En ese momento se escuchó el estruendoso
ruido de una ventana rompiéndose y Jaejoong volteó en aquella dirección, soltó
un suspiro tembloroso al ver una enorme pantera
a unos cuantos metros de él, de la nada el cuerpo de Changmin le fue
quitado de encima.
Yunho… Yunho… ¡Yunho! Esa vez fueron
lágrimas de alivio las que se escaparon de los ojos de Jaejoong. Pero la
felicidad se esfumó cuando percibió un olorcillo dulzón y bastante penetrante
en el otro hombre.
—Esta
vez si estás muerto Shim Changmin. —Gruñó guturalmente Yunho respirando
agitadamente.
—P-ero
alfa.. S-solo quería darte un incentivo.
—Changmin jadeó ahogadamente porque el moreno lo estaba dejando sin aliento… Y
no por lo varonil que era, sino porque estaba aplastando su cuello. —Para que
te apresuraras aún más…
A
pesar de la situación Changmin no pudo evitar reír interiormente, tanto Yoochun
como su alfa sabían que sólo había estado jugando, la presencia de su líder había
sido notoria desde que estaba a unos metros de Balam, era lo bueno de ser cambia formas bien entrenados.
—Alfa,
luego podrás matar a Changmin, es más, yo te ayudaré. —Dijo Yoochun divertido. —Pero
ahora hay alguien que te necesita…
El moreno suspiró y dejó a Changmin,
Yoochun tenía razón, el castaño se las pagaría luego, se prometió a su mismo
que se vengaría. Volteó a ver a su yaakhun
y se acercó a él, esperaba ser recibido con una sonrisa, por lo menos una
expresión de alivio, en cambio el rubio se incorporó totalmente y un puño se
estrelló contra su mandíbula.
—Que
dem…
—
¡Ohh te odio! —Susurró el menor pero aquel pequeño roce de su piel contra la
del moreno lo hizo gemir y se pegó totalmente a él. —Mucho.
Jaejoong
intentó alejarse de Yunho pero no podía, sus manos por iniciativa propia
recorrían aquel cuerpo que tan bien conocía y que tanto amaba.
—Bien
señores el show se acabó, dejen de ver el culo del alfa… Fuera… Fuera de aquí.
Yoochun
arrastro a todos fuera de la casa de Jaejoong dejando a los dos tortolos
juntos.
Yunho
no perdió el tiempo, una vez que todos salieron comenzó a quitar la ropa de
Jaejoong velozmente, tal vez éste estaba enojado por todo lo que lo hizo
esperar, pero no había sido su culpa…
—N-no.
—Gimió Jaejoong pasando la lengua por el cuello de su yaakhun. —No me toques…
—Dayma que…
—Hueles
a ella Yunho ah… Todo tu…
¡Con
que era eso! Tenían mucho de qué hablar… Pero ¡Carajo! Ese no era momento de
explicaciones.
—Jaejoong
ah, no es lo que crees… Puedo explicarlo, pero no ahora amor. Estas hecho un
desastre…
—
¡Gracias! Siempre eres tan lindo.
—Créeme
que yo no estoy mejor, te necesito….
Jaejoong pudo sentir la sinceridad de las palabras de
Yunho, de hecho también se veía bastante ansioso y desaliñado, al parecer su yaakhun se veía más afectado que los
demás por su cambio. Aún algo indeciso
cerró los ojos y acercó su boca a la de Yunho. Inmediatamente se encontró
contra la pared con todo el cuerpo del moreno pegado al suyo, un gemido ruidoso
escapó de su garganta por la ardiente y placentera sensación que lo azotó por
ese roce pero el sonido se perdió dentro de la boca de Yunho, que lo besaba
como si hubieran pasado años sin haberse probado.
El moreno actuó veloz, arrancado la ropa del cuerpo del
menor sin dejar de morder y devorar su boca, de ahogarlo un poco con la lengua.
Una vez que Jaejoong también estuvo desnudo, colocó las manos sobre la espalda
contraría y enterró sus uñas en ella, Yunho gruñó y el rubio sintió algo húmedo
entre sus dedos… Inmediatamente rompió el beso.
—Y-yo…
L-lo siento, no quise…
—No
importa… Sanará. —Gruñó jadeante.
—Pero….
