Capitulo 1

— ¡Oh joder! Me ha picado otro puto mosco.

Jaejoong se frotó el lugar donde comenzaba a sentir una picazón de esas en las que hay que rascarse o morir. ¡Odiaba ese lugar! No llevaba ni un cuarto de día en ese sitio y ya deseaba comprar el boleto de regreso. ¿Por qué se encontraba ahí? Muy sencillo. ¡Su abuela! Ella había estado actuando muy raro los últimos días, continuamente olfateaba alrededor de su persona y asentía perspicaz, Jaejoong no entendía porque, tal vez no le gustaban las lociones que él usaba… Cualquiera que fuera el motivo aquella viejecita de la nada le había dicho que debía viajar a Sudamérica a ver un terreno que al parecer sus padres les habían heredado (A él y a su hermano menor Junsu) Extrañamente ella también había mencionado que aún no era el momento de Su, sólo el suyo. Tal vez su pobre abu se estaba volviendo algo loca por la edad, fuere cual fuere la razón él la adoraba, así que tontamente había aceptado viajar a un sitio desconocido. De algún modo le emocionó el hecho de conocer tierras nuevas y posiblemente descubrir algo de su madre y de su padre, la verdad no recordaba el rostro de ninguno de ellos porque murieron cuando aún era un niño pequeño.

Lo que no esperaba era que el lugar donde estaba el maldito terreno fuera en medio de la jodida selva. Justo en ese momento se encontraba en  Arajuno; Ecuador, un lugar abandonado de la civilización, bueno, ni tanto, había varias casitas y los habitantes no vestían con taparrabos ni hacían danzas alrededor del fuego para evocar al dios de la lluvia, o por lo menos aún no los había visto… Aún así. ¿Para qué demonios quería un terreno en la selva? Jaejoong había creído que su legado estaría en un lindo lugar cerca de una playa, o algo parecido. ¡Qué decepción!

Se encontraba en un asentamiento semejante a un campamento, como una pequeña aldea y definitivamente había algo raro en el ambiente, él estaba acostumbrado a ser observado por chicas y chicos, no iba a ser modesto, se consideraba realmente guapo, muchos lo describían como hermoso, pero en ese sitio todas las mujeres lo observaban con cierto recelo y los hombres con curioso interés. Realmente extraño ¿Acaso las féminas del asentamiento odiaban a los forasteros? Esa era una de las cosas que no le agradaba del lugar pero había otra aún más importante y se trataba de lo que ese sitio hacía en él, lo ponía ansioso y para ser sincero algo cachondo. Desde hace días se sentía algo… Necesitado en el aspecto sexual pero todo se había intensificado al llegar a Ecuador. ¿Acaso había pescado algún tipo de enfermedad?

<< Todos son tan apuestos por aquí, no me importaría dejarme follar por alguno de estos….>>

¡Oh! Eso había sido extraño, casi le había parecido escuchar otra voz en su interior que se desvanecía poco a poco y le decía… No ¡Imposible! Eran el mal humor y el sol infernal los que hacían que su mente le jugara bromas sólo para distraerle del aburrimiento. ¿Por qué estaba de mal humor? ¿Por qué estaba ahí parado solo y abandona expuesto a los rayos del sol? ¡Fácil! Le habían prometido un maldito guía para adentrarse en la selva, de los mejores decían…  ¡Mejor su trasero! No, más bien mejor el trasero de su hermano, llevaba dos jodidas horas parado en ese lugar y el dichoso guía no había aparecido, ya estaba desesperado, quería volver a su casa, meterse en una bañera llena de burbujas, empacharse de chocolates y golosinas… Lamentablemente seguía varado en ese sitio lleno de estúpidos insectos que al parecer amaban el sabor de su sangre ¡Aghh! ¡Todo era culpa del maldito guía que no se presentaba!

Jaejoong volvió a alzar la mano para aplastar otro mosquito que buscaba alimentarse de él y suspiro frustrado. Se sentía realmente con la autoestima por los suelos, su piel antes blanca como la leche estaba algo bronceada por el sol, y su cabellera rubia que siempre estaba perfectamente acomodada ahora se encontraba en un estado deplorable. ¿Qué dirían sus amistades si lo vieran así?

