Capitulo 5

Jaejoong bajó la mano tanteando el piso… ¡Oh si! Ahí estaba su coctel. Pinchó con el tenedor y sin ver que fruta era se la llevó a la boca. ¡Fresa! Escupió ¡Joder! De ahora en adelante sería su fruta más odiada… Ni siquiera sabía porque la había incluido en el coctel.

<<¿Enserio la vas a odiar sólo porque él te dijo que es su fruta favorita?>>

¡Vuelves a hablarme! Jamás imagine decir esto pero… Me alegra tanto escucharte.

Su felina había estado ignorándolo desde… Bueno… ¿No era necesario decir desde cuando verdad? Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado. Tal vez unos dos días...

<<Si bueno… Estoy aburrida y caliente. Tengo que distraerme con algo, como las estupideces que piensas>>

Ok, merezco eso… Lamento haber sido tan grosero. ¿Y sabes? ¡Tienes razón! ¡Joder! Me gustan las fresas, no dejare de comerlas por ese idiota.

Jaejoong tomó otra fresa del plato y la masticó furiosamente, luego otra, y otra… Hasta que acabó con todas las que restaban en el plato… Iba a ir por más pero su compañera volvió a hablar

<<Eres patético>>

¡Ey! tampoco te pases. Mi arrepentimiento no incluye dejarme insultar por ti todo el tiempo.

<<Es que ¡Mírate! Llevas una semana en esa cama y lo único que has hecho es escuchar música, y cuando la batería se acabó sólo empezaste a mirar el techo y a  tragar como puerco>>

Me conformo con comida pero realmente quiero alcohol y aquí probablemente no hay, peor es nada… ¡UN SEGUNDO! Ha-has dicho… ¿Una semana?

Tocaron la puerta pero Jaejoong no escuchó. Una semana ¿Enserio? No, no podía ser… ¿Cómo había pasado una semana ya? Corrió al espejo y se observó, su tono de piel era nuevamente claro, no se veía desnutrido porque había estado comiendo pero si tenía ojeras bajo sus ojos.

— ¡Aghh nooo! ¡Ojeras no! —Corrió hacía su bolsa. — ¿Dónde está? —Necesitaba untarse a la de ya una crema.

—L-lo siento, sé que no debimos entrar así. —Jaejoong se volteo rápidamente y se encontró con el semblante preocupado de Yoochun… Changmin iba detrás de él—Solo… Veníamos a… No se… Ver si aún estabas vivo.

—Es una lástima que aún lo estés… Ya había cavado la zanja para echar tu cuerpo. —Gruñó Changmin colocándose a un lado de Yoochun.

Jaejoong no pudo evitar tragar un poco. Aún recordaba la escena en la laguna y el castaño con esa mirada lúgubre no lo hacía sentirse tranquilo….

—Tranquilo. —Susurró el pelinegro interpretando adecuadamente la desconfianza en su mirada— Está vacunado…

El castaño le dio un codazo a Yoochun y Jaejoong rió suavemente… Miró a Changmin, en realidad parecía algo divertido por lo que había dicho el otro aunque fingiera lo contrario, además él era bueno juzgando a las personas y su voz interior decía  que el más alto de los tres era una buena persona…

<<Yo digo que hay que tirarnos a ambos>>

Pero tú no eres mi voz interior…. ¡Cállate!

—Toma. —Changmin le aventó una bolsita.

— ¿Q-que es esto? —Preguntó el rubio curioso.

—Son unos pastelillos que…

—Changmin hizo para ti con sus propias manos. —Yoochun asintió y fingió secarse lágrimas falsas con la punta del dedo. —Estuvo toda la noche trabajando y….

—No te hagas esto Park, enserio das pena… —El castaño meneo la cabeza. — Los hizo mi hermana para ti… Como un modo de darte la bienvenida.

Jaejoong bajó la vista y la clavó en la bolsa. En realidad no conocía a nadie ahí, sintió una agradable sensación cálida en el pecho por ese pequeño y tan encantador detalle de parte de una chica del asentamiento. Así como también fue lindo el gesto que tuvieron ambos hombres presentes en ir a ver como se encontraba.

—D-dile que muchas gracias. —Susurró emocionado— Y…Ammm… Los pastelillos ¿De qué son?

—Creo que son de fresa y de…

— ¡Genial! —El rubio suspiró resignado. —Ya me lo imaginaba.

— ¿No te gustan? —Pregunto Changmin curioso.

— ¡No! No es eso, si me gustan, es solo que… Ammm… Es complicado… Pero seguro son deliciosos, enserio agradezco el gesto.

Changmin lo observó fijamente por unos segundos pero finalmente se encogió de hombros quitándole importancia al comentario del rubio.

—Jaejoong.  —Intervino en ese momento el pelinegro. —Queremos que conozcas un poco nuestro asentamiento, así que… ¿Qué te parece si te bañas y te damos un recorrido? —Dijo Yoochun queriendo lucir animado y optimista.

—N-no, no es necesario. —Lo que menos quería era encontrarse con… con él… Y con… ella. —Aún así no voy a estar mucho tiempo por aquí… De hecho quería preguntarle a alguien ¿Por qué tengo que estar aquí? ¿No puedo tener mi cambio a felina en la ciudad?