Yunho evitó que siguiera hablando con otro
ardiente y desordenado beso y Jaejoong nuevamente se perdió, siempre había sido
extremadamente placentero estar con el moreno pero en esa ocasión era aún mejor
porque su piel era más sensible a cada roce, cada caricia. El menor se sentía
salvaje, frenético, caliente… Y Yunho no se daba prisa. Con un gemido frustrado
lo empujó con fuerza contra la mesa y se subió sobre su cuerpo, pero al parecer
el mueble no aguantó su peso combinado y ambos cayeron al piso.
Nuevamente iba a pedir perdón pero el
moreno lo calló metiendo la lengua hasta el fondo de su boca y ambos rodaron
lejos de las astillas de la mesa. Jaejoong aferró a Yunho con fuerza del
cabello y gritó retorciéndose en el piso cuando el moreno lo penetró de una
sola vez. Directo, desgarrador, profundo. El rubio se adhirió con brazos y
piernas al cuerpo ajeno mientras lagrimas de placer se deslizaban por su
mejilla.
—¿T-te
estoy lastimando?
—No
¡Dios! No, n-no te detengas ¡Joder!
Yunho
gruñó e intentó penetrarlo nuevamente con dureza pero el piso era resbaloso así
que ambos se deslizaron.
—
¡Carajo!
—Yun…
Yunho… —Lo llamó desesperadamente Jaejoong.
El
moreno lo cargó con una facilidad asombrosa y sin salir de su cuerpo lo llevó a
uno de los sillones, ahí continuó penetrándolo con fuerza y con más facilidad, Jaejoong
gimoteo y echó la cabeza hacia atrás, sacudiéndola un poco de derecha a izquierda mientras rasguñaba y se aferraba a
cualquier parte del cuerpo del mayor, su cuello quedó a la merced del contrario,
quien no perdió tiempo para marcar con chupetones su piel. Yunho llegó a ese
punto especial que necesitaba su mordida y pasó la lengua y los dientes
repetidamente en ese sitio haciendo que Jaejoong contuviera el aliento
expectante.
—Hazlo
ya ¡Mierda! —Gruñó.
Yunho
rió quedamente contra la extensión pálida y perfecta del cuello del rubio, lo
cual enfureció más a este…
—Que
impaciente es mi yaakhun… —Susurró
quedamente sin dejar de pasar la boca en una casi imperceptible caricia por la
piel del menor.
—¡Aghh!
—Explotó Jaejoong con sus característicos arranques. —Bien, no necesito que lo
hagas, no te necesito a ti y te odi…
Su
palabras de detuvieron de golpe y exhalo un gruñido ahogado cuando sintió los dientes
de Yunho penetrando en su piel. Nuevamente ambos fueron azotados por ese
latigazo candente y fulminante de éxtasis, y eso era quedarse corto, lo que
sentían iba más allá del placer, del gozo. Jaejoong gritó casi desgarrándose la
garganta y fue levemente consciente del grito gutural de Yunho que quedó
ahogado debido a que sus dientes aún estaban enterrados en su piel. Ambos se
corrieron con fuerza, juntando más sus cuerpos sudorosos y temblorosos. Esa vez
fue diferente a las anteriores, porque esa vez ambos se sintieron completos,
totalmente ligados para la eternidad. Por fin Jaejoong se relajó, el calor y la
necesidad extrema se esfumaron dejándolo jadeante y agotado pero feliz,
jodidamente feliz por el hecho de estar con su amado, con su Yunho.
El
moreno se incorporó un poco y tomó el rostro del rubio entre sus manos.
Mirándolo penetrantemente.
—Que…
—Comenzó a decir pero Yunho lo interrumpió.
—Escúchame
bien. Tú eres Kim Jaejoong. —El mayor también soltaba jadeos ahogados, su
expresión aún era salvaje e incitante, sus ojos más oscuros de lo normal debido
a la pasión y el placer anteriormente experimentados. ¡Tan malditamente
perfecto! Jaejoong trató de enfocarlo adecuadamente y escucharlo, Yunho parecía…
Asustado. — Tienes un hermano y una abuela que te aman y se preocupan por ti.
Yo soy Jung Yunho, el hombre que más te ama y no quiero perderte. Tienes que
volver a mí, me moriré si te pierdo. ¿Me escuchas? Te amo, te amo más de lo que
imaginas, se que sólo te he hecho daño pero tienes que dejar que me redima,
tienes que permitirme que te ame el resto de nuestras vidas. Asiente si me
estas escuchando.
Jaejoong
asintió torpemente sin entender del todo a Yunho.
