sábado, 20 de septiembre de 2014

Capitulo 1




Junsu dejó su equipaje en el suelo mientras estiraba su cuerpo después del agotador viaje... Eso sí, a pesar del cansancio estaba muy ilusionado, Arajuno era un lugar hermoso, se moría por explorarlo más a fondo, pero sobre todo lo que más deseaba era ver a su hermano mayor, no entendía porque tanto misterio pero lo había echado de menos, tenía poco más de dos años sin verlo ya que él había estado en el extranjero un largo tiempo.


¿SuSu?


Inmediatamente volteo hacía atrás al escuchar esa voz tan conocida y amada.


 ¡JaeJae!


Gritó el pelirrojo exaltado y se lanzó sobre el rubio que lo recibió con un abrazo fuerte y reconfortante.


— ¡Su! ¡Te he extrañado tanto! —Susurró Jaejoong con la voz algo quebrada por la emoción.

—Y yo a ti Jae... ¡Dios! Te has puesto más guapo.


Y era la verdad, su hermano se veía realmente radiante, su cuerpo un poco más lleno y musculoso de lo normal... Aunque... Había algo en su mirada que lo inquietó un poco.


—Lo mismo digo, te ves jodidamente bien. —Y antes de que el menor lo viera venir dejó una nalgada en su trasero. —Uhh, sigue siendo firme...

— ¡Jae! Tu siempre manoseándome. —Pucheó el menor con una enorme sonrisa en el rostro. —Bien, debo admitirlo, extrañé tus toqueteos.


Ambos voltearon al escuchar un carraspeo y Junsu tragó en seco al ver al varonil espécimen que tenía enfrente... Esperen ¿Whaat? ¿Él había pensado en un hombre de ese modo? ¡Qué carajo!


— ¡Ey, Ey! —Jaejoong tronó los dedos frente el rostro del pelirrojo. —No lo veas así, Yunho es mío...


Dicho eso el rubio caminó hacía el hombre de tez algo morena y cabello castaño oscuro que estaba recargado con una pose bastante sensual contra un árbol y frente a su atónito hermano menor besó su boca de un modo bastante posesivo que el otro hombre no dudo en corresponder.

Junsu estaba seguro de que tenía la boca abierta de par en par... ¡Su hermano! Su  hermano que siempre había sido un ligador que cambiaba de novia cada vez que cambiaba el color de su cabello se estaba besando con un hombre... Jodidamente sexy y varonil pero ¡Un hombre! No, eso no era un beso ¡Por dios! ¿Acaso planeaban liarse enfrente de él?




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Algo sorprendido por aquel arranque de su yaakhun, Yunho lo estrechó con fuerza entre sus brazos, amando la forma en que el esbelto cuerpo de Jaejoong se amoldaba al suyo, adorando el modo en que su boca parecía no poder saciarse del sabor de la suya. ¡Carajo! Lo deseaba... ¡Ya! Y Jae respondía por fin a su necesidad, a las caricias en su cuerpo, porque su amado había estado raro, un poco distante... Ya habían pasado dos días sin hacer el amor y eso simplemente. ¡No era normal! Ellos hacían el amor todo el tiempo. Deslizó tentativamente las manos por la espalda del menor hasta sujetar su trasero, la respuesta fue un gimoteo enfebrecido y un movimiento pélvico por parte del rubio que solo logró aumentar más la temperatura de su cuerpo.


—¡A-alto! —Escuchó la voz entrecortada del hermano de Jaejoong. — ¡Dios! Siento que estoy viendo una película para adultos... D-dejen de hacer eso.


Inmediatamente Jaejoong se separó del cuerpo de su pareja y Yunho, como el líder maduro que era odio un poco al pelirrojo, si no tuviera una imagen que conservar se habría tirado al piso a llorar por lo injusto de la vida.


— ¡Aja! Con que mi Susu ya ve películas porno... Crecen tan rápido. —Dijo el rubio con una enorme sonrisa pero por el color de sus mejillas era obvio que estaba algo avergonzado.

