CHANGMIN POV
La reunión en casa de Jaejoong
fue un completo y total desastre, definitivamente no debí asistir pero ese hija
de puta me chantajeó para que fuera, juró y perjuró que Junsu no iba a estar
ahí, no obstante lo primero que vi al llegar fue ese llamativo cabello azul
junto a un hermoso par de ojos llenos de terror al enfocarme, es obvio que
tampoco esperó encontrarme ahí. Obvio no me quedé callado, una vez que localicé
a Joong lo arrastré hacía un lugar más privado y me enteré de varias cosas
interesantes, no sé en qué momento mi racionalidad se fue a la verga.
Flashback
—Eres un desgraciado mentiroso, Jaejoong… Dijiste que Junsu no iba a
estar.
—Changmin… no te enojes, suficiente tengo con la mirada asesina de Yunho, él no quería que me metiera...
—Debiste hacerle caso, hyung. Esto se ha acabado, él dejó muy claro a quien prefiere.
—¿De verdad? Si tan seguro estás de eso ¿Por qué no está Chunnie con él ahora mismo?
—No sé, de por si nunca le puso mucha atención que digamos, a Junsu le gusta la mala vida.
—Tarado. No está aquí porque ellos dos no están juntos. Han terminado definitivamente. Te dije que fueras racional.
— ¿Yoochun te dijo? —Cuestioné sin ocultar la ansiedad en mi voz.
—Si… sé lo que pasó ese día en casa de Junsu y también sé que… ¡Ah! Ahí viene Yunho.
Antes de que pudiera detenerlo, Joong salió pitando y
deslicé los dedos por mi cabello en señal de desconcierto y frustración. Así
que no están saliendo nuevamente. ¿Por qué mi corazón late tan presuroso? Eso
no cambia la situación, deja de latir así puto. El que no estén juntos no
quiere decir que me ame, que me piense, que me necesite tanto como yo a él. Tan
sólo hay que verlo, luce tan… bello y alegre, no deja de reír con ese sujeto
que parece no desear estar en ningún otro lado ¿Quién lo culpa? Junsu es
hermoso, tierno, divertido… ¡Es perfecto! A pesar de lo vulgar y calentorro que
puede llegar a ser, aún conserva su pureza de espíritu.
Bebí de golpe mi trago y luego fui a la mesa por otro. ¡Momento! Aquel día que Kim fue a mi casa creí iba con la idea de pedirme que volviéramos a ser amigos y olvidáramos todo lo pasado, por eso preferí no verlo y en un arranque de inmadurez, cuando lo visualicé de pie en mi pórtico, le pedí a Heechul, un amigo del trabajo con el que follé un par de veces en el pasado, que saliera a recibirlo. Lo de la camisa fue idea suya por cierto, está loco. Lo más lamentable de aquella ocasión fue que Junsu no dejó el pan, sniff. También lamenté haber sido tan patético como para escuchar todo escondido detrás del pórtico. Sólo… necesitaba oír su voz, y fue gracioso el comentario que hizo de la camisa. Echo de menos verlo con una de ellas, en verdad le sentaban de maravilla, no hay punto de comparación entre sus bien proporcionadas piernas y los palillos de Chul. Extraño acorralarlo en cualquier sitio del departamento y únicamente levantarle un poco la prenda para lograr tener acceso al bendito paraíso que tiene entre las nalgas. ¡Lo extraño a él! Su risa, sus comentarios tontos, sus mimos.
Irremediablemente, alcé la cabeza para atisbarlo aunque sea unos segundos pero ya no está en el sofá ¿Dónde se metió? ¿Dónde está el otro tipo? Acaso… ¿Están juntos? Mi estómago se revolvió ante esa posibilidad e intentando no entrar en pánico, recorrí toda la estancia con la vista. No, no está. Tensé los labios y no titubeé ni un segundo más. Primero fui a buscar en los cuartos de la planta baja, con el terrible presentimiento de que en cualquier momento encontraría al potón follando con el fulano ese. Luego subí a la planta alta y tampoco encontré rastro alguno ¡Joder! Hubiese preferido encontrarlos aquí. ¿Qué tal si salieron y no lo noté? Con la desesperación comenzando a ganarle terreno a la calma en mi cabeza, volví a la planta baja y me dirigí al patio trasero, es el último lugar de la casa, si no están ahí no sé qué haré. Por Dios, que no se hayan ido juntos. ¡Oh! Ahí está Yunho, él debe saber algo…. Parece desaliñado y acalorado, seguro estuvo metiéndose mano con Jaejoong, bah, no me interesa.
—Hyung… ¿Has visto a…. —Arrugué ligeramente el entrecejo
cuando la vista de Yunho se desvió por unos segundos a mi entrepierna. ¡¿Qué
diablos?!. Carajo, no tengo tiempo para sus perversiones ahora— Junsu…?
—Eh… —Sus ojos volvieron a clavarse en los míos y pareció ligeramente avergonzado porque noté lo que hizo. —Oh…si… está en el patio… pero…
No seguí escuchando, sólo asentí y me dirigí a la puerta
trasera, la cual deslicé con un sonido estruendoso. Lo primero que visualicé
fue el culo de Kim, luego su espalda y esa jodida mano intrusa entre su cabello
azulado. Literalmente sentí que una bruma rojiza invadió por completo mi vista
al fijarme en lo cercanos que ambos están ¿Se estarán besando? No, Junsu es
mío, ¡Mío, maldita sea! Es demasiado tarde para llamar la racionalidad, me
desentenderé totalmente de lo que suceda a partir de ahora.
Fin
del flashback
Pensándolo bien si sé en qué momento
todo se fue a la verga en mi cabeza, simplemente
no soporté el ver a Junsu con alguien más, putos celos… lo peor no fueron los
golpes, al contrario, con esos habría seguido si Yunho no nos hubiese detenido.