—Ahora
dime que me amas, que volverás a mí
—T-te
amo. Realmente te amo Yunho ah.
—Volverás
a mí…
—Que…
—Volverás
a mi ¡Mierda Jae! Dilo… —Exigió urgente.
—V-volveré
a ti.
Yunho asintió pero la inquietud no se fue de su mirada.
Bajó la boca y lo beso duramente, casi desesperado y como siempre Jaejoong
respondió fervorosamente y sumiso al ataque de los labios, lengua y dientes de
su amante. De pronto sintió un calambre fuerte recorriendo todo su cuerpo y
jadeó asustado.
—Shh…
Estoy contigo bebe. —Susurró Yunho saliendo de su interior y colocándose a su
lado. —No tengas miedo.
Jaejoong asintió algo más seguro pero el miedo volvió
cuando sintió el dolor y el ruido de sus huesos al removerse dentro de su
cuerpo. Jadeó entrecortadamente y se dejó sostener por Yunho, gritando
suavemente y gimoteando, no tanto por el dolor, aunque si dolía, pero era más
grande su temor a lo desconocido.
—Yu-Yunho…
—Su voz era más un graznido. —N-no me dejes.
—Nunca,
nunca Jaejoong. Sólo respira y relájate.
Asintió y después de unos interminables momentos de ruidos
espantosos y movimientos dolorosos dentro de su cuerpo sintió el cambio en su
plenitud y él se perdió, quedo encerrado en la cabeza de su animal.
Yunho observó a la hermosa hembra leopardo que tenía
enfrente, era bastante grande, no tanto como él pero había otras más pequeñas
en Balam. La hembra lo volteó a ver y le enseñó amenazadoramente los dientes
antes de saltar por la ventana. El moreno trago saliva y rogando porque
Jaejoong pudiera imponerse a su felina se transformó y la pantera salió detrás
de su hembra.
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Corrió lo más rápido que pudo ¡Por fin era libre! Era genial
sentir la tierra mojada bajo sus patas, la naturaleza rodeándola. Conforme siguió
corriendo sintió una presencia detrás de ella, un macho, su macho, pero no le
importaba, era libre, de estar con quien quisiera. Llegó hasta un árbol y se
restregó contra el tronco, dejando su olor, atrayendo a otros machos de su
especie, quería verlos pelear por ella, morir por ella, sólo así demostrarían
su valía y ella podría considerar dejar que la montaran. Pasó el tiempo y apresuró las zancadas de sus
flexibles patas cuando la pantera se acercó pero ésta pronto le dio alcance.
Ella volteo furiosa y con un gruñido se lanzó sobre el macho, mordiéndolo y
rasguñándolo, la pantera tuvo cuidado de no lastimarla pero tampoco se dejó
maltratar, al contrario, buscó dominarla, poseerla, ese juego le gustaba, pero
no lo suficiente como para permitir que ese macho fuera el primero y único en
montarla así que con una mordida fuerte en el cuello lo hizo retroceder y
corrió de nuevo, lejos de él.
La pantera observó a su hembra huir de su lado y él no pudo
seguirla porque ya había hecho su intento y ella lo había rechazado, tal vez
debió haber tenido paciencia pero no había podido evitar intentar imponerse
desde el principio, el humano de su cabeza moría por seguirla pero… No podía ir
contra la naturaleza, la leopardo debía volver a él y el hombre en su interior
rogó impotente porque así fuera.
La hembra escuchó una molesta voz en su cabeza pero la ignoró y
siguió corriendo eufórica, más porque en ese momento sabía que otros machos la
seguían ahora que la pantera había dejado de ser un obstáculo para ellos. Los
escuchó pelear detrás de ella, ellos querían marcarla, poseerla. Ahora la voz
de su cabeza repetía una y otra vez un nombre, era tan insistente que dejó de
ignorar al humano.
<<Él te lastimó. ¿Por qué quieres volver a su lado?
>>
<<Porque lo amo >>
Bufó por esa respuesta, no era como si no quisiera volver a lado
de su macho, pero quería divertirse antes, estaba en todo su derecho, debía
aprovechar ahora que el control del humano aún era débil en ella.
En ese momento fue consciente de que ya no había varios machos
siguiéndola, al parecer uno había ganado. Se detuvo un instante y volteó atenta
en todas direcciones, el pequeño movimiento poco armónico de una hoja la hizo
voltear y alcanzó a ver un tigre agazapado en una hoja, gruñó en ese dirección
y el macho salió de su escondite, el humano en su cabeza inmediatamente tuvo un
mal presentimiento y ella retrocedió, por algún motivo no le gustaba que ese
tigre hubiera ganado el derecho de intentar poseerla.