—Y-yo no dije eso... —Y también Junsu estaba sonrojado porque ver a ese par calenturiento había despertado algo en su interior. Porque quiso estar en el lugar de su hermano y no precisamente con el moreno, sino... Simplemente tener a un hombre que lo estrechara de ese modo. Que lo besara así. —Sabes que no soy tan pervertido como tú.




<<Se ve que ese hombre folla bien... Podríamos probar...>>




Se llevó ambas manos a la cabeza. ¿Que había sido eso? ¿Su conciencia? Pero... ¿Desde cuándo su conciencia tenía voz de mujer? Y ¿Desde cuándo su conciencia usaba palabras como “follar”? Él jamás usaría esa palabra.


—Ya la escuchas ¿Verdad? —Preguntó Jaejoong curioso, luego volteo a ver a su yaakhun. — ¿Eso quiere decir que tiene más o menos el mismo tiempo que yo para el cambio?

—No, depende mucho de la persona... Al parecer tu hermano no tiene ni 25 años. —Se veía bastante joven. —Por lo que tengo entendido las hembras se convierten por primera vez a esa edad. Junsu bien podría tener su cambio mañana o hasta dentro de varios meses, dudo que años.

—De que... —Comenzó a preguntar el pelirrojo pero su hermano lo interrumpió.

—Hay muchas cosas de las que tenemos que hablar Junsu...

—Las hay. Podrías empezar por... ¿Desde cuándo te hiciste gay?

—Desde que conocí a Yunho. —Susurró el rubio viendo a su yaakhun  con amor y devoción. La sorpresa en el rostro del moreno debido a sus palabras y a su mirada le molesto un poco, se sentía culpable, no quería lastimar a Yunho pero tenía tanto miedo. No sabía que pensar acerca de su situación actual. —Él cambió mi vida totalmente Junsu... Pero no es eso de lo que quiero que hablemos.

—Entonces ¿Que es Jae?

 —Bueno… Creo que no es el momento —No quería asustar a su hermanito, tenía que encontrar el modo de decirle. —Por ahora te enseñaré el asentamiento.


Junsu no estaba conforme con aquella respuesta pues odiaba sentir que se estaba perdiendo de algo importante, lamentablemente eso le sucedía constantemente ya que todos lo tachaban de débil, dulce y sensible. Era cierto que podía llegar a ser ingenuo e inocente pero ya era todo un hombre a sus 22 años, no necesitaba que lo sobreprotegieran. Caminó detrás de su hermano y el novio de éste, sumido en sus propios pensamientos y bochorno, el clima era realmente sofocante, demasiado... Caliente, hacía que se sintiera... Inquieto, por no decir excitado.




<<Esta aquí>>




Justo en el momento en que oyó aquella voz en su cabeza también escuchó a su hermano y al otro hombre maldecir ruidosamente. Se tensó por instinto pero nada lo preparó para lo que presenciaron sus ojos en ese momento. De entre los arbustos aparecieron dos enormes felinos y aunque solía exagerar esa vez no lo hacía, ambos animales eran grandes, más de lo normal. Se quedó boquiabierto y quieto, sin saber muy bien que hacer ya que ambos felinos parecían estar peleando... O jugando, la verdad no lograba diferenciarlo ya que ambos se derribaban y se mordían pero no parecía que quisieran hacerse daño. En un momento dado el felino más grande se colocó encima del otro y... Y... ¡Dios mío! El animal que estaba en el suelo comenzó a transformarse… E-en en un h-hombre.


¡Bien! Tú ganas Changmin... Anda, quítate de encima... Dijo Yoochun juguetonamente a su amigo, que aún estaba transformado.



<<Changmin, Changmin>>



Junsu no supo porque pero ese nombre comenzó a dar vueltas en su mente una y otra vez, todo se juntó dentro de su cabeza, la impresión, el miedo, lo irreal de la situación. Su vista comenzó a nublarse, fue levemente consciente de que su hermano decía su nombre pero no podía apartar la vista de aquel felino que aún estaba encima del cuerpo desnudo del otro hombre. Como si sintiera su mirada, aquel enorme animal clavó sus pupilas en él, las cuales se hicieron de un tono dorado al verlo, el tiempo se detuvo mientras se perdía en esos ojos gatunos y luego... Se desmayó.