—Hola. —Escuchó el muchacho una voz grave detrás de él y extrañamente esa voz hizo que un escalofrió placentero recorriera su espalda. —Mi nombre es Jung Yunho y seré tu guía para…

— ¡Por fin! ¿Sabes cuánto tiempo he estado esperándote? Por poco y echo raíces en este sitio…

 Jaejoong se dio la vuelta para continuar reclamándole a ese tal Yunho pero las palabras murieron en su boca al encontrarse con la mirada ajena. Esas pupilas oscuras removieron algo en su interior. Sintió una especie de reconocimiento, de pertenencia, y acompañada de esos sentimientos tan extraños una oleada de… ¿De qué?  ¿Deseo? ¡No podía ser! Pero cualquiera que fuera esa sensación le pegó con fuerza, aunque sonara estúpido sus manos comenzaron a sudar ansiosas y su corazón golpeó rudamente contra su pecho, si tuviera menos control ya habría saltado encima de aquel desconocido.

<<Es mío, quiero que me monte>>

Esa vez la voz fue más fuerte en la cabeza de Jaejoong ¿Qué diablos? ¡El guía era un hombre! Demasiado atractivo y malditamente sexy con ese cabello castaño oscuro desordenado y esas musculosas piernas resaltadas por aquel pantalón de mezclilla que… ¡Basta ya! Si hubiera tenido inclinaciones homosexuales en alguna etapa de su vida tal vez no le habría asustado esa repentina e intensa atracción (si es que esa sensación podía llamarse así) por otro sujeto pero no era así, en sus 26 años de vida jamás había sentido algo parecido.

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Yunho era el orgulloso alfa de los Balam. Se caracterizaba por su carácter amable, amigable, controlado y racional. Entonces ¿Por qué diablos sintió aquél deseo frenético y salvaje al ver los  ojos de aquel rubio enfadado? Desde que lo vio a la distancia había sentido una clase de conexión con el muchacho, de hecho experimentó algo parecido a lo que le habían dicho los hombres emparejados del lugar que sentiría cuando… ¡No, no podía ser! No entendía el motivo, y no era solo él, su huésped, una pantera algo huraña y normalmente controlada no dejaba de dar zarpazos dentro de su cabeza, quería llegar a ese hombre.

<< La deseo>>

¿Acaso no estás viendo idiota? Es un chico.

Yunho mandó al fondo de su mente la voz de su animal después de corregirlo y volvió a dirigir su vista hacía el hermoso rubio de ojos color miel.     

—Yo… Ahhh lamento la tardanza es que…

—No me interesan tus explicaciones. Es más, preferiría otro guía. —Dijo Jaejoong con prepotencia, era mejor lucir altanero que deseoso. Además tenía motivos para estar enojado con ese hombre tan masculino, musculoso y sexy… Mmm.

¡Qué chico tan molesto! Yunho no tenía por qué dar explicaciones, era el alfa, la ley de ese lugar. En primer lugar ni siquiera tenía porque hacer de guía, ese no era su trabajo, por desgracia Yoochun y Changmin (que eran los que se encargaban de esa tarea) estaban ocupados en otros asuntos. Su vista se clavó en el rubio. Todo un niño consentido y pijo de ciudad ¿Cómo podía sentirse atraído por un tipo así? Dejando de lado que era un hombre, odiaba a los sujetos creídos que sólo iban a la selva a dar de gritos, criticar la naturaleza y quejarse todo el tiempo.

—Escucha niño bonito, no todos tenemos una vida libre de responsabilidades y trabajo como tú… —Lo barrió con los ojos de la cabeza a los pies despectivamente, aunque realmente era una vista cautivadora aquel rubiecillo. —…Bien has de saber. Justo ahora he regresado de otra expedición con un par de idiotas que creyeron que era buena idea molestar a un caimán, así que no estoy de humor para soportar a otro…

— ¡Alto! ¿Ibas a llamarme idiota? —Dijo Jaejoong ofendido ¿Cómo se atrevía ese sujeto a hablarle así?— ¿Acaso no sabes con quien hablas? —Bien, eso era presuntuoso, tenía el suficiente dinero para darse una buena vida pero no era como si fuera importante, aunque esa frase siempre funcionaba.