<<Yo soy Kim Jaejoong…. Y….>>
La felina escuchó a medias al humano y esquivó al tigre que
saltó casi encima de ella, no, no quería que él la poseyera, la pantera había
sido cuidadosa, era obvio que el tigre estaba dispuesto a dejarla medio muerta
con tal de hacerla suya. Se notaba por la forma en que la atacaba, con saña y
buscando herirla.
<<Tengo una
abuela y un hermano a los que amo…>>
Atacó al macho buscando lastimarlo para poder huir porque era
obvio que ella tenía las de perder… Ese olor… Se le hacía conocido… Era…
Parecido al del hombre que la otra vez estuvo en casa del humano… Se distrajo
un poco y el tigre logró posicionarse encima de su cuerpo, mordiendo
bruscamente su cuello, buscando sujetarla y dominarla así que ella lucho con
todas sus fuerzas hasta que logró alejar de un zarpazo en los ojos al macho,
quien gruño furioso y se alejo por unos momentos.
<<Y Yunho es
el amor de mi vida, me quiere y me necesita tanto como yo a él así que… ¡MUEVE
TU TRASERO DE REGRESO! >>
Bien, el chico había ganado su lugar dentro de su cabeza, ese
rubio era desesperante. Si tuviera aún fuerzas le haría caso pero se sentía
débil y cansada para ese momento y el tigre estaba menos afectado que ella.
<<Si pudiera lo haría… Lo lamento>>
El tigre se lanzó nuevamente sobre la hembra y ella decidió que
prefería morir antes de permitir que ese macho la reclamara, así que se lanzó
sobre él justo en el momento en que sentía una corriente de energía llegar a su
cuerpo.
<<Estamos
juntos en esto. Tú tienes que volver con tu macho y yo con mi hombre>>
No sabía cómo era posible eso pero al parecer ella y el humano
habían unido fuerzas. Como si fueran uno solo en cuerpo, una sola mente, y de
repente se sentía más poderosa, más ágil. Impactó de lleno contra el tigre
haciendo que el otro retrocediera un poco. Gruñó y se lanzó nuevamente contra
él, a pesar de que era más grande y de que era bastante fuerte pronto obtuvo la
ventaja y lo atacó en el cuello, el macho se retorció y la rasguñó intentando
quitársela de encima pero la hembra se aferró al otro, clavando más y más
profundo los dientes en el cuello del tigre hasta que probó sangre.
<<¡Espera!
N-no lo mates…. ¿Es un humano n-no?
Inmediatamente ella se alejó del tigre y éste se desplomó sin
fuerza en el suelo, aún respiraba… Lo único que la detuvo fue la voz asustada
de su humano en la cabeza… Ella no era así pero de repente había sentido sed de
sangre. No sabía quién era el humano detrás del tigre, tenía sus sospechas, por
eso se había puesto tan furiosa… Pero no le diría nada al rubio, hasta no estar
segura.
<<Aún está vivo, no te preocupes. Vámonos ya. Volvamos con
ellos>>
La pantera se paseaba desesperada de un lado a otro y su humano
preocupado y maldiciendo entre dientes no era de ayuda para calmarla un poco.
De pronto alzó la cabeza olfateando, era su hembra y… Estaba herida. Se
precipitó velozmente en su dirección y al llegar a su lado ella lo miro con
recelo y algo de indiferencia, pero no se alejó cuando la pantera se acercó y
pasó la lengua por las heridas de su cuello. La leopardo bufó molesta pero se
dejó hacer. Unos minutos después la pantera intentó montar a su hembra pero
ésta lo rasguño en el rostro para después lamer la herida y correr lejos de él.
Si, las hembras eran bastante volubles y complicadas pero esa vez si iba a
seguirla porque ella ya lo había aceptado.
Unas cuantas horas después en las que estuvieron tentándose sin ceder,
por fin la hembra permitió que el macho colocara las patas delanteras sobre su
coxis al mismo tiempo que la sujetaba con los dientes por la piel de su nuca,
tratando de no hacerle daño. La copula fue ruidosa y duro únicamente hasta que
el macho dejó ir su esperma dentro de la hembra. Después de eso la leopardo le
dio un zarpazo para alejarlo de su cuerpo pero aún así se mantuvo cerca del
macho y así termino el ritual de apareamiento convirtiendo a ambos animales en
pareja de por vida.