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Quería volver pero su jodido humano era malditamente fuerte y se lo impedía. Todos en el asentamiento tenían miedo de que él tomara el control y encerrara a su humano en su interior. Ilusos todos. Changmin tenía el control sobre él, las pocas veces en que tomaba el control era porque el humano se lo permitía, tal vez inconscientemente. Su “posadero” no era una mala persona pero guardaba muchos sentimientos oscuros y llenos de rencor en su interior. Sentimientos que él aprovechaba y explotaba. Changmin lo odiaba, le echaba la culpa de la muerte de su mujer, él era un felino orgulloso que no necesitaba el cariño de su humano, así que se encargaba de darle nuevos motivos para que lo odiara más.


<<Debemos volver, mi hembra ha llegado>>

<< ¡No es tu hembra! Tu hembra murió, jodido traidor. >>


No sabía que pensar, su humano lo confundía pues era cierto que había tenido ya a su hembra aunque nunca la había visto pero… Entonces ¿Por qué había escuchado el “MIA” cuando vio a aquel pellirrojo? Como sea, por el momento no podía hacer nada, no cuando Changmin era un cobarde que prefería huir de lo que había sentido.




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Junsu fue recuperando poco a poco la conciencia, no sabía dónde estaba pero escuchaba voces lejanas. ¿Estaba muerto?


— ¡Yoochun! —Exclamó una voz grave, se le hacía familiar.

— ¿Qué? No cargo mi ropa cuando sé que me voy a transformar. —Vino el susurro coqueto y arrastrado del que suponía era el tal Yoochun.

—Ponte esto…  —Gruñó el hombre que primero se había quejado.

— ¡Yunho! Arrancaste la… —Comenzó a decir su hermano enfadado pero fue interrumpido por Yoochun.

— ¿Acaso el alfa tiene miedo de que a su yaakhun le guste más esto?

—Te voy a…

— ¡Ya! Yoochun, es al contrario, tú tienes mucho que envidiarle a mi Yunnie…

—Osea que si me estabas viendo, pillin…

— ¡Joongie! —Se quejó Yunho ofendido.

—P-pero amor yo no…

—Ey esperen, creo que está despertando…


Yoochun se acercó curioso a ver al pelirrojo mientras se sostenía con una mano la cortina que su alfa había arrancado de una de las ventanas, seguro se veía ridículo con aquel pedazo de tela floreada alrededor de la cintura, no entendía porque Jae se enojaba, su alfa le había hecho un favor a la humanidad al terminar con la vida de aquella fea cortina.

Los parpados del pelirrojo se removieron como si fuera a abrir sus ojos, lo observó con detenimiento, su piel suave y cremosa, aquellas lindas pestañas que abanicaban con suavidad sus redondas y rosadas mejillas… Era un hombre hermoso, una belleza totalmente diferente a la de Jaejoong pero no por eso menos impactante. El pelirrojo abrió totalmente los ojos y enfocó sus hermosos ojos color chocolate en él, se veía confundido, desorientado y….. No ocurrió nada cuando sus miradas se encontraron, no sintió ni siquiera un escalofrío recorrer su cuerpo, no sintió el reconocimiento. ¡Absolutamente nada!




<<Aún así podemos darle duro, me gusta>>




Que su felino únicamente sintiera deseo le enfureció, en el fondo había tenido la esperanza de que tal vez por fin podría encontrar a su otra mitad, era feliz con su vida de soltero, metiendo la polla en cualquier agujero pero… Cuando veía a su líder tan feliz y enamorado no podía evitar desear lo mismo para él.


—Junsu ¿Estás bien? —Preguntó Jaejoong observando con preocupación a su hermano menor, no sabía ni por dónde empezar a explicar lo que éste había visto. —Mmm… Yo…

— ¡Ohh Jae! —Lloriqueó el menor de los presentes. —Tuvo un sueño horrible, primero tú estabas saliendo con un hombre y…

—Eso es verdad… —Murmuró risueño Yunho acercándose a su pareja y dejando un beso suave en su mejilla.