¡Tú eres el que no sabe con quién habla, podría despedazarte sólo por hablarme de ese modo!... ¡Aghh! Calma Yunho.

<< ¡No, no!… Mejor fóllalo como castigo>>

Yunho ignoro la voz de su pantera…. Nuevamente.

—No me interesa saber quién eres —Espetó enfadado, y no exactamente con el rubio sino por lo que provoca en su cuerpo, hasta discutir con él lo excitaba, el pantalón estaba comenzando a apretarle y era bastante incomodo. —El simple hecho de ser un niño pijo de ciudad no te da derecho a ser tan prepotente, tú decides que hacer pero te advierto que ningún otro guía presente se querrá adentrar tanto en la selva, tal vez mi equipo pero… Ellos también están ocupados en este momento.

Jaejoong frunció el ceño e hizo un pequeño puchero, estaba tan acostumbrado a hacerlos para salirse con la suya que esos gestos surgían de manera inconsciente. Inmediatamente la vista de Yunho bajó a su boca y el hombre más pequeño se mojó los labios provocativamente. Con sólo observar el modo en que esa rosada y húmeda lengua recorría suavemente aquella boca tan tentadora el moreno se acercó lentamente al rubio como si una mano invisible lo jalara, esos labios rosados lo atraían como ningunos otros, quería pasar su lengua sobre ellos, morderlos…

<<Provócalo un poco más>>

<< ¿Qué esperas? Hazlo ya>>

Ambos chicos recularon con rapidez como si despertaran de un trance.

¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo que provocarlo más?

Jaejoong se pasó una mano por el rostro, esa voz en su interior se hacía más poderosa y lo incitaba a seducir a su insufrible guía. ¿Se estaba volviendo loco? Además ahora el cuerpo le picaba insatisfecho, necesitado.

Por su parte Yunho no entendía porque su pantera le pedía que tomara al otro chico. ¿Acaso seguía sin entender que era un hombre? Medio afeminado con ese cabello rubio peinado a la moda y esa ropa ajustada que se le pegaba al cuerpo de una manera tan… Ejemm…Como sea, era hombre después de todo, ni siquiera sabía su nombre, tal vez no era seguro ser su guía… Pero Changmin y Yoochun volverían el fin de semana, además, no sabía el motivo pero no quería a nadie más cerca del otro hombre.

—Escucha, no me agradas. —Hablo Jaejoong evitando la mirada del castaño. —Pero ya que no hay nadie más para guiarme… Ambos tendremos que conformarnos.

Jaejoong quería fingir que no había sentido deseo animal unos segundos antes, lo último que necesitaba en ese momento era que el guía notara su excitación así que evito mirarlo a los ojos. Claro que no sabía que el moreno tenía los sentidos más desarrollados debido a su naturaleza así que podía oler la fragancia de su deseo, de su necesidad.

—Supongo que tienes razón. —Yunho realmente se esforzaba por no lanzarse sobre el rubio, el hecho de saber que éste estaba excitado no ayudaba. —Por cierto… ¿Cuál es tu nombre?

—Kim Jaejoong.

Kim… El apellido le sonaba al moreno, pero no sabía de dónde.

—Bien. Entonces vámonos. Si partimos ahora llegaremos a nuestro destino en unas 36 horas tomando en cuenta descansos y…

— ¿Qué? ¿Tan lejos está? —Dijo Jaejoong horrorizado.

—Algo. —Yunho lo miró retador. — ¿Acaso eres demasiado débil y delicado como para lograrlo?

—Por supuesto que puedo guía Jung, sólo preguntaba.

Jaejoong lo miró con desprecio y se echó al hombro una maleta, tomó otras dos no tan pequeñas bolsas en las manos y se disponía a caminar cuando Yunho lo detuvo.

— ¡Por dios! Dime que estas bromeando.

— ¿De qué hablas? Yo…

— ¡No puedes pensar llevar todo eso!