¡No! Lo peor fue lo que ocurrió después, fui un completo pendejo descerebrado,
no puedo creer que folle a Junsu en aquel lugar tan de la mierda, para colmo al
terminar me retiré como si nada, ni siquiera le pregunté si estaba bien… estoy
seguro que por lo menos sus palmas y rodillas se rasparon con la pared debido a
mis envites animales y hubo algo más…. Después de abandonarlo, me encerré en el
baño y mojé mi cara mientras maldecía a todos y todo, luego me acerqué a la
taza para orinar, fue ahí que noté en el glande un poco de sangre, eso me
descolocó por completo ¿Tan bruto fui? No lo dude ni un segundo, salí presuroso
para volver al patio. ¿Cuánto habré tardado? Alrededor de diez minutos, cuando
salí nuevamente sólo fue para descubrir que Junsu ya no estaba.
Ahora Yunho y Jaejoong piensan lo peor de mi… (A pesar de que no saben que profanamos su patio trasero) y lo que me duele aún más es que probablemente mi ángel me odia… peor aún, esa misma noche me enteré que ese imbécil de Hyuk (Así se llama el amigo de Jung) tiene novia, osea que me comporté como un completo cavernícola por nada, mi único consuelo es que al final Joong y Hyuk admitieron que tuvieron parte de la culpa por meterse donde no los llamaban y Yunho me dio la razón.
Una gota de agua golpeó mi
mejilla y levanté la vista hacia el cielo, al parecer ha empezado a llover, no
me di cuenta en que instante las nubes se tornaron de ese tono tan oscuro.
Debería ir a casa… mejor aún, debería ir
con Junsu, debí seguirlo ayer pero me sentía tan avergonzado y estúpido que no
fui capaz. Miré a mi alrededor y una risilla brotó de mi garganta al notar que
estoy a una cuadra del departamento de Kim, qué piernas tan inteligentes tengo,
saben el lugar al que pertenecen.
La lluvia se precipitó con una violencia que no esperé, a pesar de estar tan cerca de Junsu, llegué a su porche empapado de pies a cabeza. Antes de siquiera reflexionar o arrepentirme, toqué el timbre, parece ser que está dentro porque la luz de la sala está prendida, aunque lo más seguro es que no deseé ni verme.
Sin preguntar quién, Junsu simplemente abrió la puerta y pareció totalmente anonadado al verme en la entrada. Luce tan… lindo, tiene puesto el pijama que le regalé, eso debe significar algo bueno ¿No?
—Te he dicho que siempre
preguntes antes de abrir.
Casi de inmediato su expresión
cambió, se pondrá a la defensiva, lo conozco.
— ¿Qué haces aquí? Si vienes por
un polvo… esta vez no estoy de humor, así que puedes ir a chingar a tu…
—No, no vengo a eso… —Lo interrumpí antes de que mencionara a mi madre que tanto lo quiere. —Simplemente… quería verte.
Algo se ablandó en él, pero fue
efímero pues volvió a colocar una máscara en su rostro que me impide atisbar lo
que realmente piensa.
—Estás empapado…
—Lo sé… ¿Puedo pasar?
—… Ya que…
Junsu se hizo a un lado para
permitirme ingresar y después de cerrar la puerta, fue hacía el baño.
—Me encantaría que murieras de
pulmonía pero… estás en mi casa y podrían inculparme, te traeré una toalla…
—No, primero quiero hablar… —Susurré tomando suavemente su muñeca. —Junsu, a…
—Changmin, si vas a hablar sobre lo que ocurrió en casa de Yunho y Jae, ahórratelo… no deseo volver a tocar el tema. Admito que tuve la culpa por provocarte pero… no merecía tal trato, de verdad únicamente faltó que me aventaras un par de billetes al suelo.
—Juns…
—Jamás me sentí tan… humillado, ni siquiera estando con Yoochun, y de verdad no deseo decir otra cosa de la que pueda arrepentirme.
Eso fue un golpe bajo, sé que lo
dijo para hacerme sentir una total mierda y lo ha logrado. No soy como Yoochun,
admito que disto mucho de ser perfecto pero… pero no sería capaz de lastimar… bien,
ya lo hice. Prometí no hacerle daño y lo hice, soy exactamente igual que
Yoochun. ¿Será un punto a mi favor el hecho de que en verdad lo amo? No sé muy
bien cómo proceder ahora, siento que si me voy lo perderé para siempre, es
notable que él desearía no verme justo ahora pero no pienso irme por muy
incómoda que sea la situación.
Junsu se soltó de mi agarre y después de un par de segundos volvió con una toalla que lanzó en mi dirección, la sujeté en el aire y la puse en mi cabello, comienza a joderme eso de tener que parpadear y parpadear para evitar que las gotas de agua entren a mis ojos. Cuando terminé, mi ángel se había sentado en el sillón y estaba viendo una película, me sentaría también pero mi ropa está empapada.
—Puedes sentarte si quieres… no
sé que me da verte parado ahí… mmm… aquí hay ropa tuya así que…
Un trueno ensordecedor retumbó
de tal modo que temí, provocaría la explosión de los cristales por el modo en
que se sacudieron. Al mismo tiempo todas las luces se apagaron y un cuerpo más
pequeño que él mío impactó contra mi costado.
—Changmin…
Bendita tormenta, el temor del
potón a la oscuridad es tan útil en este momento.
—Sh.. aquí estoy, Junsu…
—Susurré suavemente, tocando su cabello con la punta de mis dedos.
—Tú… en verdad estás chorreando, enfermarás si no te cambias.
