenara de hojas y pasto.


— ¡Oh!  —Se quejó Jaejoong escupiendo. — ¡Eres un hijo de perra! —Escupió nuevamente.
— Y tú eres un estúpido. ¿Crees que fue buena idea retar a un cambia formas? No soy de piedra, me dolió. Pensándolo bien me está dando algo de hambre… —Habló el moreno en su oído.


Jaejoong volteó el cuerpo para encarar a Yunho. ¡Suficiente! No se dejaría intimidar, si su guía quería devorarlo. ¡Bien por él! Pero no sería una presa fácil y sumisa, el mayor se cernió sobre él nuevamente y el rubio intentó patear su entrepierna.


— ¡Que te den por culo gatito de mierda!


 Yunho esquivó el golpe y le mostró los dientes en una mueca amenazante que a Jaejoong le resultó más bien sexy… Claro que eso lo admitiría cuando se desinflara el trasero de su hermano Junsu.


— Así que la princesa tiene boca de marinero y garras ¿Eh? ¿Acaso te estás proyectando Dayma? ¿Es eso lo que quieres? —Preguntó Yunho burlón.


Sus coléricas miradas hicieron contacto y de un momento a otro todo cambio, la furia dio paso al mismo deseo intenso, inevitable y salvaje que sintieron aquella vez que se conocieron, el mismo que casi los consume en el rio. El color de las pupilas de Yunho cambió a un color dorado igual que las de Jaejoong pero ninguno de ellos percibió esos cambios debido a la intensidad de lo que estaban sintiendo. El moreno colocó una de sus manos en la mandíbula del menor y pasó su boca en una caricia superficial y suave por toda la extensión del cuello del rubio, disfrutaba de su aroma, de su suavidad, del modo en que la piel del otro se erizaba.  Recargó más su peso sobre el cuerpo de Jaejoong y éste lanzó un pequeño gemido lujurioso que el mayor sintió contra sus labios.


—Yunho ah. —Susurró ardientemente mientras se humedecía los labios.
—Di mi nombre otra vez Jaejoong ah… —Ordenó contra la boca del rubio.
—Yu-yunho. —Gimió el menor jadeante.


Sin poder contenerse más el moreno tomó firmemente los mechones suaves y sedosos del cabello de Jaejoong y fundió sus bocas, inmediatamente enterró su lengua dentro de aquella húmeda y deliciosa cavidad absorbiendo el gimoteo enfebrecido del menor, quien amoldo sus piernas alrededor de la cintura de Yunho y le devolvió el beso con furioso ardor. Ambos se retorcieron en el suelo, aferrándose el uno al otro, buscando y exigiendo un contacto más profundo. Sus bocas en ningún momento se separaron, sus lenguas se retorcían frenéticas a veces dentro de lo boca de Jaejoong, otras dentro de la de Yunho. Cuando el rubio logró quedar encima del cuerpo del mayor éste aprovechó para apretar su culo con fuerza haciendo que el menor dejara de besarlo para soltar un lloriqueo excitado. En ese momento la boca del moreno se precipitó y se pego a su cuello, succionando arrebatadamente aquella blanca e inmaculada piel mientras tiraba frenéticamente de la camiseta del rubio. Quería sentir su piel. En respuesta Jaejoong clavó las uñas en los musculosos brazos del otro hombre mientras gemía sin pudor por el doloroso placer que sentía debido a las rítmicas e intensas succiones en su piel. Cambiaron nuevamente de posiciones y esa vez fue la boca del menor la que se pegó al cuello del moreno dejando una marca rojiza y grande en su piel.


—Jae…Joong… —Jadeó ahogadamente Yunho.


El rubio levantó el rostro justo en ese momento y sonrió tentador, provocativo.


—Bésame de nuevo. —Ronroneó atrayendo la cabeza del moreno mientras soltaba bocanadas agitadas contra su boca.