—Bien, creo que puedo vivir con eso —Susurró Junsu temeroso. —Pero si eso es cierto, quiere decir que… L-lo que vi….  —Volteó a ver al pelinegro de la hermosa cortina floreada alrededor de la cintura. — ¡Ahhhh!



<<Hola papi>>



— ¿Qué? —Preguntó Yoochun asustado por aquel grito agudo.

—E-eres tú —Lo señaló con el dedo ignorando la voz de su cabeza —E-el felino que se convirtió en hombre… El hombre desnudo que estaba debajo de aquel felino e-enorme… T-tu…

—Calma Junsu —Murmuró Jaejoong empujando a Yoochun para acercarse a su hermano. Tomó sus manos y lo miró fijamente a los ojos, tratando de darle seguridad como siempre había hecho desde que perdieron a sus padres. —Es algo complicado, una larga historia, a mí también me costó trabajo comprenderlo y aprender a vivir con ello pero es diferente porque yo estaba solo, ahora estoy aquí para ti, contigo… No dejaré que nada malo le ocurra a mi hermanito ¿Entiendes?


Junsu asintió un par de veces aterrado pero luego frunció el ceño.


—JaeJae… Ya no soy un bebé, soy un adulto y puedo cuidarme solo, agradezco tu preocupación y apoyo pero ahora soy un hombre, puedes decirme las cosas sin rodeos así que habla ahora.


El rubio observó con sorpresa a su hermano pero luego sonrió orgulloso por aquella muestra de valentía. Era verdad, Junsu ya no era un niño… Y merecía saber toda la verdad, pero no aún.


—SuSu, te contaré todo, lo prometo pero… Te ves cansado. Más o menos ya sabes cómo está la situación, no fue un sueño… Aunque no hay de qué preocuparse, tan solo míralos. —Señaló a Yunho y a Yoochun. —Son inofensivos… Mírame a mí, sigo siendo tu hermano consentidor que aunque no quieras aún te ve como su bebé.

—Jae… Eso quiere decir que tu también…


El rubio asintió y a pesar de que Junsu era inocente e ingenuo no le costó mucho trabajo deducir ciertas cosas.


—Entonces yo…

—Si…. Esa voz que escuchas, no es tu conciencia… Porque ya la oyes ¿Verdad?


Junsu asintió suavemente. —Ya decía yo que mi conciencia no podría decir cosas como esa…

— ¿Qué te dice? —Preguntó Yoochun curioso, olvidando su mal humor para poner nervioso a ese lindo pelirrojo. — ¿Cuando me miras dice cosas sucias? No necesariamente a mí, podría ser Yunho… Si es así tienes una chica como tú hermano. En realidad siento que preguntar está de más, ambos son hermosos, ambos tienen cara de chica, seguro también tienes una hembra.


Junsu parpadeó repetidas veces al escuchar la palabra “hermoso” pues nunca había sido descrito así. Miró al pelinegro y luego al novio de su hermano, algo sonrojado al escuchar que su “conciencia” reaccionaba con palabras vulgares con el simple hecho de verlos. Bajó la vista y asintió.


—Sí, es voz de mujer la que está en mi cabeza pero no pienso repetir lo que dice. —Volteó a ver a su hermano con una mueca de disculpa. —Lo siento JaeJae, no es que me guste tu novio, o lo que sea de tí, es solo que…

—Ni lo menciones, entiendo ese sentimiento, como ya mencionó Yoochun también hay una chica en mi interior pero ahora que estoy con Yunho lo respeta a él y le es fiel a su felino.

—¡Oh! Eso quiero decir que yo también tendré que estar con un hombre porque…

—No lo sé SuSu, no sabemos mucho del tema, somos los primeros hombres con hembras en su interior… Podría haber chicas con machos en su interior también pero no pienses en eso ahora, por el momento debes descansar, esta será tu casa mientras estés aquí, yo mismo la decoré —Dijo orgulloso el rubio pero abultó el labio inferior al ver su hermosa cortina aún alrededor de la cintura del pelinegro. —Luego te traeré otras cortinas, necesitas de este lugar para tu primer cambio pero ya te explicaré más acerca de esto después ¿Si?