—No, tiene que ser aquí. Es peligroso en otro lugar tanto para ti como para la especie, y además tú… Necesitas… Bueno… —Yoochun se mordió el labio y volteo a ver a Changmin.

—Necesitas ser f….

Yoochun se lanzó sobre Changmin cubriendo con su mano la boca contraria… ¡Ay! Ese tonto no entendía eso de “Decir las cosas con tacto”

— ¿Qué es? Merezco saberlo…  —Manifestó el rubio curioso.

—Jaejoong… Aún es muy pronto para que lo sepas, hay muchas cosas que deben estar en su lugar antes de tu cambio…

El pelinegro se refería a Yunho por supuesto, Jaejoong aún no podía saber hasta qué grado necesitaría al moreno en su cambio… Porque era obvio que su alfa sería el elegido, pero antes el bestia (por lo menos en su cabeza podía insultarlo) debía abrir los ojos y dejar de auto castigarse por la muerte de sus padres.

—No me agrada ser ignorante. —Gruñó Jaejoong. —Pero esperaré… Ahora tal vez sería bueno que se fueran… Mi felina empieza a querer lanzarse sobre ambos.

<<Los quiero>>

No por favor, yo no quiero….

—Jaejoong. —Habló Changmin por fin deshaciéndose de la mano que cubría su boca. — Si tu felina necesita desahogo por mí no hay problema… —Volteó a ver a Yoochun— Los tríos tampoco me molestan.

—Tentador Min, pero a mí no me gusta compartir. —Dijo el pelinegro con una sonrisa brillante.

—Esto… —Jaejoong se aclaró la garganta, esos dos le daban un poco de miedo. —A mí tampoco me gustan los tríos, así que… Bueno… No es por correrlos pero…

— ¡Nada de eso! Tal vez tú no puedes controlar a tu felina pero nosotros sí… —Mirada escéptica del rubio hacía el pelinegro. —El jaguar de Min es algo loquillo pero no te preocupes, él sabe controlarlo…

—No, no sé. —Sonrió malignamente el castaño.

— ¡Ya! —Yoochun le dio un golpe en la cabeza— Deja de asustar a Jae…

—Esto… Enserio no estoy de humor… Además no me gustaría…

—Yunho y Boa salieron, no te preocupes —Dijo Changmin encogiéndose de hombros.

— ¡Tacto Min! ¡Tacto! —Gruñó Yoochun y se acercó a Jae. —Oye, ellos no están…

—N-no… No me importa. —Susurro Jaejoong enojado. —Como sea… Vamos a dar el maldito recorrido. No estaré aquí encerrado hasta mi cambio por él.

Y así fue como Changmin supo que el rubio era muy fácil de manipular… Como todos…

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Jaejoong iba caminando con pasos algo inseguros y constantemente volteaba de derecho a izquierda ¡Agh! No podía evitarlo, tenía miedo de encontrarse con Yunho y Boa. Y aún temía más ver al moreno y lanzarse a sus brazos llorando y suplicando su amor.

—Y esta es la tienda…

— ¿Qué? ¿E-enserio tienen tienda? —Eso sí llamó su atención.

—Claro. —Yoochun rodó los ojos. —No somos tan poco civilizados como crees. ¿Aún no te das cuenta?

—S-si, lo he notado… He visto que en algunas casitas hay televisiones y radios… Pero no en todas.

—A algunos no les gusta la tecnología… —Dijo Changmin. —Yo tengo muy pocos electrodomésticos.

—Y díganme… ¿Aquí venden algo que me haga sentir feliz? —Preguntó esperanzado Jaejoong. —Ya saben a qué me refiero ¿No?

— ¿Tú que crees? —Contestó Yoochun con una sonrisa, Jaejoong gritó eufóricamente y entró a la tienda. — ¡Oh esto es un sueño hecho realidad. —Dijo al salir, llevaba dos bolsas en la mano. —Podría llorar.

De la nada el rubio sintió una mirada penetrante en su espalda y un estremecimiento lo recorrió de pies a cabeza, sostuvo con fuerza la bolsa hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

¡Joder! ¡Joder! No voltees Jaejoong… No…

<<¡Mío! ¡Mío! Lo necesito>>

¿Qué mierda pasa contigo? ¿No tienes dignidad?

<<Son nuestros>>

No, no lo son, ellos ya tienen a su… Pareja…

<<No, no es así>>

Tienes que aceptarlo, ahora vámonos, si tú no tienes dignidad yo sí.

—Gra-gracias por el recorrido… E-esta fue la mejor parte… Pero yo… Tengo que irme… Olvide… Algo y…

—No tienes que explicar, entendemos. —Claro, ellos sabían que estaba huyendo de… de él. —Pero no puedes seguir escondiéndote…

— ¿Sabes Jae? —Yoochun se acercó y susurro quedamente en su oído. —Hay cosas por las que vale la pena luchar… Nuestro alfa puede ser terco… Tú no seas así.

—N-no entiendo… No hay motivos para luchar. —Susurró él quedamente a su vez. —Él no es para mí… —A pesar de que Jaejoong lo intentó no pudo esconder el dolor de su voz.

— ¡Ohhh! Jaejoong shi. ¡Hola!

Esa voz, esa maldita y molesta voz. Jaejoong respiró hondo y se encerró en si mismo nuevamente. Cada vez era más fácil.