Yunho delineó los labios llenos y tentadores del menor con la lengua y luego penetró su cavidad duramente, follando su boca, excitándose más y más al escuchar los sonidos húmedos que ambos hacían al intentar besarse con más fiereza y profundidad. El mayor aprovechó su posición para embestir el cuerpo del rubio haciendo que el otro se deslizara sobre el suelo con cada empuje de aquel poderoso cuerpo. A su vez Jaejoong colocó las manos sobre la musculosa espalda del moreno, dejando la marca de sus uñas ahí, al igual que en su trasero. Si, Yunho estaba desnudo, con todo el ajetreo anterior eso había pasado a un segundo término, pero en momentos como ese era imposible que pasara desapercibido. Se separaron unos segundos para tomar un poco de aire y volvieron a unir sus bocas, necesitando probar nuevamente el elixir del otro. Se lamieron, se mordieron, se chuparon, se rasguñaron.

En un momento dado el menor enterró sus uñas sobre una herida especialmente profunda en la espalda del mayor y éste gimió adolorido, casi había olvidado que también él león lo había lastimado un poco. Ambos dejaron lo que estaban haciendo inmediatamente, se separaron y se vieron con sorpresa, recelo y tal vez hasta algo de miedo debido a la intensidad de sus acciones. El rubio tampoco tenía playera cuando dejaron de besarse, Yunho se la había arrancado del cuerpo en el proceso. Jaejoong observó horrorizado las marcas que había dejado en el cuello, espalda, brazos y hasta labios del moreno, algunas por sus uñas, otras por su boca. ¡Qué diablos! Él nunca se había considerado agresivo ni apasionado en exceso. ¿Qué mierda le había sucedido?




<<Mmm me gusta, ambos son los indicados…Aunque no estaría mal probar otros>>




Ese no podía ser su subconsciente, él no era tan promiscuo, ni siquiera había estado con un hombre antes y ¿Ahora quería probar otros?


A su vez Yunho observó estupefacto la antes nívea y hermosa piel de rubio ahora llena de chupetones, marca de dientes y hasta uno que otro rasguño. No entendía tampoco que había sucedido. ¿Por qué Jaejoong? ¿Por qué él lograba despertar su lado más salvaje? Ese lado que combinaba al hombre y al animal y que nadie había logrado dejar al descubierto. Justo en ese momento su pantera arañaba con fuerza en su cabeza, estaba inconforme, deseaba volver a los brazos del menor.




<<Quiero, quiero, más>>



Ahí estaba ya su voz, quejándose.




¡Por dios no! ¿Qué te sucede? Debes… No, ¡Debemos calmarnos!
<<Es tuyo, es mía, los quiero>>





Genial, ahora ni siquiera tenía sentido lo que decía. Yunho sabía que el rubio  tenía algunos rasgos femeninos pero no era para tanto.





No es ella, ¡Es él! Olvídalo, no volverá a pasar.
<<Pero…>>
Pero nada, guarda jodido silencio.




Una vez que libró aquella batalla interior Yunho miró al otro hombre, éste continuaba respirando agitado mientras levantaba su brazo para limpiar el rastro de saliva que aún tenía en su boca ¡Carajo! Hasta ese movimiento era jodidamente sensual. Sus pupilas estaban todavía dilatas debido al deseo pero en su mirada había temor, temor a lo desconocido, tal como el que él mismo sentía. Es que simplemente no era normal, lo que estaba sintiendo era algo muy parecido a lo que los mayores le describieron que sentiría cuando encontrara a su otra mitad, a la hembra para su pantera. No tenía sentido. Jaejoong no era un cambia formas o lo habría notado, los hombres sufrían el cambio entre los 20 y 22 años, ni antes ni después, y suponiendo que lo fuera y por alguna extraña razón su felino no hubiera captado la presencia de su inquilino… ¡Tendría en su interior otro macho! ¿Por qué su pantera se emocionaba tanto? ¿Acaso era gay? A lo mejor sufría de una nueva enfermedad felina. ¡Diablos! No sabía que pasaba con él, no tener el control de su cuerpo lo asustaba.


Algo era seguro, ninguno de los dos podría fingir nuevamente que nada había pasado.