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Jaejoong se despertó al sentir el roce de unos dedos en su
cadera. Abrió los ojos lentamente y se encontró con la mirada preocupada de
Yunho.
—
¿Estás bien? —Susurró acariciando suavemente su rostro. — ¿Qué fue lo que
sucedió? Tu hembra estaba herida.
Jaejoong trató de hacer memoria… Recordaba que cuando
terminó el cambio se sintió atrapado en la cabeza de su leopardo, en realidad
el único modo en que había podido salir fue porque recordó las palabras de
Yunho, su yaakhun…. Pero había otra
cosa. Su hembra había sido atacada por un tigre, y ese macho olía como… No… No
podía ser. Espero a que su felina hablara pero estaba callada, tal vez ella no
había percibido ese olor familiar.
—
¿Jaejoong? —Cuestionó Yunho.
—N-no
es nada. —Mintió para no asustar el mayor.
—
¿Acaso no recuerdas que puedo detectar cuando me mientes? —Gruñó el moreno. —Ahora
estamos más conectados que nunca ¿No lo sientes?
De
hecho tenía razón, ahora sentía que su lazo era más muerte que nunca y eso lo complacía
más que ninguna otra cosa… Omitiendo el sexo claro. Sintió un cosquilleo
agradable en su piel y bajo la vista a su cadera. Había una marca ahí, de hecho
era un tatuaje como el de su espalda y definitivamente él no se lo había hecho.
—Que
es…
—No
sé, yo también lo tengo. —El mayor le mostró el mismo símbolo en su cadera pero
del lado contrario al suyo. —Y de hecho no es común, ninguna otra pareja en la
aldea lo tiene…
Jaejoong
sonrió y se acercó a Yunho. Aún seguían desnudos en medio de la selva.
—Me
gusta. De ese modo te siento totalmente mío.
Susurró
Jaejoong acercándose al moreno y pasando la lengua por el tatuaje. Yunho se
estremeció suavemente y tomándolo del cabello lo incorporó un poco buscando su
boca.
—A
mí también me gusta, tanto como el que tienes en la espalda. —Gruñó
mordisqueando los labios del menor mientras acariciaba continuamente el símbolo
en la cadera de éste.
—
¿Ya te dije que te amo?—Murmuró Jaejoong mientras juntaba sus labios con los de
mayor para ser besado profundamente pero se detuvo de golpe al recordar otra
cosa. —Yunho ¿Por qué tardaste tanto? ¿Ahora si me explicaras?
—Es
una larga historia Jae. Vamos a nuestra casa y te explico.
—
¿Nuestra casa?
—La
mía por supuesto, eres mi yaakhun y
tu lugar está a mi lado.
—
¿Me estas pidiendo que viva contigo? Porque esa es la peor petición que he escuchado. —Dijo el rubio
haciendo un puchero.
Yunho
sonrió y tomando entre sus manos el rostro del menor lo beso fogosamente,
explorando su boca como si esa fuera la última vez que podría saborearlo hasta
que Jaejoong lo alejó temblorosamente
cuando se quedó sin aire.
—Jaejoong.
—Jadeó Yunho contra los labios del otro hombre. —Te amo, hazme el hombre más feliz
del mundo y acéptame como tu yaakhun por
toda la eternidad. Acéptame porque necesito sentirte a mi lado para realmente
vivir, anhelo dormir todas las noches junto a ti, quiero observar tus muecas en
sueños y deseo despertar a tu lado todas las mañanas para hacerte el amor con
los suaves rayos del sol calentando nuestros cuerpos. Permíteme hacerte feliz,
aceptare tus berrinches, consentiré todos tus caprichos, te amaré y te
complaceré hasta que supliques que me detenga porque tu cuerpo no puede
soportar tanto placer.
—Yu-Yunho.
—Balbuceó Jaejoong colocando sus dedos sobre la boca del mayor. —Y-ya entendí…
Pero yo… Bueno… Tú como alfa tienes responsabilidades… Dijiste que debías tener
descendencia y yo no…
—
¡Al diablo las responsabilidades! Tú eres mi mayor prioridad ahora y siempre.
—
¿Se-seguro?
—Como
nunca.
Jaejoong
sonrió emocionado y se lanzo a los brazos del mayor besando su rostro
efusivamente.
—Sí,
si quiero pasar contigo el resto de mi vida. —Susurraba entre beso y beso.