—Hola Boa —Habló Changmin quedamente y tomó a Jaejoong por la cintura.

El rubio no esperaba ese movimiento así que se sonrojó intensamente sin poder evitarlo al sentirse estrechado contra el costado del hombre más alto.

—Ey Min… Jae es mío… —Susurró Yoochun divertido y tomó al menor suavemente del mentón haciendo que sus miradas se encontraran. — ¿Verdad?

—Yo… —El rubio se deshizo del agarre en su barbilla y en su cintura suavemente.

—Aja… Un trío amoroso —Aplaudió Boa emocionada. — ¿No es genial Yunho shi?

Por un momento Jaejoong había olvidado que Yunho estaba ahí. Espero una respuesta del moreno sin voltear a verlo pero… Nada llegó.

— ¡Vamos Jae! —Susurró Changmin contra su oído— Aún hay varias cosas que te quiero enseñar…

—Las cosas que yo te quiero enseñar son mejores. —Dijo Yoochun asintiendo y guiñándole pícaramente un ojo.

Changmin, Yoochun. —Por fin la voz de Yunho se hizo presente, se escuchaba calmado e indiferente y eso rompió un poco más el maltrecho corazón de Jaejoong. —Tenemos cosas que hacer… ¡Vámonos!

—Pero debemos acompañar a Jae a su casa…

—Él puede ir solo.

—S-si… No se preocupen… P-puedo volver solo…

Tenía que huir, no sólo porque le dolía escuchar a Yunho, sino porque comenzaba a sentir mucha calor y una picazón conocida en su cuerpo. Una semana sin el moreno… Aún no sabía cómo había sobrevivido. Si continuaba un segundo más ahí se lanzaría sobre él, o tal vez sobre cualquiera de los otros dos hombres…

—Pero Yunho shi. —Dijo con un puchero Boa y deslizó su mano sobre el pecho de Yunho— No puedes dejarme aquí.

La mirada de Jaejoong se enturbió por un momento, lo único que deseaba hacer era empujar a esa perra y cortarle esos dedos por atreverse a tocar a Yunho, pero no podía, no debía… Yunho no era suyo. Así que a pesar de que sabía que se veía como un idiota, corrió, corrió alejándose de todos y todo, huyó de aquel hombre que tanto daño le había hecho, que aún lo hacía.

Llegó hasta su casa y con manos torpes abrió la puerta pero justo cuando iba a entrar una mano lo empujó haciendo que tropezara en la entrada y cayera al piso… ¡Oh mierda! Esa fragancia… Entró en pánico al escuchar que la puerta se cerraba y sin voltear a ver al intruso gateó apresuradamente hacía una de las habitaciones de la planta baja, pero antes de que llegara una mano lo tomó duramente del brazo y con un jalón brusco lo incorporó.

—No permitas que te toquen así nuevamente —Gruñó Yunho contra el cuello de Jaejoong.

El rubio empujó el pecho del moreno con fuerza para alejarlo, tanta cercanía no ayudaba a su autocontrol, pero en lugar de apartarse Yunho pegó más su cuerpo al del menor y lo arrinconó contra la pared. Estaba furioso, jamás se había sentido así, su parte racional aún le decía que había sido un error seguir a Jaejoong pero ¡Carajo! No había podido evitarlo. ¡Lo había echado tanto de menos! Y no soportaba ver aquel rubor en sus pómulos provocado por alguien más, no soportaba ver que otro lo tocara, que otro lo mirara con deseo.

—Qui-quitate Yunho —Jadeó Jaejoong entrecortadamente.

—Si vuelves a sonrojarte y tartamudear estúpidamente por un comentario de esos dos, juro que...

— ¡Déjame de una puta vez! —Gritó Jaejoong golpeando su pecho. — Tú no harás nada, no tienes ningún derecho sobre mí.

<<Dile que lo tienes, dile que son nuestros>>

El moreno apretó los labios y en lugar de hacerle caso a su pantera coló a la fuerza una pierna entre las del rubio, rozando descaradamente la erección evidente del menor con la rodilla.

— ¿Q-que haces? —Gimoteó Jaejoong contra el cuello de Yunho intentando alejarlo nuevamente pero de un modo menos firme.

Yunho no sabía qué diablos hacía, sólo sabía que no podía parar.

—Jaejoong ah… Te deseo…

—N-no Yunho…

—Por favor… —Susurró desesperadamente buscando la boca contraria.

Jaejoong volteó el rostro y Yunho presionó la rodilla con más fuerza contra la polla del menor, logrando sacar un gemido necesitado y jadeos ahogados del otro.

—V-vete Yunho, déjame en paz

—Sólo un beso Jaejoong…

—No. —Susurró aún temblando suavemente pero ahora parecía más decidido.

Yunho cerró los ojos por un momento tratando de controlarse. Boa se acercaba. Ya sabía que algo sospecharía cuando la dejó en manos de su equipo de ese modo. ¡Maldición!  

—Esto no ha terminado…. In yakumech Jaejoong ah —Gruñó el moreno y dejando un beso suave sobre la frente del otro salió sigilosamente por la puerta.