—Guía… Estas herido… —Dijo el menor tratando de controlar el deseo casi irrefrenable de  lanzarse sobre otro ¡Joder! Todavía podía sentir el sabor de Yunho en su boca.


El moreno lo miró burlón debido a que el otro insistía en llamarle así a pesar de todo lo que había pasado… Bien, ese juego podrían llevarlo a cabo los dos.


—No es nada… Dayma —Eso sí, no dejaría que cambiara de tema. —También sentiste esto cuando nos conocimos ¿Cierto?
—No sé de qué… —Yunho lo miro reprobadoramente. — ¡Bien! Si, lo sentí…Esto no me gusta.
—Lo sé, a mí tampoco. Tengo… Una pequeña sospecha pero… Aún no estoy seguro…


Si Yunho lo pensaba… Tal vez Jaejoong sí era un cambia formas… Y no solo eso… Si sus sospechas eran ciertas algunas cosas que antes habían pasado desapercibidas tendrían sentido.


—Dime… —Urgió el menor.
—Jaejoong…Tu… ¿Escuchas una voz en tu cabeza?
— ¿Una voz?
—Sí, una voz que te influye de algún modo…
—Bueno… Hasta decirlo es extraño, siento que estoy enloqueciendo pero… Si… Casi siempre la escucho cuando te veo, esa voz quiere que te seduzca que… te toque… —Ambos se miraron con ardor pero desviaron la vista casi inmediatamente. —Y amm… También me avisa del peligro.
—Jae… Ahora… Esto es más importante…La voz que escuchas ¿Es femenina?


Sólo eso tendría sentido. Aún no sabía si era posible pero Yunho reaccionaba a Jaejoong tal y como reaccionaban los hombres cuando una mujer tenía a su hembra a punto de surgir, además las mujeres de su especie tenían su primer cambio entre los 25 y 28 años. Todo concordaba. Era algo ilógico pensar que si Jae era un cambia formas tuviera a una hembra en su interior pero… O era eso o su pantera prefería a los machos.


 —Mmm… Si… Es una mujer la que habla y debo decir que es una descarada libertina. La primera vez que la escuche me dijo algo como “Todos son tan apuestos por aquí, no sería un sacrificio dejar que alguno de ellos me tomara” Claro que lo dijo con otras palabras, quise pensar que sólo era mi subconsciente hablando aunque no sé, yo ni siquiera pensaba en algo como eso.


Yunho apretó los puños inconscientemente, era bien sabido que las hembras de su especie eran promiscuas y si por ellas fueran se meterían con todos los machos que pudieran, eran las mujeres las que debían controlar a su animal. Antes se le hacía gracioso pero con Jaejoong era diferente, no quería pensar en el rubio deseando sexualmente a otro que no fuera él.


—Ok. Entonces mi idea no es tan descabellada. Jae… Creo que tú también eres un cambia formas... —Dijo cuidadosamente.
— ¿Qué? ¡No! ¡No es posible!
—Espera… Hay más…
— ¿Más?
—Sí. Creo que… Lo que está en tu interior es una hembra, no un macho.
—Esto sin duda alguna debe ser una broma. Las cámaras están ocultas ¿Cierto?


Yunho se acercó al menor lentamente con una mirada decidida y penetrante, dejándole un poco el control a su felino. Jaejoong tragó saliva nervioso.




<<Lo deseo>>




—¿Qué dice tu felina Dayma?
—Nada… No escucho nada. —Dijo el rubio poniendo cara de poker.
— ¿Oh enserio?—Yunho lo miro perspicaz. —Mi felino si está hablando, y está diciendo cosas sucias.
—Eso es porque probablemente es un pervertido como tú.
— ¿Como sabes que soy pervertido?
—Solo un presentimiento… —Dijo Jaejoong evasivo.
—Yo podría pensar lo mismo de ti… En un pequeño lapso de tiempo has tocado partes de mi cuerpo jamás antes exploradas.
—Dudo eso. —El rubio se sonrojó violentamente al recordar sus manos sobre el cuerpo del mayor y las de él en el suyo, pero aún así se mantuvo firme. —Seguro estas mas manoseado que fruta en oferta.