— ¿Por qué no? Es mi equipaje. —Gruñó retador.

—Es una exageración, no vamos de vacaciones. ¡Es la jodida selva! Donde puede que tengamos que correr para salvar nuestro pellejo. ¿Cómo vas a correr con todo eso al hombro?

No era del todo cierto, el moreno podría usar a su pantera en una situación extrema pero prefería no hacerlo, los cambia formas debían mantenerse en secreto para los demás.

—Pero… Pero… ¡No puedo dejar nada! —Dijo el rubio haciendo una mueca lastimera. —Necesito todo esto…

— ¿Qué hay en esas?  —Preguntó Yunho señalando las bolsas que Jaejoong tenía en las manos.

—Algo de ropa en la de mi derecha y cosméticos en la otra… Ya sabes, crema para manos, crema contra las arrugas, bloqueador, cepillo dental, cepillo para el cabello, un poco de… —Dejó de hablar cuando notó que Yunho lo observaba como si hubiera perdido la cabeza.

— ¿Y en la maleta grande?

—Ammm… Más ropa… Pero esa es para…

—Bien. —Lo interrumpió. —Entonces solo necesitaras la bolsa pequeña de tu mano derecha.

—Pero…

— ¡Pero nada!

—Es que…

—Algo de ropa es lo único que necesitas. Yo tengo todo lo necesario en mi mochila.

—Pero…

—Nada de “Mi bloqueador solar” u otra tontería. ¿Cuál dijiste que es la bolsa de ropa?

—Esta. —Dijo Jae desganado ofreciéndole la otra a Yunho.

—Buen chico… Ahora vámonos ya.

— ¡Aghhh! ¡Bien! Como usted diga ¡Señor guía mandón! Sólo llevare esta bolsa y si mi hermosa piel se arruina por su culpa juro que se arrepentirá del día en que nació y…

Jaejoong pasó junto a Yunho aún refunfuñando ininteligiblemente y comenzó a caminar furioso rumbo a la selva, al pasar a su lado el moreno pudo oler la fragancia que desprendía su piel, algo como frutas silvestres, suponía que era por su shampoo y tomando en cuenta que ese olor lo tenía al límite… Sin duda alguna sería un recorrido eterno, sobre todo para Yunho Junior.

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—Alteza. Se supone que yo soy el guía y llevas alrededor de tres horas caminando enfrente de mí. ¿Qué tal si el camino que seguimos es incorrecto? —Dijo Yunho admirando la forma en que el otro se movía enfrente de él, con pasos seguros y provocativos.

—Si así fuera me lo habrías dicho ¿No? Guía Jung—Jaejoong seco una gota de sudor que caía por su frente y hasta ese movimiento fue tentación pura para el moreno. — ¡Y deja de llamarme Alteza!

— ¿Entonces prefieres príncipe? ¿Qué tal princesa?

— ¡Oh! Enserio eres molesto guía Jung. No entiendo quien podría quererte de guía.

— Deja de decirme “guía Jung” mi nombre es Yunho —Murmuró el moreno enojado consigo mismo por desear escuchar su nombre en los labios del rubio.

— ¿Qué tal señor Jung entonces?

— ¿Señor? —Espetó ofendido y Jaejoong sonrió interiormente, había logrado molestarlo.

—Bueno, me dijiste niño, así que supuse que tú eras un señor.

 — ¡Por dios! Probablemente tengo unos cinco años más que tú. ¿Qué edad tienes?

—26.

—Yo tengo 30. Sólo son 4 años…

— ¡Oh lo siento! Es que te ves como de unos 35 años ¡Señoooor guía Jung!

— ¡Eres tan infantil! Seguro tienes 15 años mentalmente.

—Si hablamos de intelecto dudo siquiera que te acerques a los 15 años.