Yunho
lo abrazó con fuerza y susurró quedamente que de hecho aunque Jaejoong no
hubiera aceptado estar con él no habría tenido de otra porque ambos ya estaban
ligados de por vida. Esas palabras se ganaron un golpe del rubio y el moreno
rió con ganas mientras besaba al otro repetidamente en la boca para contentarlo.
Pero esos suaves e inocentes roces de labios se convirtieron demasiado pronto
en un intenso intercambio de caricias profundas donde ambos luchaban por
dominar la boca del otro. Después de todo tal vez iban a tardar otro poco en
volver a su hogar…
Pangui
—
¡Maldita sea! Eres tan inútil como tu hermana. —Gritó el alfa Lee tirando de un
manotazo el jarrón que había sobre la mesa.
—Padre…
—No
me llames así, ya te he dicho que hasta que no demuestres que eres digno del
apellido Lee podrás decirme padre…
—Pero
alfa…
—Era
muy simple, sólo tenías que montar a la jodida hembra del niñato ese, inútil.
—Es
lo que estoy tratando de decirle… Yo iba ganando contra la hembra pero de
repente ella obtuvo poder, su cuerpo resplandecía y a pesar de estar herida estuvo
a punto de matarme.
¡Maldición!
Probablemente esa era la profecía…
"Él y ella en uno solo. La pasión
escondida y perpetrada por pocos da frutos a los afortunados”
Con
frutos ¿Se refería a fuerza? ¡Mierda! No era justo, Balam siempre iba un paso
delante de Pangui, a pesar de todo lo que había hecho él para evitarlo. Ellos
seguían siendo superiores. ¡No maldita sea! No lo permitiría, ya había hecho
demasiado como para rendirse en ese punto. Jaejoong aún no era un caso perdido.
Ya se le ocurriría algo para separarlo de Yunho. Sin importar lo fuerte que
ahora llegaran a ser ambos hombres si él lograba deshacerse de uno el otro no
podría vivir sin él… Lo que los hacía fuertes también era su más grande
debilidad. Por el momento de quienes tenía que preocuparse era de los otros dos…
Era obvio que alguien había mandado al rubio a ese sitio, fuere quien fuere esa
persona también mandaría al otro Kim cuando llegara el momento, eso seguro. Más
o menos tendría un año para planear algo, tal vez más, tal vez menos. Lo primero
que debía hacer era averiguar más de la familia de Jaejoong, aunque… Siwon ya
no podía volver… Era peligroso… Después de todo aún era su heredero.
—Escucha.
Debes irte… Te irás hoy mismo con Boa. Ambos fueron unos inútiles y lo más
seguro es que Yunho vendrá a pedir explicaciones por todo lo que sucedió, no es
tonto.
Choi
Siwon, cuyo verdadero nombre era Lee Siwon alzó la vista sorprendido.
—Pero…
—No
sospecharan de ti, él ni siquiera sabe que tienes un animal en tu interior. Yo
sólo diré que después de la decepción amorosa Boa decidió huir con otro hombre,
en este caso tú. Te mandaré a llamar de nuevo cuando sea el momento oportuno.
—No
estoy seguro de eso… Creo que Jaejoong y su hembra me reconocieron cuando los
ataque…
—Lo
dudo. Tu olor siempre está muy bien
camuflado. Por algo aún no han notado en Balam que eres mi hijo.
—En
ese caso alfa… Haré lo que usted crea conveniente.
El
alfa Lee asintió y despidió a su hijo con un movimiento de la mano. ¡Bien!
Ahora a esperar a Junsu. Ese si sería de Siwon. Él se encargaría de eso, podría
ser que aunque no se cumpliera la profecía, Pangui
obtendría un benefició si su hijo lograba hacerse del Kim menor… Él se
encargaría de Jaejoong… Tan hermoso y parecido a su padre… Él sería suyo, ya
que no había podido tener a Bonwa por culpa del entrometido de Miyong, tendría
a Jaejoong… Y debía ser antes de que procreara con Yunho. De hecho ellos no
podían saber que podían tener descendencia, clara prueba de eso eran justamente
los hermanos Kim. Por suerte aquello que había ordenado a su hijo que pusiera
en la bebida de Jaejoong ayudaría como anticonceptivo por lo menos por unos meses,
no tenía nada de qué preocuparse por el momento. Sólo tenía que esperar, por
suerte lo que le sobraba era paciencia.