Jaejoong deslizó la vista por el cuerpo de Yunho, si, aún continuaba desnudo el descarado.


—Guía… Déjame ver…
— ¿Pero ya estás viendo no? —Dijo el otro inocentemente.
—Tu espalda. —Concluyó Jaejoong frunciendo el sueño. —Pero antes ponte un pantalón.
— ¡Tú te lo pierdes! —Dijo Yunho. —Además no tengo ninguno a la mano, por tu culpa destrocé el mío.
— ¿Por qué por mi culpa?
—Porque no tuve tiempo de quitarme la ropa antes de transformarme para ir a salvar tú lindo trasero.


¡Oh! Yunho había dicho que su trasero era lindo, Jaejoong veía más lindo el de él pero tampoco se lo diría, no ayudaría a hacer más grande su ego.


—Pues ve por uno de tu equipaje.
—Bien, bien… Eso haré... Puedes  mirar si quieres.


Era extraño, el moreno estaba…Coqueteando con él.


Unos minutos después Yunho regreso con las cosas de ambos pero lucía distante e imponente, como siempre. ¿Por qué ese cambio radical? Porque el mayor acababa de recordar que no podía seguir tonteando con Jaejoong aunque disfrutara enormemente, él no era un hombre libre, tenía una novia, casi prometida. ¡Joder! Enserió había intentado mantenerse alejado pero… Jaejoong retándolo, Jaejoong enfadado… No había podido resistirse a él, aunque eso tenía que ser un desliz, no podía permitir que las cosas con el rubio llegaran más lejos.




<<De hecho ya llegaron muy lejos como para que hasta ahora pienses en eso, olvida a tu jodida novia>>
No puedo. Es.. Complicado...




—Toma. —Gruñó Yunho dándole una playera al rubio, él había destrozado la otra.
—Gra-gracias. —Balbuceó Jaejoong colocándola sobre su cuerpo expuesto.


El moreno se dio la vuelta y el menor pudo ver su herida, era como de unos 10 centímetros de largo, parecía poco profunda pero definitivamente no sanaría sola.


—Hay que cocer tu herida. —Susurró Jaejoong algo extrañado por el cambio repentino de Yunho. —Déjame hacerlo… No soy un inútil ¿Sabes? —Agregó enojado ya que el mayor lo vio sorprendido. —Cuando era más joven trabajé en un hospital como auxiliar junto con mi hermano, así que sé lo básico.
—Lo siento, no quería dar a entender eso, pensaba dejar que se curara sola porque no alcanzo mi espalda pero podría…
—Infectarse.
—Exacto, así que te agradecería que me ayudaras.
—Tengo aguja e hilo en mi maleta.
— ¿Pensaste que podrías bordar? —Yunho no podía evitar molestarlo, era realmente divertido ver al otro enojado.
— ¡No! Lo traje porque pensé que podría ser útil. ¿Tienes alcohol?
—Si, en mi mochila.


Jaejoong tomó su playera rota y la humedeció con el alcohol, sin avisarle a Yunho la colocó en su espalda, justo encima de la herida.


— ¡Mierda! Lo hiciste a propósito. —Dijo el moreno apretando los dientes.
— ¿Me crees capaz de algo tan bajo? —Preguntó el menor inocentemente. —Sólo lo hice de este modo porque pensé que sería más rápido, si te tomo por sorpresa es más sencillo para ambos.
—Si claaaro.
—Bueno, voy a empezar me dices si te duele de más para que me detenga.
—No soy una nena Dayma, he resistido a peores cosas.
— ¿Peleas mucho?


Jaejoong empezó su labor en la espalda de Yunho, quería que hablaran para distraerlo.