El rubio se desplomó lentamente en el suelo y maldiciendo a Yunho de mil maneras diferentes esperó hasta que la calentura, el amor y el deseo se calmaron… Esas palabras… Desde la primera vez que el mayor las había dicho su tono de voz había sido dulce y diferente… Además no estaba seguro pero había sentido algo cálido en su pecho, no sabía si habían sido sus sentimientos o los de Yunho, no quería ilusionarse pensando que eran los del moreno. Mejor no darle más vueltas a eso.

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Jaejoong se encontraba boca abajo en la cama escuchando nuevamente canciones deprimentes cuando escuchó a alguien entrando a su casa… Olfateo, conocía ese olor. Aún no entendía porque el de Yunho era un aroma más esquivo para sus sentidos.

—Largo. —Gruñó con el rostro enterrado en la almohada.

— ¿Acaso no me tienes miedo Jaejoong? Creí que pedirías auxilio cuando te encontraras conmigo a solas. —Dijo Changmin acercándose a la cama.

—En este punto nada me importa. Además sé que tu jaguar me desea por mi hembra… Que te desea por lo mismo, es simple.

—Pensé que estarías ebrio para este momento. —Changmin suspiro resignado. —Que aburrido eres, así no podré abusar de ti.

Jaejoong no se asustó por eso, al parecer eso era lo que quería Changmin, por lo que había oído el hombre más alto tenía mala fama en el asentamiento, todos lo temían… Pero a él no lo asustaba, algo le decía que el otro hombre había tenido una vida difícil. Además por su comportamiento anterior era obvio que quería verlo junto a Yunho, al igual que Yoochun.

—Se me quitaron las ganas de tomar…

—Él estuvo aquí ¿Verdad? —Susurró Changmin olfateando.

—Que te importa… —Contestó el rubio sin incorporarse.

Changmin suspiró frustrado y acercándose al menor apretó con más fuerza la cabeza de éste contra la almohada,  Jaejoong se  removió desesperado y unos momentos después el castaño lo soltó, inmediatamente el menor se incorporó respirando agitado.

— ¿Qué mierda te pasa? —Jadeo entrecortadamente. — ¿Acaso quieres matarme?

—No. Es sólo que me desespera escucharte hablar contra la almohada, casi no te entiendo. —Sonrió —Vamos, Yoochun nos espera.

— ¿A dónde? Si quieres llevarme a un callejón oscuro y violarme, déjame decirte que…

—En Balam no hay callejones, además podría violarte aquí mismo, que lata ir a otro lugar. —Gruñó Changmin. —Como sea, vamos a ir a una reunión que se hace aquí cada semana para…

—No me interesa.

—Boa ya se fue y nuestro alfa…

—¡Aghh! No lo menciones. —Gruñó Jaejoong perdiendo la calma. — ¿Acaso no te das cuenta que me haces daño? Eres un idiota, igual que él. Igual que todos.

—Oye, el hecho de que tengas a una hembra en tu interior no significa que te pongas como una princesa…

— ¡NO ME DIGAS ASÍ! —Gritó Jaejoong, Yunho le decía así, aunque quisiera ignorarlo, olvidarlo, siempre estaba presente. Sin poder evitarlo los ojos se le llenaron de lágrimas. — ¡Oh mierda! Odio esto, odio amarlo tanto. —Se sincero.

—Jae… ¿Enserio lo amas? Entonces… Lucha por él ¡Joder! El lider es tan correcto, tan centrado… Y cobarde… Tienes que ser tú el que haga algo, de lo contrario, el idiota se sacrificará…

— ¡Estoy harto! ¿Por qué demonios nadie lo entiende? ¡NO PUEDO HACER NADA! Él tiene a su pareja ya y…

— ¿Quien? Boa… Boa no es su yaakunah…

—N-no… ¿No lo es? —Murmuró Jaejoong. —E-entonces ¿Por qué se va a casar con ella?

—Es algo complicado… Ya me imaginaba yo que no sabías la verdad por como actuabas…

— ¿Qué verdad?

—No debería de decírtelo…

— ¿Tu también? Por favor, dime lo que todos están callando…

—Bien… Pero promete que me escucharas hasta el final sin interrupciones.

—Hecho.

—Bueno…. —Changmin no sabía por dónde empezar, debía ser cuidadoso, podrían ser sus últimas palabras porque seguramente su alfa lo mataría después de eso. —Jaejoong. ¿Qué es lo que sientes por Yunho? ¿Por qué crees que te enamoraste tan pronto de él? ¿Por qué crees que sientes ese deseo salvaje y frenético cada vez que lo ves?

—Él dijo que era normal que me sintiera así por mi cambio…

— ¿Crees eso? Sientes el mismo tipo de deseo por cualquier otro hombre del asentamiento…

—N-no… Mi felina desea a todos pero… Con Yunho es diferente…

— ¿Entonces la conclusión es?

 —No… No puede ser. —Una parte de Jaejoong se puso escéptica, pero otra parte se sintió… Feliz, aliviada, esperanzada.

—Lo es. Si no me crees dime ¿Lo has mordido en esta parte? —Changmin señaló el lugar en su propio cuello. —Y no me refiero mordiscos de amor, probablemente él se contuvo porque no veo marca en ti pero tú no sabías y el instinto llama…

—S-si… Una vez…

—Ya me lo imaginaba, con razón ha estado usando camisas de cuello alto. La próxima vez que lo veas mira su cuello, ahí estará tu marca.