Una semana después- Balam
—
¡Yunnie! ¡Volviste! Te extrañé. —Jaejoong se lanzó a los brazos del mayor
mientras éste entraba por la puerta.
Yunho
no dudó. Alzó a Jaejoong en brazos y sumergió la lengua entre sus labios
mientras colocaba las manos en su culo, juntando más sus cuerpos. El rubio
respondió como siempre hacía, enterrando los dedos en el cabello del moreno al
mismo tiempo que subía las piernas para rodear su cintura. El mayor lo llevó directo a la habitación y
fue hasta que Jaejoong sintió las manos de su hombre trabajar velozmente en su
pantalón que reaccionó.
—E-espera…
—Gimoteó mientras Yunho atacaba su cuello. —Mmmm Yunho… ah… Debes contarme…
C-como te fue…
—Después.
—Gruñó el hombre más alto— Te necesito… Te eché de menos.
—Mmm
y yo a ti pero…
Yunho
lo cayó con otro beso y Jaejoong se olvido de todo por las siguientes horas…
Después, mucho después
—
¿Ahora si me dirás? —Jadeó Jaejoong sobre la cama mientras trataba de recuperar
el aliento. ¡Dios! Habían roto un record o algo, pensándolo bien separarse por
tres días tenía sus ventajas.
—
¿Mmm? —Preguntó Yunho mientras se colocaba encima del menor y mordisqueaba su
hombro.
—
¡Ohh! No más —Rió el rubio nerviosamente—Si seguimos así me mataras.
Ignorándolo
Yunho comenzó a tantear con los dedos la entrada a su cuerpo y Jaejoong lo
empujó entre risas.
—
¡Es enserio! —Rió suavemente el menor. —Es más, hagamos algo… Me cuentas que
paso y después soy todo tuyo.
—Veamos.
—El mayor mordisqueo su hombro. —Pues resulta que Boa huyó con Siwon.
—
¿Enserio? —Preguntó Jaejoong incorporándose de golpe.
—Si
¿Cómo que te afectó mucho la noticia no? —Preguntó el mayor frunciendo el seño.
—No
seas celoso Yunnie. Sabes que únicamente tengo ojos para ti. —Susurró con un
puchero y pasó la lengua por los labios del mayor. —Te amo. ¿Tú me amas? —Dijo
colocándose encima del mayor.
—Sabes
que sí, mucho. —Besó suavemente la boca ajena. — ¿En que estaba? ¡Oh si! Fui a
hablar con el alfa Lee, parece que no está enojado por lo que ocurrió con Boa,
cosa extraña, creí que declararía la guerra contra Balam… Más bien parecía avergonzado por la conducta de Boa.
Jaejoong
asintió, ya Yunho le había contado lo que había pasado aquella vez que llegó
tarde a su cambio. Al parecer la perra de Boa lo había dormido, pero o no le
había dado lo suficiente, o el cuerpo del moreno era bastante resistente,
porque ese somnífero sólo le había hecho efecto unas cuantas horas.
Por
otro lado ya descartaba la idea de que quien lo había atacado aquella vez era Siwon,
era absurdo, en primer lugar el otro no era un cambia formas, y en segundo…
Había huido con Boa.
—Entonces
¿Todo está en orden?
—No
exactamente. Sinceramente no confió en el Alfa de Pangui… Mi instinto me advierte sobre él. Pero por el momento sólo
nos queda esperar. ¿Y tú? ¿Ya te comunicaste con tu abuela?
—Sí.
Se portó misteriosa. Me dijo que hay muchas cosas que debo saber, que también
te conciernen a ti, pero que debo esperar a que Junsu esté aquí. De hecho me
preguntó por mis nuevos amigos, por los que viven aquí… No se… Mi abuela
esconde muchas cosas ¿Sabes que fue lo primero que me preguntó?
—
¿Qué? —Preguntó el mayor realmente curioso.
—
¿Encontraste a Yunho?
—
¿Enserio?
—Sí,
no sé cómo pero sabía que tú eras mi yaakhun…
En ese caso, si va a mandar a Junsu con nosotros, significa también que su
pareja predestinada esta aquí ¿No?
—Eso
seguro, y también apuesto lo que sea a que tu hermano tiene una hembra… Esa es
otra cosa que no entiendo y no hay nadie que pueda darme una respuesta ¿Por qué
tienes una hembra? ¿Por qué tenemos este extraño símbolo en la piel? ¿Por qué
de la nada nos hemos hecho más fuertes y agiles? ¿Por qué eres tan jodidamente
hermoso?