—Estoy bien, vamos por velas a la cocina.
—Espera… —Apretó una de mis manos cuando intenté avanzar y algo parecido a una corriente eléctrica me recorrió de pies a cabeza, sospecho que él la sintió porque me soltó como si mi piel le quemara. —Snowball… está durmiendo en mi cama…
—Escogiste un bonito nombre para él… pero ¿Qué con eso?
—No quiero que esté solito, puede asustarse con la oscuridad.
—Él es muy valiente, no lo habría comprado de no ser así.
— ¿Por qué no?
—Porque tú necesitas un perro que cuide de ti, eres un miedoso.
—Eish, claro que no, cierra la boca.
Rió entre dientes y eso es
música para mis oídos, oh diablos, extrañé tanto escucharlo reír, comienza a
sentirse cómodo a mi lado, no debo cagarla esta vez, procederé con precaución.
—Es la verdad…
—Hablo en serio…. me preocupa que le pase algo.
— ¿Temes que el coco se lo coma?
— ¡Que malo! Sabes que esas cosas me asustan, tonto.
—Oh vamos, no existe el coco…
—Acompáñame a verlo…
—Junsu, la oscuridad no es mala… una vez leí un creepypasta donde el monstruo aparecía por la luz porque era una especie de sombra y la oscuridad era la única salvación pues en ella nada se proyecta...
—Lo estás haciendo a propósito… sabes que me gusta dormir con algo de luz.
—Aunque también hay historias donde la oscuridad es el escenario de terribles sucesos…
—¡Oh! Te odio, eres un… un… ¡Ah!…Por favor… vamos a verlo…
¿Cómo resistirme a una súplica
suya? Sólo espero, no nos matemos en las
escaleras.
—Bien, tú ganas… vamos a ver al
puto chucho.
Tomé su mano y esta vez no se
apartó, supongo que por el miedo. Con mucho cuidado lo guié por las escaleras,
sujetándolo con firmeza para que no se vaya a caer, me siento todo colegialo
baboso pero me pone nervioso su cercanía, literalmente está pegado contra mi
espalda y no puedo hacer otra cosa más
que pensar en sus dulces gemidos, en lo acogedor que es su lindo culito. El
encuentro de ayer sólo me dejó con necesidad de más, pero esta vez haré las
cosas bien, quiero besarlo, mimarlo, hacerle el amor lentamente, creo que nunca
nos hemos tomado el tiempo de hacerlo con calma y paciencia.
Una vez que libramos la escalera, escuchamos una puerta azotarse, ambos reaccionamos con un sobresalto y los brazos de Junsu se envolvieron en mi cintura de un modo asfixiante. Por impulso me volteé para abrazarlo, de verdad quise tranquilizarlo, no tenía segundos intenciones pero el atrayente olor de su cuerpo me hizo inclinar más la cabeza y olfatear cerca de su cuello.
—¿Q..qué haces? —Intentó tomar
distancia pero sin mucho empeño, así que coloqué mis labios sobre su piel y los
apreté en ella. —No….
— ¿Por qué no?
—Porque… porque después querrás besar otro lugar…
— ¿Eso sería malo?
—S…si…
—Deseo besar cada centímetro de tu piel, corrección, muero por hacerlo…
Dije en un susurró ronco y
busqué su rostro con mis manos hasta que logré enmarcar sus mejillas, me
encantaría ver su expresión pero la jodida oscuridad no me deja hacerlo, así
que simplemente lo besaré.
—No, Changmin…
—Extraño la suavidad de tus labios, el calor de tu boca, el sabor de tu saliva, te extraño, Junsu. —Tiré de él para acercarlo pero puso resistencia. — ¿Acaso tú no me extrañas?
Mi ángel inclinó la cabeza y
bajé mis manos hasta colocar los dedos en su mentón, haciendo que levantara el
rostro, aunque no pueda verlo ni él a mí, puedo imaginar todas las emociones
que en este momento experimenta, lo que no imaginé fue el fuerte empujón que me
hizo retroceder y soltarlo.
—No… ¡No! ¿Qué mierda quieres de
mi, Changmin? ¿A qué juegas? ¿Planeas seducirme, ilusionarme y volver a
mandarme a la chingada? o ¿Quieres follar como si fuera una puta cualquiera?
¿Ah? —Nuevamente me empujó, a decir verdad con más fuerza. — ¡Responde, maldita
sea!
Yo trate, a estas paredes les
consta que quise hacer las cosas bien, hablar como gente civilizada porque
después de todo la cague la última vez pero Junsu ha tocado un tema delicado y
no pienso dejarlo pasar.
—Ilusionar, seducir, mandar a la
chingada… ¡JA! ¿Quién fue el que mandó a la chingada a quien Junsu? ¿Quién fue
el que cambió su comportamiento y comenzó a inventar excusas pendejas para no
verme? —Lo sostuve por los hombros y le di un par de sacudidas un tanto brutas.
— ¿Quién prefirió tener a su ex novio entre las piernas que estar conmigo?
Apreté los dedos en sus hombros
por unos segundos pero finalmente lo liberé y fue mi turno de desviar la vista
pues muchas emociones y malos recuerdos comienzan a inundar mi cabeza,
haciéndome sentir… inseguro, frágil, dolido. Diablos, en serio agradezco la
oscuridad en este momento.
—Changmin… yo… no quise, no
pensé que… b…bueno… las cosas se me salieron de control… —Suspiró tembloroso y
lo escuché inhalar con fuerza. —Cité a Yoochun esa noche porque en la mañana fue
a verme a la oficina y… me llevó flores, quería devolvérselas y decirle que no
volviera a hacerme regalos, de paso quise aprovechar para cerrar mi ciclo con
él. No pensé que intentara otra cosa, mucho menos imaginé que llegarías y
verías todo…
—No parecías estar incomodo entre sus brazos… —Dije secamente y clavé mi vista donde me imagino, están sus ojos. —Junsu… si yo no hubiese llegado… ¿Lo habrías besado?