—No, solo cuando es necesario. A veces hay peleas por el liderazgo.
— ¿Eres el alfa de tu asentamiento? ¿Todos ahí son cambia formas?
—No todos, hay algunos pocos que no pueden transformarse pero aún así son parte de los Balam… Y sí, soy el alfa.
— ¿Balam?
—Así se llama nuestro asentamiento.
— ¡Oh! ¿Hay muchos como tú en otros lugares?
—Como nosotros. —Corrigió Yunho. —No somos muchos pero hay varios asentamientos en el mundo, aunque todos son pequeños porque debemos pasar desapercibidos para los humanos. De hecho como vecinos tenemos un asentamiento de tigres y leones. Ellos se llaman Pangui.


¡Carajo! De nuevo su responsabilidad acosándolo… Boa, la hija consentida del Alfa Lee de Pangui…Cuando estaba con Jaejoong la olvidaba por completo, no tenía cabeza para nada que no fuera él. Eso no estaba bien pero aún podía dar marcha atrás, siempre y cuando se mantuviera alejado del rubio todo saldría bien… Él era un hombre racional. Claro que podía controlarse... Y sólo tenía que pasar otros dos días en su compañía. Todo saldría bien.


—Aún no me acostumbro a pensar que soy un cambia formas… ¿Y todos son tan grandes? —Jaejoong se sonrojó por la otra forma en que podrían interpretarse sus palabras. —Digo… Sus animales… Tu… Como pantera… ¡Eres inmenso!.. Más de lo normal y bueno…
—Entiendo. —Dijo Yunho tratando de no reír y molestar a Jae por sus palabras. —Sí, todos los teriantropos somos mucho más grandes que nuestros semejantes animales… Pero es equitativo, sin importar que tipo de animal somos estamos en igualdad de condiciones con los demás, sean felinos o no. Aunque puede haber variaciones ¿Me explico?
—Sí. Es como la diferencia de estatura entre los humanos ¿No? Claro que no tan marcada, entre sus animales el tamaño es algo más proporcional sin importar la especie.
— ¡Exacto!
— ¿Sabes? Creo que mi abuela sabía de mi verdadera naturaleza… ¡Oh! ¿Eso quiere decir que también mi hermano es un teriantropo?
— ¡Augh! —Gruñó Yunho… —Trata de no alterarte cuando está en juego mi piel.
—Lo siento.
—No lo sé, en las familias no siempre todos los miembros pueden transformarse.
—Mi abuela dijo que era tiempo de que yo viniera a este lugar pero que a mi hermano no le tocaba aún, que debía venir después.
—En ese caso creo si es un cambia formas.
—Alfa…. Ammm…. —Comenzó Jae indeciso.
— ¡Joder dime Yunho! —Gruñó el moreno sin poder contenerse, debería de evitar que la confianza entre ellos creciera pero realmente le molestaba que el menor insistiera en no mencionar su nombre. —Hace sólo unos segundos tuviste mi lengua rosando tus amígdalas, tengo la marca de tus uñas en mi culo y…
— ¡Bien! Ya entendí Yunho. —Susurró el otro y volvió a pinchar con fuerza la piel del mayor como castigo por decir eso. —Oye… S-si tengo en mi interior una hembra… Ammm… ¿Ustedes se casan entre su especie? ¿Cómo funciona eso?
—Sí, lo llamamos emparejamiento.
— ¿E-eso quiere decir que me tengo que emparejar con otro hombre que tenga un macho no?
—Creo que si… Que yo sepa no hay mujeres que tengan machos en su interior, aunque… Tampoco sabía que hombres podían tener hembras. Y otra cosa aún más importante… Podrías estar con una mujer y hacer tu vida normal, todo es tu elección, tu felina no estaría muy contenta pero tú mandas. Claro que si encuentras a tu Yaakunah o Yaakhun dudo que puedas hacer una vida normal con otra persona.
¿Ya-ku-na?
—Así se le llama a nuestra pareja destinada. Yaakunah es la mujer y Yaakhun es el hombre. Todos tenemos una en alguna parte.
— ¿Y-yo también?
—Sí, pero no siempre es fácil encontrarla, podría estar en cualquier parte del mundo. Jaejoong… Nosotros creemos en la reencarnación, así que no sabemos cuántas veces, ni cómo pero tarde o temprano nos encontramos con nuestra pareja predestinada. Eso es un hecho, ya sea en esta vida u otra. Es algo complicado…
—Creo que entiendo un poco… Sin importar en que vida es. ¿Cómo se reconocen? ¿Es posible que en algún momento haya conocido a mi pareja y no supe que era ella o él?
—No sé bien como funciona Jae. —Era un tema peligroso, Yunho se sentía demasiado posesivo con Jaejoong, pero él no podía ser su Yaakhun, por muchas razones lo suyo era imposible. —Como sea no estoy emparejado. —Comentó evasivo.
— ¡Oh! —Dijo el menor curioso—E-entonces esto que hay entre nosotros es normal, no significa que estamos predestinados ¿Verdad?
—Su-supongo que si es normal, como sea tu hembra está despertando, esto podría pasar con cualquier otro hombre.
— ¡Ah!