—N-no sé si…

— ¿Sentiste algo cuando lo mordiste? —Continuó Changmin implacable. — ¿El cuerpo de ambos reaccionó de algún modo? Con las parejas predestinadas eso sucede…

— ¿Cómo sabes eso?

Changmin desvió la vista, Jaejoong iba a preguntar por su repentino silencio pero el castaño volvió a hablar.

—Todos lo sabemos… Es algo que aprendemos desde pequeños para estar seguro de que alguien es nuestra pareja predestinada. Principalmente es lo de la mordida y la empatía entre las parejas, pero eso varía.  

<<Eso es lo que siempre he tratado de decirte, son nuestros>>

¡Pues lo hubieras dicho! ¡Carajo! ¿Por qué? ¿Por qué me mintió? ¿Por qué me lastimó así? Si tiene mi marca ¿Por qué no la muestra? ¿Se avergüenza de mí?

—Ya sé por dónde van tus pensamientos Jae, no es lo que piensas. —Susurró Changmin. —No me digas que no notas ese algo en la mirada de Yunho, cualquiera puede verlo. Si para ti no fue solo sexo tampoco lo fue para él. Yunho cree que tiene una responsabilidad inquebrantable, todo empezó por…

—Lo de sus padres ¿No?

— ¿Lo sabes? —Preguntó Changmin sorprendido.

—Si… Me lo dijo en una ocasión. —No sabía si el castaño era consciente de la fobia de Yunho, y a pesar de que el otro no lo merecía, guardaría su secreto. —No hace mucho.

— ¡Ahí lo tienes! El alfa NUNCA habla de eso. Ni siquiera a nosotros que somos sus amigos de toda la vida… ¿Acaso eso no es una señal de lo importante que eres para él?

Jaejoong se quedó un momento en silencio, reflexionando, tal vez el pelinegro tenía razón. Aún recordaba las palabras de Yunho. “Necesito redimirme aún cuando eso signifique sacrificar mi felicidad” ¿Podría ser posible que Yunho lo quisiera? Como fuera a veces lo miraba con… ¿Amor? Siempre fue tierno con él, de hecho si iba aún más allá… Yunho había intentado hablarle de Boa, y también había intentado contenerse pero lo que había entre ellos iba más allá de la contención, se complementaban, se necesitaban… Aún así le molestaba y lo entristecía el hecho de que Yunho hubiera omitido decirle la verdad, y le dolía aún más el hecho de que el moreno prefiriera una equivocada responsabilidad que estar con él.

—Changmin. —Súbitamente Jaejoong recordó algo. — ¿Qué significa Inyakumes… O algo así?

— ¿Él te dijo eso? —La expresión del hombre más alto era tranquila pero su mente maquinaba y trabajaba velozmente.

—Algo parecido… M-me lo ha dicho dos veces ya.

—Pregúntale a él que significa… Sólo te diré que si tú no luchas por su amor él no lo hará, pero no significa que no quiera mandar todo al diablo por ti.

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Yunho estaba sentado alrededor de una fogata, normalmente solían hacen reuniones de ese tipo una vez a la semana. De algún modo fomentaba el compañerismo y comunicación entre su gente.

<<Tonto, tonto tooonto>>

Me has estado repitiendo las mismas palabras toda la semana pasada ¿Acaso no tienes otro argumento?

<<Le dices que lo amas. Usas otro idioma porque eres un cobarde y luego te largas. Me decepcionas>>

No discutiré, tienes razón. Soy un imbécil.

Volteó bruscamente hacía la derecha cuando percibió el olor de Jaejoong, amaba su aroma… Siempre tan fresco, tan seductor. Toda la semana había intentado alejarse de él, de no buscarlo a pesar de que moría por volver a verlo sonreír, moría por volver estar a su lado… Por eso fue débil, bastó verlo una sola vez para seguirlo. ¡Mierda!

Inconscientemente clavó los ojos en ese lugar hasta que el rubio apareció, como siempre se veía estupendo… Si era posible más que antes, se había acostumbrado a verlo algo sucio y bronceado, ahora su piel lucia inmaculada y su cabello, al igual que su ropa estaban en su lugar. Los ojos de Jaejoong se encontraron con los suyos de un modo penetrante, como si quisiera conocer sus sentimientos, era extraño, tan sólo unas horas antes había evitado hasta hacer contacto visual y ahora parecía tan decidido. Yunho se retrajo en sí mismo, escondió sus sentimientos, encerró su anhelo, su deseo, su tristeza.

Hasta ese momento fue consciente de que Jaejoong no estaba solo, Changmin y Yoochun estaban a su lado, el rubio dijo algo y ambos rieron dulcemente, viéndolo como si fuera el centro de su universo. Yunho apretó la mandíbula y desvió la vista. ¿Qué diablos? Changmin raramente sonreía de ese modo. ¿Por qué lo hacía con Jaejoong? ¿Por qué sus amigos le hacían eso?

Minutos más tarde Yunho perdió la paciencia. Todos tenían la mirada encima del rubio y él sonreía alegre y coqueteaba con todos… ¡Aghh! Le molestaba… No, más que eso… Lo lastimaba, quería que esas sonrisas, esos guiños fueran sólo para él, aunque no lo mereciera.  Se levantó y fue hacía un grupo de hombres ignorando el deseo de su pantera de ir y rasgar el cuello de todos los que estaban como moscas alrededor de Jaejoong.