El pelirrojo asintió, para ser sincero tenía curiosidad pero tampoco estaba del todo seguro si quería saber todo justo en ese momento, además era cierto que se sentía agotado por el viaje, así que se volvió a recostar sobre la cama, cerró los ojos y cayó rendido, ni siquiera fue consciente de que los presentes salían por la puerta.




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<<¿Qué mierda estoy haciendo?>>


 Se preguntaba una y otra vez Changmin mientras abría con cuidado y sigilo la puerta. Al entrar a aquel lugar fue envuelto por el olor de Junsu, el hermano pelirrojo de Jaejoong, aquel chico que no había podido sacar de su cabeza desde que había visto aquella foto hace medio año… La foto no le hacía justicia, el chico era aún más hermoso en persona y eso le enfurecía, lo odiaba por eso.



<<Nuestros>>

<<No lo son>>

<<Entonces ¿Qué hacemos aquí?>>

<<No me dejaras en paz hasta que lo folle, y eso vengo a hacer>>




Después de contestarle a aquel maldito, mando su voz al fondo de su mente. Subió las escaleras y entró a la habitación del menor, inmediatamente su vista se quedó clavada en la pequeña y delicada figura que estaba en la cama… Se acercó aún más, sintiendo su corazón bombear frenéticamente dentro de su pecho, sus manos sudaban ¡Joder! ¡Maldito fuera Kim Junsu por provocar esas reacciones en su cuerpo. Si, reacciones, no emociones… Una vez que lo follara todo volvería a la normalidad. Es que ¿Cómo no desearlo? Ese color de cabello que le quedaba tan bien, esa hermosa boca, abultada, como la de un pequeño patito. Estiró una mano temblorosa hasta que hizo contacto con la sedosa piel del rostro del chico. Tan suave… Inmediatamente su cuerpo reaccionó, su miembro empujó contra sus vaqueros. ¡Carajo! Deslizo la yema de sus dedos por esa nívea piel y delineó la exquisita boca rosada del menor pero justo en ese momento fue consciente de la repentina tensión del cuerpo ajeno. Temeroso alzó la vista para encontrar los ojos del pelirrojo totalmente abiertos, sus miradas se enlazaron… Y lo sintió. El reconocimiento. ¡Joder no! ¡No! ¡Imposible!




<<MIO>>

<<MÍA>>





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—Yun…Ho —Llegó el suave y entrecortado murmullo de Jaejoong en la quietud de la habitación.

El moreno gruñó guturalmente en respuesta y alzó la pierna izquierda de su pareja, colocándola sobre su hombro para llegar con más profundidad en su interior.

—Joder Jaejoong… Te había extrañado…

—Nmhhh… Y yo a ti amor mío… Ahh n-no te detengas.

—Jaejoongie… ¿Qué ocurre? —Susurró el moreno pausando un poco el movimiento pélvico.

—No es nada Yunnie…—No deseaba preocupar a su amado— Solo continua poseyéndome.

—Te estás cerrando Jaejoong, no me dejas leerte —Reprochó el mayor frunciendo el entrecejo.

—Es que no quiero que te preocupes por tonterías, enserio Yun… Todo está bien.

—No te creo, algo ha cambiado… Dímelo o… O me saldré —Amenazó el moreno con una mirada totalmente decidida.

—No lo harás —Dijo con total seguridad el rubio. —No lo harás porque me amas, porque me deseas… Porque tu polla se muere por seguir enterrada profundamente en mi húmedo interior.

— ¡Joder Jaejoong! —Gruñó el mayor y lo embistió con fuerza, haciendo que el menor se retorciera extasiado debajo de su cuerpo. Realmente amaba el modo en que su pareja se lubricaba a su mismo de esa parte de su anatomía—Esto no se va a quedar así, odio cuando usas el sexo para salirte con la tuya.