Jaejoong dudaba que eso fuera verdad, no creía poder desear a otro hombre del mismo modo que a Yunho, pero si el mayor decía que era normal tal vez tenía razón, además, él no lo quería como pareja para toda la vida…. ¿Cierto?


— ¡Listo! He terminado. Pero… Yunho… Quiero saber más ¿Por qué mi hembra es tan promiscua? ¿Qué debo hacer en el cambio? Como…
—Creo que no estás preparado para tantas respuestas. Hagamos algo, cuando volvamos a Balam te presentaré a otras chicas cambia formas, ellas podrán contestar a tus preguntas.
—Bueno… Aunque creo que me odian… Todas me veían feo.
—Eso es porque creen que eres una amenaza para sus hombres, no es nada personal, probablemente era su felina influenciando. Las hembras son bastantes vanidosas, les gusta ser el centro de atención.
— ¡Oh! Eso explica muchas cosas.
—Eres muy bueno Jaejoong. —Yunho se incorporó estirándose. —No me dolió casi nada, cuando alguien de mi equipo ha tenido que atenderme siento cada puntada como si fuera con un taladro.
—Siempre mencionas esa palabra. ¿Cómo que equipo?
—Bueno, al ser alfa tengo un grupo de compañeros y amigos, nos encargamos de proteger Balam y mantener el orden.
— ¿Y cuántos son en tu equipo?
—Somos sólo tres, es un asentamiento pequeño de todos modos.
— ¡Ah! Me gustaría conocer a todos… Quién sabe, igual y alguno de ellos podría ser mi Yaakhun.


El rubio se puso de pie, el comentario lo hizo a propósito, quería provocar algún tipo de reacción en Yunho, le molestaba que a pesar de lo que hace apenas unos minutos había pasado entre ellos él actuara como si eso hubiera sido normal. Tal vez él lo hacía a menudo con otras y otros pero no Jaejoong, para él había sido… Único, aún temblaba al recordar la boca de Yunho sobre la de él, sus manos apretando y recorriendo su cuerpo… 


Yunho quiso ir detrás de Jaejoong, darle la vuelta y tomarlo ahí mismo sólo para demostrarle que le pertenecía a él, a ningún otro.... ¡Alto! El rubio no le pertenecía, eso sólo era cosa de parejas predestinadas y el menor no era la suya, no podía serlo.  Le costó mucho dejar que el otro se alejara pero tuvo que dejarlo ir, no podría ofrecerle nada, tenía una responsabilidad con su gente, y también un compromiso casi definitivo esperándolo a su regreso.



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Así es, empieza el drama. No se porque pero Yunho siempre es el malo de la historia y Jae el sufrido. ¡Ups! Yunho, lo siento. Prometo que un día de estos tú seras el bueno y sufrido. -hace una promesa-

Por otro lado fue muy lindo saber que les gustó el primer capi, gracias por todos sus comentarios, enserio me hacen el día *3* De hecho fue por eso que intenté subir el capi antes. No quiero hacerlas esperar demasiado, intentaré subir el tercero pronto...