—Siendo sincero por un momento pensé en hacerlo. —Tal vez Junsu imaginó que voltearía hacía otro lado y fue previsor, así que enmarcó mi rostro con ambas manos, impidiendo que lo hiciera. —Déjame terminar… quise que me besara para demostrarnos a ambos sin lugar a dudas que ya no siento nada por él, pero tú llegaste a mi mente de un modo abrupto, haciéndome entender que no quería sentir otros labios más que los tuyos, te juro que estaba a punto de apartarlo cuando llegaste… en serio… y… y lo del amigo de Yunho…
—Ya sé lo de Hyuk… ayer hablé con él después de que te fuiste, también sé que no estás con Park, pero me dolió tanto verte con él, imaginar que lo preferías sobre mi fue la perdición… Soy un completo imbécil.. ¿Sabes? Actúo por impulsividad, debí escucharte aquella noche aquí en tu casa, debí hablar contigo ayer antes de tratarte así, me comporté como un animal… no puedo soportar la idea de que alguien más te toque… te siento tan mío, siempre te he sentido así, perdóname…
—Con que se llama Hyuk… vaya… Bah, como sea… sé lo irracional que puedes llegar a ser pero me jodió que pensaras lo peor ambas ocasiones, cualquiera habría pensado mal, supongo… pero… pero tú me conoces desde… desde siempre, maldita sea. Lo de Yoochun te lo creo, estuve enamorado de él por mucho tiempo y lo he perdonado muchas veces anteriormente… pero lo de ayer.. ¿En serio me crees tan puto como para follar con cualquier sujeto que acabo de conocer?
—Eres increíble… estuviste con
él toda la velada y ni su nombre sabías… —Obviamente me reconforta el desinterés
con que habla de él. —No… claro que no pienso eso de ti, pero no estaba
razonando bien, y cuando me di cuenta de lo pendejo que había sido… tú ya no estabas en el patio…
La luz regresó con demasiada
fuerza y ambos entrecerramos los ojos, por suerte no se perdió el hilo de la
conversación, ahora si podré analizar cada una de sus expresiones.
—Changmin… puedo perdonarte lo de ayer,
¿Sabes? Más que nada me sentí herido, no humillado, no eres como Yoochun,
perdón por decir eso… Lo que no puedo
perdonarte es que… que… —Su voz se quebró ligeramente y sus bellos ojos se
llenaron de lágrimas. —No esperaste ni un poco para ir a buscar alguien más que
te hiciera compañía en la cama… mientras yo te lloraba, tú estabas… estabas…
—No, Junsu… no… —Sostuve sus manos entre las mías y coloqué mis labios sobre sus tersos nudillos por unos segundos. —¡Ah! Seguro querrás golpearme después de lo que te diré y estarás en todo tu derecho. Ese día que fuiste a mi departamento… Si estaba ahí, de hecho te vi desde que titubeabas en la puerta, creí que tal vez habías ido a ofrecerme comida en señal de consuelo y lastima, o habías ido a contarme que estabas nuevamente con Yoochun… así que le pedí de favor a mi amigo… b…bueno, que te hiciera creer, había algo entre nosotros… sé que fue inmaduro, y ahora también sé que eso te hirió pero… sólo… no quería que tú sintieras lastima de mi, quería que pensaras, estaba bien sin ti… Mierda, lo siento…
Junsu se quedó por varios
segundos en total quietud, callado. Me hace pensar en el mar, cuando mayor
quietud hay, más posibilidades hay de que venga la tormenta. Como el silencio
se extendía, me prepararé mentalmente para recibir un golpe de su parte pero en
lugar de eso sus brazos rodearon mi cuello y ocultó el rostro en mi pecho,
emitiendo pequeños y entrecortados
sollozos.
—Idiota…. Eres un idiota…
—Lo soy…
—Debería golpearte…
—Deberías.
—Te odio…
—Yo te amo.
Siempre imaginé que le
declararía mi amor en una noche estrellada, en una cena a la luz de las velas, tal
vez hasta con fuegos artificiales en el cielo. No en un pasillo, con su cuerpo
tiritando a causa del llanto. Las palabras simplemente brotaron, necesitando
ser libres después de que las he mantenido presas por años, aún así fueron
dichas llenas de sentimiento y significado.
—¿Me…me amas? —Cuestionó con voz entrecortada
y dejó de refugiarse en mi pecho.
—Llevo bastante tiempo amándote, Junsu… —Acuné su rostro entre mis manos y posé mis labios sobre una de sus mejillas mojadas. —Ha sido tanto que a veces siento, te amé desde que te conocí.
—¿P…por qué no me lo dijiste antes? Pensé que sólo buscabas sexo, una relación sin compromisos.
—No quería asustarte, no quería que huyeras… De hecho cuando comenzaste a distanciarte de mí, creí que era porque te habías dado cuenta…
—No fue por eso… pero si me di cuenta de algo y eso me aterró… Descubrí que necesitaba verte aunque sólo fuera un par de minutos al día, que te pensaba todo el tiempo, que te extrañaba como loco cuando no estabas a mi lado, que únicamente deseaba tus besos, tus caricias, tu cercanía… —Tomó un respiro agitado y luego continuó hablando. —Changmin, me di cuenta que estoy enamorado de ti…. te amo…T…tal vez no me creas porque lo de Yoochun fue reciente pero estoy seguro de mis sentimientos ahora, de hecho antes de que llegaras aquel dia, se lp dije también a él, creo que de algún modo u otro, nunca te he visto totalmente como amigo, siempre me has importado demasiado.