—Mientes, te encanta…

El rubio se mordió el labio inferior provocativamente y onduló la cadera debajo del cuerpo de su yaakhun. Yunho no pudo resistirlo, nunca podía resistirse a Jaejoong. Se inclinó sobre el menor, hundiendo la lengua en su boca y clavando las uñas en la suave piel de su cadera, lo embistió con fuerza, logrando que el rubio gimoteara y se arqueara para adaptarse a su ritmo. Yunho gruñó, el sonido perdiéndose en la boca contraria. Continuó con aquel ritmo bestial, sintiendo las uñas de su compañero clavarse en su espalda, adoraba ser rasguñado por Jaejoong.


—Mmm… Jae…Joong… —Balbuceó urgente el mayor, enterrando su pene en el cálido agujero del rubio. —Córrete para mí.

—Yu-Yunho… —El menor jadeaba agitadamente en busca de aire. —Ahhh... Me vengo.


Con un grito incoherente Jaejoong dejo ir su semen contra el abdomen de su pareja, quien al sentir que el rubio había alcanzado la cumbre del placer se dejo ir también, gruñendo entrecortadamente el nombre del hombre que amaba mientras continuaba embistiéndolo, alargando el delicioso orgasmo de ambos. Cuando por fin dejo de correrse se desplomó sobre el cuerpo del rubio, quien lo envolvió cálidamente entre sus brazos.


—Yunnie… Te amo… No lo olvides.

—No lo olvido, amor mío —El moreno pasó su lengua perezosamente por la marca en el cuello de Jaejoong, aquella marca que era la prueba de que el rubio entre sus brazos era suyo, solo suyo. —También te amo.


Salió de su interior con cuidado e intercambió las posiciones para que el menor quedara sobre su pecho. Peino amorosamente con los dedos su cabello rubio. Jaejoong era hermoso siempre, pero sobre todo amaba verlo sudado, con los ojos saciados después de haber hecho el amor. Suspiró enamorado y cerró los ojos, estaba cansado, no había podido dormir bien las últimas noches debido a su preocupación por el distanciamiento del su compañero. No supo bien en qué momento sucedió pero se quedó irremediablemente dormido.

Jaejoong observó el apacible rostro de su amado, Yunho era malditamente guapo dormido, a pesar de que no tardaba en abrir la boca y entreabrir los ojos. ¡Dios! Lo amaba tanto. Tan solo esperaba que sus sospechas no fueran ciertas, tenía tanto miedo de dejarlo, no ahora, no cuando todo iba tan bien. Ojala y solo fuera un presentimiento estúpido. Apretó los ojos para detener las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos y recargó el rostro en el pecho del mayor. El sueño tampoco tardó en alcanzarlo.





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Junsu observó fijamente los ojos castaños del hombre que estaba frente a él, una corriente ecléctica recorrió sus terminaciones nerviosas de pies a cabeza y una oleada de deseo lo golpeó con tanta fuerza que sintió su miembro despertar de golpe. ¿Qué diablos? No había sucedido lo mismo cuando había visto a Yunho y a Yoochun. Por suerte tenía una manta sobre la parte inferior de su cuerpo.




<<Es mío, mío… Lo quiero, lo deseo>>



—Changmin…


Susurró el pelirrojo como si conociera al más alto de toda la vida. No estaba seguro del porque pero sabía que ese hombre era el enorme felino que había estado encima del cuerpo de Yoochun, ese que volteó a verlo de un modo penetrante. Al escuchar el nombre que escapó de sus labios, el castaño se tensó y sus ojos se tornaron de un café más almibarado. Al examinar su cuerpo viril con la vista, Junsu notó claramente que el otro hombre estaba… Excitado, tanto como él mismo.


—No es por ti. —Dijo tranquilamente el castaño, la cadencia en su voz provocaba que Junsu quisiera arrancarse la ropa y lanzarse sobre él. —Me gustan los coños húmedos, no los culos secos. 




<<No estará seco… Encontraras la gloria en ese culo>>

<<¡Cállate! No te pregunte>>




El pelirrojo parpadeo atónito ante sus palabras, aquel hombre no tenía reparos al hablar de ese modo, encontraba desagradable su vocabulario y se sintió ofendido pero… Había una extraña luz en ese par de ojos. Era obvio que lo deseaba, que sentía esa corriente eléctrica que viajaba de uno a otro.