Pasó el tiempo y Yunho se enfrascó totalmente en la conversación de los demás, la mayoría estaba discutiendo acerca de Pangui, ninguno confiaba en la aldea vecina, a decir verdad ni él mismo pero cuando se casara con Boa él intentaría de tomar el control poco a poco sobre el otro asentamiento, por el bien de su gente.

En ese momento fue consciente de que el olor tentador de Jaejoong ya no estaba presente, ni el de Changmin… ¡Suficiente! ¡Maldita sea! Ignorando a los que aún le hablaban caminó lejos del círculo y se adentró en las orillas de la selva, persiguiendo el rastro de ambos.

—Alguien morirá hoy. —Susurró Yoochun divertido. —Esto no puedo perdérmelo. —Rió siguiendo a su alfa.

Yunho sentía que una neblina roja cubría su vista, su respiración era agitada a pesar de que no estaba corriendo, su mente era un caos… Un caos que fue potencialmente destructivo cuando vislumbro a Jaejoong contra un árbol mientras el cuerpo de Changmin lo rodeaba, el hombre más alto tenía su boca casi sobre la del rubio. Con un gruñido furioso Yunho corrió hacía ellos y tomando al castaño por el cuello lo azotó con fuerza contra el árbol.

—Alfa. —Jadeo Changmin dificultosamente. — ¿Qué te trae por aquí?

—Te mataré.

La voz de Yunho era gutural y eso asustó a Jaejoong, además en su mirada no había compasión. ¡Joder! Ya le había dicho a Changmin que no era buena idea pero el otro había insistido.

Se acercó a Yunho y usando toda su fuerza apartó su mano del cuello del castaño.

—Changmin, déjanos solos. —Murmuró el rubio.

— ¡Oh! ¿Por qué empezaron sin mí? —Entró en escena el pelinegro. —Creí que teníamos un trío especial.

—Que les den por culo. —Escupió Yunho.

—A mi no me va eso… Creo que ese iba a ser el papel de Changmin... El relleno del sándwich... 

— Yoochun. No me provoques, juro que me lanzaré sobre ambos si no se largan de una puta vez.

— ¡No! —Dijo Changmin burlonamente. —Lo siento alfa, no me gustas de ese modo, si te lanzas sobre mi tendré que rechazarte.

—Por favor. —Murmuró Jaejoong desesperado. —Váyanse.

¿Acaso él era el único que se daba cuenta del peligro que corrían los otros dos? El moreno no estaba jugando.

Yunho alzo la vista, su mirada era totalmente oscura, sin rastro de otro color que no fuera negro. Eso sí logró que el pelinegro y el castaño dejaran de burlarse. Tal vez si habían ido demasiado lejos, pero a pesar de todo sabían que Jaejoong no corría peligro, así es que huyeron porque ellos podían ser asesinados.

<<Mátalos, mátalos>>

El moreno cerró los ojos con fuerza, tratando de no seguir a sus amigos, en lugar de eso tomó el brazo de Jaejoong y apretó con brusquedad su muñeca.

— ¿Qué mierda hacías? —Reprochó aún tratando de controlar a su felino.

— ¿Tu qué crees que hacía? —Respondió Jaejoong sin dejarse amedrentar pero haciendo una pequeña mueca por el agarre de Yunho. —Buscaba aliviar a esta jodida ramera que habita en mi interior ya que tú no estás disponible…

<<Oye, eso no fue cortes>>

¿Qué? Es la verdad. Además tú también estás de acuerdo con este plan.

<<Si, y todavía no terminamos.>>

— ¿Y tiene que ser Changmin?

—Bueno… Yoochun también es muy guapo. —Yunho gruño y Jaejoong esbozó una sonrisa provocativa. —Y tiene buen cuerpo.

—No me provoque Jaejoong —Apretó más la muñeca del otro hasta que éste gimió. —Estoy en mi límite.

—Yu-Yunho… M-me haces daño. —Jadeó el menor sintiendo un poco de temor.

Yunho deshizo el doloroso agarre en la mano del otro pero no lo soltó. Parecía un poco más tranquilo porque sus pupilas volvían a ser nuevamente de un color café oscuro.

—Mientes, se lo que sientes… No deseas a Yoochun, ni a Changmin.

— ¿Ah sí? ¿Y cómo sabes? —El valor volvió junto con el coraje cuando el otro dijo eso como si nada. —Dime Yunho ¿Por qué puedo percibir lo que sientes y viceversa? ¿Por qué mi felina dice que tú y tu pantera son nuestros?

Yunho apretó los labios y en un movimiento impulsivo Jaejoong estiro el brazo y jaló el cuello de la camisa del moreno.

—Así que es cierto. —Murmuró Jaejoong al notar la marca rojiza en el cuello del castaño.

— ¿Desde cuándo lo sabes? —Yunho parecía por lo menos avergonzado. —Ellos te lo dijeron ¿Cierto? ¡Esos imbéciles! Deberían meterse en sus asuntos.