Esa confesión es más de lo que
soñé, maldición, tanto que ni siquiera puedo hablar de la emoción, tuve que
aclarar mi garganta para poder hacerlo. Soy feliz, jodidamente feliz, el
tenerlo de nuevo tan cerca, el poder inhalar su perfume y sentir su calor es un
obsequio único y maravilloso.
—Siempre he pensado, no fue
normal que en una ocasión dejarás una cena romántica con tu novio por ir a
cuidarme cuando me enferme del estómago…
Junsu rió, probablemente
recordando aquella ocasión y acto seguido, plantó un beso en mi mentón.
—Creí morir al ver a ese tipo
con tu camiseta, sólo yo puedo usarlas aparte de ti.
—Quise partirle la cara a ese sujeto que te besó aquella noche en el pub, también a Yoochun, varias veces. Con Hyuk no pude resistirme… quiero golpear a cualquiera que se atreva a mirarte, no solo estaba preocupado ayer, estaba revolcándome en mis celos de sólo imaginar otras manos diferentes a las mías sobre tu cuerpo.
—El hecho de imaginarte follando a ese flacucho me revolvió el estómago, no podía dejar de imaginar que en su anatomía llevaba las marcas de tus dientes y labios, eso me mataba lentamente.
—Estuve a punto de lanzarme sobre Feli cuando hace un par de semanas te dijo “Hoy te ves muy guapo, Su”.
—¡Feli está casada y tiene hijos! Además prefiero los hombres sobre las mujeres, bueno, en realidad a un solo hombre.
—Así de enfermo soy cuando se trata de ti.
Nuevamente mi ángel rió
abiertamente y después de decirme “bobo”, entretejió los dedos en mi cabello
para acoplar nuestras bocas, el contacto fue electrizante, por eso no logré
controlar mi reacción desbordante y terminé por estrujarlo entre mis brazos
mientras ataco su boca sin tregua, de una forma voraz e insaciable. No puedo
ser suave cuando por fin tengo a mi alcance el fuego líquido que resguardan sus
abultados labios. Si soy justo, él tampoco está siendo comedido conmigo, me
arde la boca por la fuerza con que me besa. Repentinamente ya estamos totalmente
adheridos y lo tengo acorralado contra la pared, sin separar nuestras bocas ni
un milímetro, respirar está de más en
este momento. Mis manos por iniciativa propia
bajaron hasta su cintura para colarse bajo su camiseta y ese esbelto cuerpo se
estremeció.
—Oh… estás tan frío… de verdad
debes darte una ducha y cambiarte esa ropa.
—Diablos, creí que temblabas de deseo… —Bromeé con un ligero mohín en los labios.
—También…
—Ya no te creo…
—Entonces te lo probaré…
Me observó con ojos llenos de
lujuria pero al escuchar un ladrido, su expresión cambio y se alejó de mi,
olvidándome, relegándome por el chucho. Snowball salió de la habitación y al
ver a Junsu, corrió hacía él, moviendo la cola y echándose en el suelo para ser
mi mimado. A pesar de mi frustración sexual no pude reprimir una sonrisa al
verlos en el piso, el chucho no cesa en dar lengüetazos por todo el rostro de Junsu, sólo falta que él haga lo mismo. Lucen
malditamente tiernos y adorables, Snow ha crecido mucho en poco tiempo, se nota
que el culón lo trata como todo un rey.
—Owww… qué bueno que está bien
mi bebé, mi precioso, mi amorcito ¿Quién lo quiere?
—Hey… —Me sentí infantilmente
obligado a intervenir. —Le hablas más bonito al pulgoso que a mí.
—Vamos, no te pongas celoso… Ven… —Dejó a Snow en el piso y me hizo una seña para que me sentara a su lado. —A ti también te puedo acariciar y decirte cosas tiernas.
—No, ya no. Tengo mi orgullo.
Levanté la cabeza altivamente
pero terminé por inclinarme y levantar al cachorro cuando comenzó a lanzarse
sobre mis piernas, como queriendo escalar.
—Se acuerda de ti…
—Obvio, no se le puede olvidar un rostro tan sensual y perfecto.
Me senté junto a Junsu y acomodé
a Snow en mi regazo para acariciar su cabecita distraídamente mientras lo
observo ponerse patas arriba, esperando que le rasque la barriga.
—Ya no te pude agradecer por
este regalo… —Comentó Junsu muy bajito y deslizó un par de dedos por el dorso
de mi mano. —Gracias… ¿Sabes? También tengo algo para ti, iba a dártelo... ese
día que me trajiste a Snowball y después intenté dártelo cuando fui a tu casa
pero… tampoco se pudo… ven..
—Junsu, no tienes que…
Ignorándome, se puso de pie y me
arrastró a su habitación, Snow nos siguió de cerca. Me quedé recargado en el
marco de la puerta pero caminé hacía la cama cuando sacó del armario una
pequeña bolsa que después colocó en mis manos.
— ¿Es una corbata?
—Nooo, aún no es tu cumpleaños.
Eso sí me hizo sentir mucha
curiosidad, así que abrí el paquete en mis palmas de inmediato, seguramente no
logré contener mi expresión de sorpresa al ver el contenido, Junsu acaba de
obsequiarme un perfecto juego de bufanda, guantes y gorro, y digo perfecto
porque son de buen gusto, bastante elegantes y refinados… Dudo los haya
escogido él.