— ¿Te comió la lengua el ratón, hombrecito?


Junsu continuó sin decir nada. Sólo mantenía la vista fija en las pupilas contrarias, parecía que el hombre estaba a la defensiva, sus ojos eran como los de un animal enjaulado, ansioso… Asustado.




<<Fóllame… Lo quiero duro>>




— ¡Joder! Respóndeme.


Changmin tomó el mentón del pelirrojo con algo de brusquedad y se cernió amenazantemente sobre él, colocándose sobre su cuerpo pero teniendo cuidado de no rozar sus extremidades con las contrarias. Buscaba intimidarlo. Asustarlo… Quería ver sus ojos llenos de pánico, no de escrutinio, no de deseo. La respuesta fue otro incomodo silencio, así que deslizo la mano hasta el delicado cuello del pelirrojo y ahí apretó un poco, no puso la suficiente fuerza como para lastimarlo, a pesar de que le enfurecía su silencio, no quería lastimar ni arruinar la palidez de esa blanquecina y hermosa piel, no con los dedos, pero tal vez si con su boca, con sus dientes. El chico debajo de su cuerpo tragó saliva y pudo ver algo de aprehensión en sus ojos pero no lo suficiente para su paz mental.


— ¿Sabes? No eres tan guapo en persona, te veías mejor en aquella foto que tenía tu hermano sobre el mueble. —Changmin quería callarse con un puñetazo pero no podía detener las palabras que brotaban de su boca— Tus ojos son demasiado pequeños, tu nariz demasiado boluda, no tiene la elegancia de una linda nariz respingona. Tus labios son demasiado abultados y sin forma, como el pico de un pato.


Y mientras hablaba, Changmin llevó la yema sus dedos a la boca del menor. Con o sin forma era hermosa, y tan malditamente deseable.


—No hablemos de bocas que sales perdiendo…


Los labios del menor se movían debajo de sus dedos, haciendo que Changmin perdiera el autocontrol poco a poco. Esa había sido la oración más larga que le había escuchado al pelirrojo y lo había insultado descaradamente. Si cualquier otro hubiese dicho eso, el castaño lo habría callado con un puñetazo pero por extraño que pareciera, encontró divertido el comentario, además de cierto… No le gustaba la forma de sus labios.


—Y sin embargo… —Continuó hablando el menor. —Solo puedo pensar en besarte.


Junsu no sabía de dónde había salido eso. ¿Era lo que deseaba? ¡Dios si! No, deseaba más. La voz femenina en su cabeza no dejaba de gritar ¡Sexo! ¡Sexo! Usaba otras palabras pero eran palabras que no pensaba repetir. Como fuera. Podría jurar que en sus 5 sentidos jamás diría eso, algo asustado de lo que salía de su boca o podía salir después, llevo ambas manos a la misma, tratando de guardar silencio.

Changmin estaba seguro de que su boca se había abierto por la inocencia y seguridad con que el pelirrojo debajo de su cuerpo había dicho eso. Se inclinó aún más sobre el menor, tratando de quitar los dedos que éste mantenía cubriendo aquella tentadora y hermosa boca. Sus manos temblaban, se sentía como un chico inexperto que estaba a punto de dar su primer beso y en cierto modo era así, hacían más de 6 años que no besaba a nadie, en algún momento después de que murió su pareja había perdido el interés por besar otros labios, solo se dedicaba a meter la polla en un agujero para liberar el estrés, para tener calmado a su maldito jaguar, ya había olvidado lo que se sentía anhelar el contacto de unos labios sobre los suyos. Continuó tirando de la mano del menor hasta que por fin logró dejar al descubierto lo que tanto deseaba en ese momento.