—En realidad quien me dijo sólo me hicieron abrir los ojos… Me ayudó a salir del maldito hoyo en el que estaba al contarme la verdad, no tienes ni idea de lo confundido que estaba, de lo culpable que me sentía al experimentar… Tantos sentimientos por ti. Pensaba que no tenía derecho a sentirme así, Boa tal vez sí…Pero no ¡Carajo! Soy yo el que tiene todo el puto derecho ¡Eres un jodido mentiroso cobarde!

—Jae, escucha….

—No me interesa saber cómo fue. Ya no. Tomaste tu decisión y me parece bien… Ahora ¿Por qué no te largas con tu prometida  y dejas que Changmin termine con lo que empezó?

—Jaejoong, él no te conviene…

—Lo sé, no es como si quisiera algo serio, sólo vamos a follar y…

—Tú no vas a follar con Changmin. —Dijo Yunho apretando los dientes.

—Entonces follaré con Yoochun.

—Pareces un niño caprichoso. No entiendes mis motivos así que mejor no hables.

—Bien. Soy estúpido y no entiendo nada ¿Terminaste? ¿Puedes irte ya?

—Si regresan… Los mataré.

—No, si regresan te largaras y nos dejaras en paz. Tal vez es cierto que solo te deseo a ti pero bien podría deshacerme de esta necesidad con quien fuera… Como sea, lo único que necesito es una polla cualquiera llenándome.

El rubio intentó pasar por el costado del mayor pero éste lo tomo con fuerza del brazo y en un movimiento fluido lo cargó sin esfuerzo alguno y lo empotró contra el tronco de un árbol.

—No iras a ningún jodido sitio… —Gruñó y Jaejoong pudo notar que sus dientes se volvían mas afilados y que sus pupilas se tornaban nuevamente más oscuras de lo normal, Yunho estaba perdiendo el control. —Tampoco dejaras que ninguno de esos pervertidos de mierda ponga una mano encima de ti, mucho menos que alguien que no sea yo te folle porque…

— ¿Por qué Yunho?

Por qué me perteneces, sólo yo puedo poseerte, solo yo puedo hacerte gemir… Solo puedes amarme a mí.

—Olvídalo. —Dijo Yunho sintiéndose acorralado.

Intentó soltar al menor pero este sólo enredo ambas piernas alrededor de su cintura y tomando entre sus dedos varios mechones del cabello del moreno lo obligó a echar la cabeza hacia atrás.

—Eres mío Jung Yunho. Sin importar si la idea te agrada o no, fuiste hecho para mí. —Jaejoong colocó su boca sobre el cuello de Yunho y enterró sus labios en éste, chupando con fuerza. — Y ahora exijo que me folles, estoy caliente y ahuyentaste a…

—No vuelvas a nombrarlos. El único nombre que puedes pronunciar justo ahora es el mío.

Yunho buscó su boca agresivamente y aunque Jaejoong anhelaba ese beso desvió el rostro.

— ¿Quieres que te bese Yunho? —Susurró Jaejoong contra los labios del mayor. —Ruégamelo.

—Ya lo hice una vez, no pasará nuevamente.  Tú serás el que rogara por sentir mi lengua hasta el fondo de tu boca, tan profundo como mi polla en tu culo.

Jaejoong pasó la lengua por sus labios y los entreabrió un poco gimiendo suavemente cerca de la boca de Yunho, estaban tan cerca que el moreno inhalaba el aliento de Jaejoong y viceversa. El rubio se mordió los labios provocativamente y se balanceó contra el cuerpo del mayor.

Yunho colocó las manos en el trasero de Jaejoong y lo apretó con fuerza mientras ambos continuaban tentándose sin ceder. Vertiginosamente bajó al menor al suelo, lo único que el otro pudo hacer fue gemir y tironear del cabello ajeno mientras el otro le sacaba la playera y lamia y mordisqueaba su cuello, sus tetillas, su pecho, su abdomen, dando bocados grandes, dejando la marca de sus dientes y uno que otro chupetón en el proceso. El moreno desabotonó el pantalón contrario y antes de que el rubio lo viera venir ya se encontraba totalmente desnudo.

—Dayma ya que no quieres sentir mi lengua en tu boca, tal vez prefieras sentirla en otro lado…

Yunho le dio la vuelta y lo recargó contra el árbol. Pasó su lengua por los hombros y la espina dorsal contraria, delineando todo el tatuaje con ella, cuando llegó al final del mismo bajó aún más y mordisqueó su trasero.

—¿Y-yunho? —Jadeó cuestionante el menor.

—Quiero hacerlo Jaejoong ah… Déjame…

Jaejoong gritó y clavó las uñas con fuerza en el tronco cuando sintió la lengua del moreno sondeando con suaves roces aquel  lugar que jamás imagino que sería profanado por una polla y posteriormente una lengua.

— ¿Te gusta? — Gruñó Yunho contra su piel.

Jaejoong se mordió los labios con fuerza evitando decirle a Yunho lo mucho que le gustaba… Si cedía en eso sería como ceder en el beso. Aunque diablos, se sentía malditamente bien, no, bien se quedaba corto.

—Dime cuanto te gusta o me detendré. —Dijo Yunho pasando la lengua de un modo más insistente por ese lugar.

La única respuesta fue un gemido ahogado, ansioso y necesitado.  Yunho quiso alejarse en ese momento pero no pudo. Ansiaba demasiado probar al menor, así que gruñendo ahogadamente separó con las manos ambas mejillas del trasero de Jaejoong y enterró su rostro entre ellas, abriéndose paso con la lengua y probando la humedad y el sabor de aquel lugar.