Jaejoong
rió por lo último y recompensó a Yunho con un beso profundo.
—Sí,
hay muchas incógnitas aún. También me gustaría saber de mis padres. Estoy
seguro de que están ligados a Balam…
—Yo
creo lo mismo, pero lamentablemente, como lo habrás notado, en Balam los habitantes no pasan de los 30
años… Muchos de los amigos de mi padre y de mi madre se fueron a su muerte,
algunos a Pangui, otros a diferentes
lugares. Muchos me odiaron por mi comportamiento y no quisieron que yo los
dirigiera….
—No
pienses en eso Yunho ah, ellos se lo perdieron porque tú eres un perfecto y
genial alfa. —Dijo besando su pecho. —Además no tengo prisa alguna por
averiguar. Esperemos que las cosas se desvelen poco a poco, siempre que este
contigo todo estará bien.
—Lo
mismo digo. —Murmuró Yunho invirtiendo las posiciones en la cama. —Tengo
mejores cosas en las que pensar.
—Mmm…
Eres insaciable. —Jadeó jalando su cabello para un beso.
—Lo
dices como si tú mismo no lo…
Y
Jaejoong no lo dejó terminar. Lo besó ansioso y permitió que Yunho le hiciera
el amor del modo en que quisiera, las veces que deseara, porque lo amaba,
porque lo deseaba igual o más que el moreno. Pero sobre todo porque no quería
desperdiciar ni un solo momento, lamentablemente tanto él como Yunho sabían lo
fácil que se puede perder a las personas que se ama, Jaejoong rogaba que
tuviera muchos años a lado de Yunho en esa vida… Y toda una eternidad en las
próximas.
EPILOGO
----- SEIS MESES DESPUÉS
—
¡Abuelita! ¡Hasta que te acuerdas de que existo! —Susurró el pelirrojo con un
puchero— Tú y tus misterios… Que no puedo hablar con Jae, que no puedo salir
del país, que no puedo…
—Junsu.
Es hora. —Susurró la anciana olfateando el cuerpo del pelirrojo. —Ya lo
entenderás cuando llegues con tu hermano…
—
¿Podre verlo? —Preguntó emocionado el chico pasando totalmente desapercibido el
gesto de su abuela.
—Sí,
ya le avise que vas para allá. Él te estará esperando.
—
¡Bien! ¡Qué emoción! Iré a hacer mi equipaje.
El
pelirrojo iba a salir corriendo por la puerta pero fue detenido por la voz de
su abuela.
—Su.
Sólo una cosa más. No olvides que si tu y ella sienten que algo les pertenece…
¡Es porque así es! Sin importar lo que parezca, sin importar que intenten
engañarles, les pertenece y punto.
Junsu
iba a abrir la boca para preguntar. ¿Qué
diablos tratas de decirme? Pero su abuela volvió a hablar.
—Lo
entenderás cuando llegue el momento. Ahora dale un beso a tu abuelita y ve con
tu hermano.
Junsu
asintió aún algo confuso y besando dulcemente a su abuela salió.
La
mujer se mordió el labio nerviosamente cuando salió su nieto. Al parecer él la
tendría más difícil, Jaejoong era muy comunicativo y le había platicado de
todos en Balam… También de Changmin…
Cuya yaakunah había muerto. ¿Acaso
era posible eso? La carta de su hijo no mentía, sólo que se hubiera confundido…
Bueno… Las cosas se acomodarían a su tiempo… Pronto ella podría decir todo lo
que callaba.
FIN (?)
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Bien, lo prometido es deuda, por fin se terminó, bueno no, como podrán darse cuenta la historia continua, falta el MinSu *^* Y obvio hay muchos misterios aún acerca de los padres de Jae y Junsu... La yaakunah de Min... Etc...
Un adelantito, como tantas lo desean... ¡Habrá Mpreg! Ahora mi pregunta es esta... Seré sincera... No tengo ni el comienzo de la historia de Junsu... Así que ¿Que prefieren? ¿Esperar un par de meses a que escriba por lo menos más de la mitad o me arriesgo y escribo y publico las cosas conforme vayan saliendo de mi pervertida cabecita?... Si es así, podría subir un capítulo cada semana, dependiendo de la inspiración...
Bueno, lo dejo a su consideración....Gracias por todos sus comentarios <3 Agradezco muchisisimo la buena respuesta que le dieron al fic....