Jaejoong comenzó a caminar más rápido y no vio a tiempo la enorme piedra en su camino, así que tropezó y perdió todo rastro de orgullo al agitar las manos y gritar como chica antes de caer. Pudo oír la risa ahogada de su guía detrás de él. ¡Oh! Era tan bonita y contagiosa… ¡Pero tan molesta en ese momento! Se levantó lo más dignamente que pudo y se sacudió la tierra de su ropa. ¡Oh no! Su pantalón estaba roto. ¡Había sido un regalo de Junsu! Absurdo tal vez para otras personas pero para él era especial. Yunho continuaba burlándose así que Jaejoong hizo lo que normalmente hacía en esas situaciones. ¡Berrinche!

— ¿Estás bien Dayma?—Preguntó el moreno burlón.

— ¡Oh te odio! —Dijo el rubio apretando los puños, no sabía lo que significaba esa palabra pero suponía que era un insulto. —No quiero que seas mi guía, prefiero continuar solo y que me devoré un maldito caimán gigante.

Le sacó la lengua y sin pensar muy bien en sus acciones y en lo infantil que parecía comenzó a correr sin rumbo fijo, escuchó al mayor gritar algo pero no le dio importancia. Conforme fue olvidándose de su coraje y frustración una sensación de libertad y plenitud que nunca antes había experimentado fue penetrando en su interior, no recordaba haber sido tan ágil o disfrutar de una carrera larga anteriormente, en primer lugar era pésimo deportista, en segundo llevaba una pequeña maleta al hombro y era como si no pesará nada. En ese momento se sentía… En casa. Corrió con más velocidad, esquivando y saltando obstáculos, su vista y reflejos también habían mejorado de un momento a otro. Era consciente de lo que se movía a su alrededor, de los pequeños monos saltando de un árbol a otro, de los insectos revoloteando.

<< ¡Libertad! Me gusta>>

Siguió corriendo y de la nada sintió un estremecimiento que recorrió su cuerpo, no era como el que había sentido cuando vio a su guía por primera vez, más bien era una señal de aviso. Camino otro poco. No sabía ni donde estaba, pensándolo bien había sido imprudente salir corriendo de ese modo.

Llegó hasta un rio, debido a que ya era el atardecer el agua se veía profunda y misteriosa, de un azul oscuro que no presagiaba nada bueno, Jaejoong era buen nadador pero le tenía un poco de miedo a los mares, océanos… Ríos como ése… Solo de pensar en lo que podía esconderse en aquellas profundidades… ¡Ah! Nooo, no iba a pensar en eso.

—Yunho.

Susurró el rubio, le gustaba pronunciar ese nombre, había estado evitándolo todo el tiempo pero ahora podía saborearlo sin la presencia del aludido. No entendía en primer lugar porque nombraba a su guía, probablemente él ya estaría de camino al campamento feliz de haberse librado de su persona. Pero aún así, hasta en ese momento su cuerpo se sentía caliente y necesitado de algo… Algo que temía poder encontrar únicamente con Yunho.

— ¿Me llamabas?

Yunho pudo ver la sorpresa en el rostro de Jaejoong al escuchar su voz, él no sabía que había estado siguiéndolo todo el tiempo, aunque su trabajo le había costado, el rubio era muy rápido… Más de lo normal.

El menor trastabilló hacía atrás y antes de que el moreno pudiera acercarse para tomar su mano cayó al agua. La corriente era algo fuerte así que con velocidad el mayor tomó una cuerda de su mochila para ayudarlo.

—Jae… Sujétate de ese árbol… Voy a sacarte.

— ¡Oh te odio! Todo esto es tú culpa guía Jung. —Jaejoong se sujeto de la raíz del árbol tratando de dominar su temor.

— ¿Volvemos a lo mismo? Hace un rato dijiste mi nombre Jae. No tiene nada de malo que vuelvas a decirlo.

—No me digas Jae, solo mis amigos pueden decirme así.

—Bien, entonces serás mi Dayma... —Murmuró Yunho mientras se ataba rápidamente la cuerda a la cintura.

— ¿Qué significa Daima? —Preguntó el rubio pero no pudo evitar el estremecimiento placentero cuando escuchó el “serás MÍ…” de Yunho.

—Princesa. —Sonrió el mayor.

— ¡Asshh! Enserio te odio. —De pronto Jaejoong sintió algo moverse alrededor de su pierna. — ¡Ahhh!