Yunho continuó lamiendo mientras trataba de meter la lengua más profundamente en el interior del otro hombre, los gemidos irrefrenables que Jaejoong emitía lo volvían loco y su sabor lo drogaba, nunca había probado algo tan apetecible, no se parecía nada al sabor de una mujer, Jaejoong era dulce, malditamente dulce. Cuando Yunho notó que el rubio no iba a ceder le dio la vuelta y lo volvió a cargar al mismo tiempo que clavaba su polla hasta el fondo en su apretada entrada. Jaejoong gritó entrecortadamente y Yunho no pudo evitar aprovechar para besarlo profundamente, inmediatamente el menor mordió la lengua del otro con fuerza, la suficiente para hacerlo retroceder.

—Dilo Yunho ah. —Susurró desesperadamente Jaejoong mientras buscaba que el otro hombre se moviera en su interior y se recargaba sensualmente contra el árbol. —Dilo.

Jaejoong jadeó entrecortadamente y lamió el cuello del moreno mientras apretaba más el agarre en su cintura, se sentía como en un frenesí salvaje de emociones, el amor, el deseo, el coraje… Todo se unía y se mezclaba en su interior. Usó toda su fuerza para romper la playera de Yunho, necesitaba tocarlo, sentirlo… Hasta el ruido que hacía la playera del otro al rasgarse lo excitaba. ¡Mierda! ¡Mierda! Era débil, necesitaba a Yunho, lo amaba tanto que no quería compartir sólo sus cuerpos, quería besarlo, tener una conexión más profunda. Metió una mano debajo del pantalón de Yunho (si, nunca se quitó el pantalón y era malditamente erótico el hecho de que el otro no estuviera desnudo) y manoseo su culo. Yunho gruño ahogadamente y Jaejoong apretó los labios para refrenar su suplica, pero no pudo, las palabras brotaban de su boca solas.

—Jaejoong ah… Por favor… Bésame.

El rubio suspiró interiormente aliviado, por lo menos él no tuvo que ceder antes ¡Por poco! Quería parecer engreído, quería decir algo como “Gane” pero en lugar de eso tomo desesperadamente a Yunho del cabello y atacó su boca sin piedad, necesitado, tan malditamente hambriento de su sabor. El moreno gimió y recargándolo con fuerza contra el árbol arremetió contra su cuerpo con vigor, ambos se tomaron del rostro, forzando sus mandíbulas con los dedos, mordiéndose con fuerza los labios, sus lenguas se agredieron, se rodearon bruscamente y se entrelazaron tan fuerte que dolía. Lo único que llenaba los pulmones de ambos eran el aliento que soltaban cuando exhalaban jadeantes en la boca del otro.

Yunho continuó taladrando dentro del cuerpo de Jaejoong mientras el otro vertía gemidos dentro de su boca que  sólo él podía escuchar. En un momento dado dejaron de besarse y solo mantuvieron sus bocas fundidas y sus lenguas juntas mientras soltaban respiraciones entrecortadas en la húmeda y ardiente cavidad del otro. Se vieron a los ojos, podían decir lo que quisieran pero el anhelo y el amor en sus miradas no vacilaba, no se ocultaba. Ambos gruñeron y juntando sus cuerpos lo más estrechamente que pudieron se corrieron con fuerza. Sin dejar de mirarse a los ojos.

—Jaejoong ah

—Yunho ah

Gruñían agitadamente, mirandose con impotencia y hasta algo de tristeza, había tanto por decir, pero… No podía ser expresado.

Te amo, te pertenezco por siempre.

Te amo, te pertenezco por siempre.

<<Mío>>

<<Mía>>

Una vez que la respiración de ambos volvió un poco a la normalidad Yunho buscó nuevamente la boca ajena pero Jaejoong sabía lo que ese beso significaba, se lo decían sus ojos, era una despedida… Así que evito el contacto y se retorció en el agarre de Yunho. Éste lo bajo con la pena marcada en sus facciones.

A pesar de todo lo que había pasado, de lo que habían sentido y compartido… Yunho seguía siendo el alfa antes que su yaakhun. 

—Eso fue muy bueno, has mejorado. —Jaejoong se dio la vuelta y empezó a ponerse su pantalón. —Seguramente podre dormir sin removerme cachondo en la cama… Era malditamente incomodo.

—Jaejoong…

—Si no quieres que la próxima vez que me encuentre tan necesitado busque a alguien más… Sólo mantente cerca de mí porque no prometo nada.

El rubio caminó lentamente, alejándose del moreno, aún sentía sus piernas temblorosas debido al poderoso orgasmo que acaba de experimentar. Ocultó su dolor lo mejor que pudo, supuso que funcionaba porque él tampoco sentía las emociones de Yunho. Nuevamente no salió una sola lágrima de sus ojos a pesar de que sentía que moría por dentro.

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Lamento la tardanza... Es que este capi tenía más correcciones que los anteriores, pero me daré prisa en subir los restantes, el tiempo se me acaba y pronto estaré muy ocupada con trabajos escolares -llora- Espero que les guste  <3 No dejen de leer y comentar. Mi las ama.