—Cumpliré tu deseo Junsu…


Aquel nombre se deslizó por su lengua como una caricia y antes de detenerse a pensar los muchos motivos por los que no debía hacer eso, unió sus labios a los ajenos. Eran malditamente suaves, entreabriéndose ansiosos debajo de los suyos, a pesar de que se movían vacilantes era obvio que el menor sabía lo que hacía. No había vuelta atrás, ahora que había obtenido una pequeña probada de Junsu, no descansaría hasta que su polla estuviese enterrada en el estrecho agujero ajeno. Presionó con los dedos la mandíbula del pelirrojo, forzándolo a abrir por completo la boca para que recibiera su lengua a pesar de que no había ninguna resistencia en los labios que se separaban dócilmente debajo de los suyos, aquella sumisión en el hombre más pequeño, lo enloquecía.

La sensación de la lengua de Changmin perforando su boca vorazmente provocaba que Junsu se retorciera bajo el cuerpo que tenía encima. Rozando de forma incontrolable e imparable su ya notable erección contra las extremidades del mayor, gimiendo desvergonzado en la boca de éste, y el más alto no se quedaba atrás con el movimiento pélvico, haciéndole sentir su miembro duro restregarse totalmente sobre el propio a pesar de que ambos estaban vestidos.
Cuando el castaño sintió los dedos del menor aferrarlo del cabello y sus piernas rodearlo, supo que tenía que parar, en ese momento que aún podía. Se odiaba por haber perdido el control así y cuando estaba enfadado no era racional, en ese momento lo que más deseaba era asustar a Junsu, alejarlo de una vez y definitivamente de él, solo así estaría a salvo, aunque detestaba admitirlo, por voluntad propia no se alejaría ni loco del menor. Estaba totalmente seguro que esa no era la mejor opción pero, en ese instante no se le ocurría otra escapatoria, se sentía como un animal salvaje enjaulado, asustado. ¿Y qué hacían éstos normalmente cuando se sentían así? Atacar.

Changmin alejó su boca de la ajena y forzó a su jaguar a salir, sus huesos crujieron, sus colmillos comenzaron a crecer, su rostro a deformarse. Sabía que el espectáculo que estaba dando era aterrador por el grito ahogado que escapó de los labios ajenos y la mirada de horror que estaba pintada en aquel hermoso rostro. Una parte de él sufría por hacerle eso al pelirrojo, la otra se regocijaba en su temor.

Junsu no creía lo que estaba viendo, a pesar de que Jaejoong ya le había hablado de eso no estaba preparado para verlo, esto era diferente a ver a Yoochun pasar de su estado animal al humano, el cambio de hombre a felino era  tenebroso, aún podía escuchar en sus oídos el tronar de huesos. Su piel se erizo por completo, se congeló debido al temor cuando tuvo encima a un enorme felino, éste le gruño y Junsu salió por completo del estado inmóvil en que se encontraba, gritó nuevamente, horrorizado y se removió agitadamente debajo del enorme felino, su desesperación era tal que al intentar escapar se lastimó el brazo con una de las garras del animal, inmediatamente la sangre brotó. El pelirrojo estaba convencido de que ahora si aquel monstruo lo despedazaría, pero al contrario, estaba seguro de que lo que pasó por aquellos ojos pardos fue… Arrepentimiento. El animal se cernió sobre su cuerpo y el menor apretó los ojos, su sorpresa fue grande al escuchar un ronroneo y sentir una lengua áspera pasar por su brazo. Abrió atónito los ojos para ver al enorme felino dedicarle una mirada triste para después salir por la ventana, solo escuchó el ruido del cristal rompiéndose y al bajar la vista notó que su brazo no sangraba más, solo quedaba una pequeña marca rojiza ahí donde antes había estado el profundo arañazo.




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Y bueno, ahí estuvo el primer capítulo. Si se me escapó algún error muy notorio me dicen, que en mi prisa por querer subir no creo haber revisado bien.

Espero que les guste, no se bien que decir, solo que la inspiración se me fue como por 2 meses o más. Lamento mucho haberlas hecho esperar. :c -Pone su expresión más triste para causar lástima- Enserio intentaré no tardar tanto para el próximo capítulo, espero que no se haya perdido mucho el hilo de la historia del YunJae. Y waaaa ¡Una disculpa de nuevo!