— ¿Qué ocurre Jaejoong? —Inmediatamente el mayor se acercó a la orilla y observó fijamente el agua.

El menor se arrepintió de haberle dicho a Yunho que no usara el diminutivo de su nombre justo en el momento en que éste pronuncio “Jaejoong” se escuchaba tan sensual y sugerente viniendo de su boca.

— ¡Oh! —Gimió olvidando la excitación y soltándose de la rama cuando sintió de nuevo el movimiento resbaladizo en su pierna. — ¡Ohhhh sentí algo en mi pierna!

El rubio chapoteó desesperado. No podía concentrarse para coordinar los movimientos de su cuerpo, así que lo único que podía hacer era luchar por no ahogarse.

—Cálmate… Seguro es sólo un alga, escucha, debes…

— ¡No! ¡Se está moviendo! ¡Oh por favor! Ayúdame.

Jaejoong no pudo evitar que Yunho viera algunas lágrimas acumulándose en sus ojos, estaba asustado de muerte, sabía que había algo enredándose en su pierna, no quería morir así, no en la selva, no lejos de su familia.

El ver aquel rastro salado en los ojos del menor y escuchar su petición temblorosa provocaron el surgimiento de un instinto protector y posesivo en el moreno, no quería ver a Jaejoong asustado, ni llorando. Sabía que lo que había en la pierna de éste era una pequeña serpiente de agua dulce (su pantera podía verla), era consciente de que no era peligrosa, sabía que Jae estaría bien, lo que debía hacer era atar la cuerda al árbol porque también tenía conocimiento de que pronto la corriente se intensificaría y si se metía al rio sin ser precavido el agua podría arrastrarlos a ambos… Pero era tan difícil ignorar la petición temblorosa del hombre más pequeño.

—Yu-Yunho...

Susurró trémulamente el rubio con los ojos acuosos.

Y su nombre susurrado de aquel modo fue la perdición del moreno.

<<Tiene miedo, debes ayudarlo, estaremos bien>>

Hasta su pantera sentía esa necesidad de proteger a Jaejoong. ¡Al diablo! Solo esperaba que su animal interior tuviera razón. El mayor se quitó la cuerda de la cintura porque le disminuía movilidad y se lanzó al agua, inmediatamente se sumergió y quitó la traviesa serpiente de la pierna del rubio, que gimoteó agradecido y enredó piernas y brazos alrededor de su cuerpo.

— ¡Oh! Gra-gracias…

Yunho lo abrazó algo dubitativo y acarició su espalda tranquilizadoramente, en ese momento no sentía oleadas de deseo al tenerlo tan cerca, sólo se sentía… Bien. Correcto. Jaejoong encajaba perfectamente entre sus brazos.

<<Mentiroso>>

¡Bien! Si lo deseaba, la forma en que el menor se pegaba a su cuerpo era francamente estimulante, pero se debía a que estaba asustado, no sabía lo que hacía, se sentía como todo un pervertido al tener el impulso de tomar entre sus manos ese lindo trasero e impulsar el cuerpo contra el del hombre más pequeño. 

Jaejoong gimió quedamente y en ese momento Yunho se dio cuenta de que ya tenía las manos sobre el trasero del rubio. El menor lo miró con algo de sorpresa pero en lugar de pegarle o empujarle lo envolvió más estrechamente con las piernas, entreabriendo los labios en una no tan sutil invitación. El moreno gruñó y estrujó con más fuerza su culo pero justo cuando iba a besarlo la corriente los golpeó y la razón regresó a ambos, así que desviaron la vista y trataron de actuar normal.

—Tranquilo Jaejoong. No dejaré que nada te suceda ¿Vale?

El rubio volteo nuevamente a ver al mayor y sus miradas se enlazaron de un modo íntimo, tanto que el menor estaba seguro que sus mejillas se estaban calentando a pesar del agua fría del rio. Esas palabras sonaban sinceras, nunca nadie le había dicho eso… Y él le creía, de algún modo sabia que ese hombre lo protegería.