—Junsu…
—Mi mamá me ayudó a escogerlos. —Se apresuró a decir. —Yo tengo pésimos gustos… sé que las corbatas que te doy año tras año son horribles pero agradezco que las uses, nunca quise pedirle ayuda a mi madre porque de algún modo sentía el ritual de darte corbatas algo muy nuestro pero esta vez quise darte algo que en verdad te gustara y…
—Shhh…. —Coloqué mi pulgar en sus abultados labios y sonreí conmovido pues sé que cuando habla de más es porque está nervioso. —Me encantó el regalo, y me habría gustado igual si hubiese sido una corbata por una simple razón, es un obsequio tuyo…. Ohh… —Guarde silencio por unos segundos al sentir otra cosa al fondo de la bolsa. — ¿Hay más?
—Mmm… algo así… —Musitó con mi dedo aún sobre su boca. —Si no los quieres…
—Eish, espera… ni siquiera los he visto.
Saqué dos prendas más de la
bolsa, otros guantes… pero estos son diferentes, claramente fueron hechos a
mano. Por el color y los pequeños nuditos entrecruzados raros que hay en la
parte de atrás ya sé quién los hizo… Demonios, Junsu es tan jodidamente lindo,
hace que por mis venas corra confeti y azúcar.
— ¿Tú los hiciste?
—Si… Se me acabó el hilo rojo, así que ocupé uno verde pero ese se me incendió…
—Cómo…
— ¡No me preguntes cómo sucedió, ni yo lo sé! El punto es…tuve que terminarlo con amarillo porque estaba muy inspirado y no podía parar.
Los examiné sonriente y de
repente algo captó mi atención, un pequeño grabado en las muñecas, en la parte
interior de ambos guantes. El aliento se atoró en mi garganta y de inmediato
mis ojos se clavaron en los de Junsu.
— ¿Estos también ibas a dármelos
cuando te traje al chucho?
Asintió con las mejillas ligeramente
sonrojadas y yo reí de extrema felicidad, también de lo gracioso que se ve
intentando mantenerme la mirada a pesar de que es obvio, desea salir corriendo.
Ese “te amo” chueco y un tanto ilegible lo había bordado aún antes de ver a Yoochun,
joder… fui un completo idiota, hasta ahora entiendo las palabras de Jaejoong…
“Se racional” Bah, soy un estupidote.
—No sabía de qué otro modo
decirte te amo… lamentablemente las cosas no salieron como planeé….
—Ya…. no recuerdes eso… —Dejé el obsequio sobre la cama y atraje a Kim sobre mí. —Estos me gustaron más que el otro obsequio, una vez que me los ponga no me los quitaré nunca… —Aplasté mis labios contra la piel desnuda de su garganta. —Te amo, Junsu… te amo… perdóname… por todo…
—No…no Changmin… perdóname tú a mi… no debí…
—Calla, no quiero hablar más de eso… ambos somos estúpidos, ambos lo sentimos, ambos somos sexys, ambos deberíamos estar en la cama ya… —Susurré urgente, colando nuevamente mis manos dentro de su playera para acariciar la suave piel de su espalda.
—Mnnn… —Mi ángel se estremeció y apretó con fuerza sus brazos alrededor de mis hombros, soltando a la par una risilla. —Eres un bobo…. pero así te amo, te amo demasiado… no vuelvas a alejarte de mí. —Murmuró contra mi cabello.
—Nunca, te jodiste porque jamás te desharás de mí.
—Es lo que más deseo.
Mis labios febriles y ansiosos
buscaron los suyos, por desgracia antes de que lograran encontrarlos una bola
de pelos me tacleó el costado repetidas veces, lo suficiente para hacerme gruñir
y a Junsu reír. ¿Cómo mierda esa bolititita de pelos subió a la cama?
—O está celoso o tiene hambre…
—Más le vale sea hambre, el único que puede celarte soy yo. —Dejé una palmada en su trasero para instarlo a que se levantara. —Anda, ve al baño y prepara la bañera para los dos en lo que le doy comida.
Después de alimentar a Snowball,
lo dejé acostadito en el sofá y caminé hacía la habitación sólo para encontrar
a Junsu boca abajo, riendo mientras leía algo en su celular.
— ¡Ey! ¿Y la bañera? —Le reclamé
acomodándome sobre su cuerpo y dejando un beso en su nuca.
—Oh, lo siento… es que me distraje con Yunho, mira esto.
Me tendió su celular y lo tomé
para leer una conversación de whatsapp de hyung. También solté una risilla,
pobre Jung, parece tan histérico.
Oye, culón. ¿Por qué ya no estás en
el patio? 11:10pm.
No me preocupes así. ¿Estás en tu
casa? 11:25pm.
7 DE OCTUBRE DE 2015.
Su, sé más o menos lo que pasó y lo
siento, Changmin es un pendejo, por favor.. si no respondes mis llamadas por lo
menos contesta esto. 9:20 am.
Sólo di que estás bien TT, no mames… 11:15
am.
Kim Junsu, con una chingada…
¡Contesta! 12:15pm.
No vayas a hacer alguna estupidez,
aún tienes mucho que vivir ;3; 2:00 pm
¡Ya mismo voy a ir a tu casa si no contestas! 8:00 pm
Lo siento, Yun… no estaba de mucho humor para contestarte, pero
estoy bien, de hecho acabo de hablar con Changmin y parece ser que hemos
solucionado las cosas... 8:05 pm.
<<Escribiendo…>>
Estuve tentando a
devolverle el celular pero al notar aquel “escribiendo” tuve que esperar,
quiero saber qué le dirá.
Hacen mucho drama por nada… son
tontos e inmaduros, tal para cual~ que nostálgico, me hace pensar en Joongie y
en mi… Como sea ¿Ya te está enterrando Shim su pequeño fierro? ¬u¬ Papá está
orgulloso, su bebé está creciendo. 8:10 pm.
Arrugué el entrecejo al leer
aquello, en primer lugar porque es mi bebé, no el suyo, en segundo porque ¿Qué
quiere decir con pequeño? ¿Tendrá algo que ver con el modo en que miró mi
entrepierna cuando le pregunté por el potón? Y ahora que lo pienso, no fue el
único, también Huyk lo hizo…. Sospechoso…
—Junsu... ¿Qué quiere decir
Yunho con “pequeño fierro”? —Como si le hubiera pinchado el culo con una aguja,
mi ángel brincó de la cama y se lanzó por el celular, el cual alcé sobre mi
cabeza para que no lo alcanzara. —Te hice una pregunta.
Usé un tono de voz firme, ese
que él sabe, significa “No estoy jugando, Kim Junsu. Habla de una puta vez”.
—Mmm… Es que… bueno… ¿Soy yo o
hace mucho calor en la habitación?
Cuestionó empleando ese timbre
de voz tan lascivo que eriza mi piel,
aún así fui fuerte y me mantuve impertérrito a pesar de que rodeó mi
cintura con sus perfectas piernas para acercarme más.
—No, ángel. El clima es
absolutamente normal. —Junsu sonrió de un modo que me dejó totalmente tarado y
luego terminó por cubrir su rostro con las manos. ¿Acaso es un plan elaborado
para evadir el tema? No se lo permitiré. — Hey ¿Qué ocurre? —Dejé el móvil a un
lado e intenté alejarle las manos del rostro.
—Me dijiste ángel… eso.. sonó bonito. —Murmuró permitiendo por fin, perderme en sus ojos.
—Siempre he pensando en ti de ese modo… aún antes de amarte.
Mientras nos mirábamos
fijamente, por segunda vez en la noche la luz se fue repentinamente, a pesar de
que el cuerpo de Junsu se tensó, no lo sentí moverse, realmente la oscuridad es
total y ambos estamos sumamente conscientes de la proximidad del otro, al
diablo lo de pequeño fierro, en este momento es más acuciante el apetito sexual
que seca mi boca, necesito a Kim Junsu. Tentativamente empujé hacia enfrente mi
pelvis, escuchando su respiración agitarse en el silencio de la habitación… Oh,
mierda, esto me está poniendo jodidamente duro.
Mis manos se deslizaron desde su pecho hasta su cuello y me incliné para aplastar los labios cerca de su yugular, que bien huele, que suave es su piel, necesito más. Esta vez fue mi lengua la que decidió degustar y se paseó desde su clavícula hasta su mentón, al mismo tiempo mis dedos hicieron un camino hasta su cavidad bucal, de inmediato fueron recibidos por el órgano escurridizo que ahí se resguarda. Sin despegar los labios de su piel comencé a envestir y retirarme de su boca para que sienta lo que tanto deseo hacerle, pronto eso no fue suficiente y mi lengua los sustituyó. Junsu emitió un gemido de total sumisión y permitió que le folle la boca con la lengua una y otra vez, sin lugar a dudas lo que más me calienta de esta situación es escucharlo absorber mi saliva, hasta me pone que se atragante un poco, maldita sea, estoy demente. Gruñí cuando tiró de mi cabello hacía atrás, obligándome a alejar la boca de la suya, intenté resistirme pero cuando el salvaje mordió mi lengua con fuerza, retrocedí sintiendo el sabor metálico en mi paladar y lo miré frunciendo el ceño aunque él no puede verme.
—¡Tú! Pedazo de imbécil. —Exclamó
jadeante antes de que yo pudiera reprochar. —Casi… me ahogas… ¡Bruto!.
—¡Habla quien casi me arranca la lengua con los dientes!
—Bien merecido lo tendrías.
—Cállate.
Me incorporé para comenzar a
desnudarlo pero supongo que él interpretó mal el movimiento y se aferró a mis
hombros con los brazos, de modo que ambos quedamos medio sentados en la cama.
—N…no. Lo siento… me gusta cómo
me besas… pero esta vez de verdad sentí la necesidad de respirar y…
Solté una risotada y aplasté
bruscamente mis labios contra los suyos para que deje de hablar, carajo, me
trae de cabeza, es tan malditamente lindo.
—Idiota… sólo quiero
desvestirte. No soy tan sensible ¿Sabes? Sé que mis besos te vuelven loco.
Junsu bufó pero no necesito
verlo para saber que se ha sonrojado de vergüenza. Volví a besarlo y aunque él
intentó apartarse, pronto lo tuve soltando pequeños gemidos desesperados en mi
boca mientras intentaba sacarme la camiseta empapada. Ambos nos desvestimos con torpeza y rapidez,
con manos ansiosas recorriendo y arañando todo a su paso.
—Ya lo dije pero.. estás helado…
—Musitó una vez que mi cuerpo totalmente desnudo estuvo sobre el suyo. —Tal vez deberías ducharte primero….
—Lo que necesito para entrar en calor es… —Comencé a mover la pelvis de tal modo que nuestros penes se frotan uno contra el otro —Mmn… esto…
—Ugh… diablos…
Las manos de Junsu se apoyaron
en mi espalda baja para que continuara con ese roce que a ambos nos robaba la
cordura pero pronto me empujó para ser él quien quedara encima, ahí continuó
deslizando agitadamente su polla sobre la mía,
yo como quien no quiere la cosa, apreté su culo entre mis manos. Lo
conozco demasiado bien para recrear en mi mente la expresión ida que ahora tiene
en el rostro, no es indispensable la luz para percibir el sudor de su cuerpo,
el temblor de sus piernas, todo a nuestro alrededor es demasiado caliente,
demasiado mojado, podría correrme si continua así, ni siquiera hay necesidad de
usar las manos.