<<Deben moverse, la corriente incrementa y los caimanes aprovechan para trasladarse>>

—Escucha… —Yunho rompió el contacto visual y de algún modo el menor sintió que algo le era arrebatado. —Debes volver a tomar la rama Jaejoong. Te ayudare.

—N-no creo poder… Siento que mis brazos y piernas se han paralizado alrededor de tu cuerpo. T-tengo miedo.

<<Mentiroso, puedes mover tus brazos y piernas, sólo quieres que te vuelva a manosear>>

¿Qué era esa voz? ¿Su conciencia? ¡Bien! Si podía moverse, y también era cierto que el toque del hombre más alto lo excitaba como ninguno otro, pero realmente estaba asustado, por alguna extraña razón no quería soltar al moreno, no quería alejarse de él, y no, no era porque quisiera que el otro continuara tocándolo, era… Otra cosa…

—Lo sé… Sé que esto es difícil para ti, pero estoy aquí, contigo. —Yunho se deslizo hacía la orilla, no fue fácil, la corriente aumentaba ya pero debía poner a salvo al menor. —Tómala Jae… Toma la raíz. —El rubio asintió acongojado y trémulamente se sostuvo nuevamente del árbol pero detuvo su intento de subir cuando sintió que la corriente desplazaba un poco el cuerpo del moreno.

—Yu-yunho.

—Estaré bien. —Habló confiadamente el mayor pero interiormente sonrió al escuchar nuevamente su nombre en los labios de Jaejoong. —Tan solo debes subir…

<<Estará bien>>

La voz en su cabeza trataba de tranquilizarlo pero Jaejoong no quería dejar a Yunho a su suerte, él se había arriesgado para salvarlo, y no sólo era eso, sentía una conexión con el moreno, necesitaba tenerlo cerca. Volteó a ver a Yunho que era desplazado rápidamente por la corriente, no soportaba ver como se alejaba… Aún algo indeciso y llamándose tonto de mil maneras Jaejoong susurró una plegaría, cerró los ojos y se soltó de la raíz del árbol.

— ¿Qué haces? —Le gritó el mayor incrédulo.

—Guía —El menor nadó para a acercarse al otro hombre y tomó su mano, inmediatamente el moreno lo acercó más a su cuerpo. —Tal vez sólo sea una carga más para ti, creo aún no terminas de agradarme pero… No puedo dejarte, es así de simple. Estamos juntos en esto.

El primer pensamiento de Yunho fue que Jaejoong era un idiota y si, era una carga, si el rubio hubiera estado a salvo cuando estuviera lejos de su vista se hubiese convertido en pantera y salido del agua sin esfuerzo, ahora con él a su lado no sabía qué diablos harían… Pero también sintió algo cálido en su pecho, en realidad nadie se había preocupado antes por él, su madre murió cuando él aún era un niño, y su padre… Bueno, Yunho no estuvo en los mejores términos con él después de la muerte de su madre. Él era el líder de su asentamiento, a él le correspondía proteger a los demás, su equipo sabía que podía cuidarse solo también. De algún modo era lindo que un muchacho pijo y berrinchudo se preocupara por su bienestar.

—De-después de todo… Yo… No sabría que hacer solo, p-por eso no puedo dejar que huyas de mi.

Agregó apresuradamente Jaejoong y Yunho sonrió, podía decir lo que quisiera pero él ya sabía que en el fondo el rubio deseaba estar a su lado. Tanto como él mismo ansiaba la cercanía del otro.

—Claro. Así que mejor morir en manos de los caimanes conmigo que en manos de cazadores nocturnos solo ¿No?

— ¿H-hay caimanes aquí?

—Unos cuantos…Pero no te preocupes, aún están lejos de aquí.

— ¿C-como sabes?

¡Mierda! Yunho debía tener cuidado con lo que decía.

—Un presentimiento.

— ¡Oh genial!

Ambos hombres fueron arrastrados por la corriente, no era sumamente enérgica pero si lo suficiente como para que no pudieran llegar a la orilla.

—Guía —Balbuceó el menor después de unos minutos. — ¿Va-vamos a morir?

Yunho sabía que estaban cerca de una enorme cascada pero no quería asustar más al rubio, para colmo ahí era donde se reunían los caimanes, si continuaban siendo arrastrados ninguno de los dos sobreviviría, ya fuera por la caída o por lo que les esperaba después de caer.

—No lo sé Dayma.

 No quería hacerlo, pero no había otra salida, tenía que dejar al hombre más pequeño inconsciente, la otra opción era transformarse justo junto a él y no creía que Jaejoong pudiera soportar ver a una enorme pantera a su lado de un momento a otro.

Yunho tomó entre sus manos el rostro del rubio y acercó su boca a la suya. Éste agrandó los ojos nuevamente por la sorpresa pero por segunda vez no se alejó, sólo espero expectante a que sus labios hicieran contacto.

El moreno quiso convencerse de que sólo había besado a Jaejoong para distraerlo, pero no, realmente había deseado probar esa boca desde que lo vio por primera vez… Y ahora que había obtenido una probada sabía que no habría descanso hasta que tuviera todo de él. Pidió perdón silenciosamente al rubio y cuando estaba a punto de presionar aquel punto estratégico en su cuello éste entreabrió los labios y empujo apasionadamente la lengua más allá de sus dientes.

Yunho lo había besado primero, Jaejoong supuso que era porque morirían pronto, una acción decía más que mil palabras así que no quiso morir sin probar a fondo aquella sensual y bien formada boca que tenía su guía. Percibiendo que el otro hombre se congelaba probablemente por su torpe y ardoroso intento se separó de él avergonzado y sintiéndose algo humillado. Intento deshacerse del agarre de Yunho, ya no quería continuar pegado a su cuerpo, pero el moreno lo único que hizo fue estrecharlo por la cintura con más fuerza y forzar su mandíbula con los dedos para que lo viera a los ojos. Se observaron por varios segundos sin decir nada hasta que con un gruñido resignado Yunho tomó al otro hombre por el cabello fundiendo sus labios nuevamente mientras hundía la lengua en su boca y enterraba los dedos en su culo.

Jaejoong jadeo entrecortadamente entre temeroso y excitado debido a la fiereza con que Yunho lo besaba. Todo era una experiencia nueva, normalmente él era el que tocaba el cuerpo de una mujer, el que imponía el ritmo en un beso… Aunque sin duda alguna le encantaba tener a un hombre… ¡No! Le encantaba tener únicamente a Yunho estrechándolo y manoseándolo ansiosamente.

El moreno metió aún más profundamente la lengua entre los labios del menor y éste se dejó dominar con un gemido tembloroso. Jaejoong por primera vez dejó el control de su cuerpo en manos de otra persona, sólo se concentró en sentir y en succionar ansiosamente esa húmeda lengua que se movía en el interior de su boca con estocadas profundas y casi asfixiantes, justo como él lo necesitaba. Quería más, quería todo de Yunho. El beso era tan desordenado, apasionado y húmedo que sintió como un delgado hilillo de saliva resbalaba por su barbilla, el moreno bajó su boca y limpiando ese pequeño rastro con la lengua volvió a besarlo. Jaejoong se aferró al cabello del otro, sentía que el aire le faltaba pero tampoco quería dejar de besar al mayor, prefería morir de ese modo que siendo devorado por caimanes. Comenzó a ver puntitos rojos en su visión y de repente fue consciente de que uno de los dedos de Yunho se presionaba con fuerza contra su cuello, sintió todo el cuerpo pesado y lanzando un suspiro en la boca del otro hombre se desmayó en sus brazos.

Yunho jadeó tratando de recuperarse del demoledor beso, cuando estabilizó un poco su respiración observó el rostro relajado del rubio y sonrió interiormente. Delineo con la vista aquella boca roja e hinchada. ¡Dios! Quería besarlo de nuevo. Ese había sido el mejor beso de toda su puta vida. ¿Qué mierda haría ahora? Ya no podría mantenerse alejado de Jaejoong. Gimiendo interiormente se transformó y sacó al hombre más pequeño del agua.

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Y ese fue el primer capi, espero que les haya gustado y perdón por la tardanza desde que publiqué el prologo xD