—Justo así, Junsu… —Farfullé
ayudándole a repegar una y otra vez nuestros miembros. — ¡Carajo! Eres
exquisito.
Cuando las oscilaciones de su
cuerpo comenzaron a hacerse más frenéticos y sus gemidos más ruidosos, dejé de
empujarlo hacía mí, lo detuve con la fuerza de mis brazos. Me gusta que sea él
quien lleva el control pero me excita aún más dominarlo, además no es momento
de que se corra, no aún.
—Changmin… ah, por favor…
déjame…
—Sh… la noche apenas comienza, precioso.
Lo atraje para posar un segundo
mis labios en los suyos y lo acomodé boca abajo en la cama para comenzar a
besar su nuca y omóplatos, al mismo tiempo refregué mi polla entre sus nalgas,
arrancándole incitantes gimoteos que brotan de entre sus labios hinchados
debido a mis besos bruscos. Bajé un poco más y en un costado de su columna
vertebral mordisqueé su nívea piel, luego succioné fieramente hasta que logré
dejarle una marca rojiza, repetí la misma acción en su cintura y hasta en medio
de esos estéticos muslos que tanto me obsesionan.
Adoro sentir a Junsu derretirse entre mis brazos por cada cosa que hago, vivo para complacerlo… aunque me encanta torturarlo, por ejemplo ahora, sé donde le encantaría tener mi boca pero… él debe pedirlo, suplicarlo, y lo sabe. Deslicé mi lengua por toda su columna vertebral hasta que llegué nuevamente a su cuello, estando ahí, pegué mis labios a su oreja para susurrarle.
—Sólo dilo…
— ¿El qué?…
—Eso que tanto deseas y sabes, muero por hacer también…
—No sé de qué hablas.
— ¿No? Qué pena, en otra ocasión será entonces.
— ¡Ah! —Se removió debajo de mí y ocultó su rostro en la almohada. —Te odio…
—Me amas… vamos, qué tan difícil es decirlo.
—Changmin… yo… quiero sentir tu lengua en mi… mi…
— ¿Aquí? —Cuestioné aplastando mis labios en su hombro para ayudarle un poco.
—No… más abajo… —Respondió sin ocultar su diversión.
— ¿Entonces aquí? —Esta vez mordí una de sus nalgas con suavidad.
—Cerca… estás muy cerca… mmh..
—Nhm… entonces ya sé dónde es. —Mencioné triunfal y bajé hasta lamer uno de los dedos de su pie.
—Eish.. ¡No!… En mi ano, maldita sea, ¡Mete la lengua en mi culo!
Cómo amo que pierda la paciencia,
es tan adorable cuando se enoja. Sin hacer algún comentario, separé con ambas
manos sus nalgas y lamí desde el lugar donde inician hasta sus testículos,
luego regresé a ese fruncido agujerito que tanto ansío atender y presioné mi
lengua contra él, dejando lamidas pesadas para que comience a dilatarse, con
demasiada prontitud mi lengua comenzó a abrirse paso en ese apretado canal, que
se rinde ante las mojadas embestidas que recibe. Entre resoplidos ruidosos, el
cuerpo de Junsu se convulsionó un par de veces debido al placer, demonios, quiero
más de eso. Dejé lo que estoy haciendo y me acomodé debajo de su cuerpo para
tener mejor acceso a su agujerito en esa postura.
—Junsu… siéntate en mi cara.
—¿C..cómo?
—Vamos, date prisa que mi polla ansía reclamar tu culo también.
—Oh… que guarro eres…
—Tanto como tú…
Titubeante, mi ángel se fue
acomodando y finalmente dejó caer su culo en mi rostro pero esta vez fueron sus
manos las que separaron ambos montes de carne para permitirme acceder a su
recto. Volví a invadirlo con la lengua, removiéndola en su interior que esta
vez está más que abierto para mí. Junsu lloriqueó y empujó más sus nalgas
contra mi cara, de tal modo que me cuesta trabajo respirar pero aún así
continué follándolo oralmente, cada sonido que emite provoca que la piel se me
erice, mi grado de excitación está por las nubes, tanto que sin planearlo un
mínimo chorro de semen brotó de mi trozo de carne erecto. Apreté los dientes,
tratando de controlarme, una vez que lo logré empujé a Junsu hacía enfrente,
cuando lo tuve medio tumbado sobre el colchón busqué con el glande la entrada a
su cuerpo, al ubicarla le clavé el falo hasta el fondo, pellizcando sus muslos
por enfrente para atraerlo hacía mí, no quiero que ni un solo centímetro quede
fuera de él.
— ¡AAHHH! M…min… Carajo…. ah…
Apoyó su pecho y rostro sobre la
cama mientras yo con la fuerza de mis brazos levanté más la parte baja de su
cuerpo para comenzar a cogérmelo con fuerza, con él simplemente no puedo marcar
un vaivén suave, cada fibra de mi ser clama por cada fibra del suyo. Mi mente
está en blanco y es el instinto animal el que me impulsa a enterrarle la polla
una y otra vez de una forma bestial, sin contemplaciones.
En algún momento la luz del foco alumbró con intensidad toda la habitación y por fin pude visualizar su fina cintura y esa espalda un tanto más ancha. ¡Por la mierda! Cómo me prende ver el sudor de su cuerpo y las marcas que le he dejado en la piel, se aprecian perfectamente bien porque es muy blanco.
—Junsu…. ¿T…te hago daño?
Aún debe quedar un poco de consideración
en mí, es lo que más amo, no quiero hacerle daño nuevamente aunque me pregunto
si podré detenerme si su respuesta es afirmativa…
—No… sé… ¡Oh! No importa. —Gimió
entre dientes, apretando las sabanas de la cama. —Sólo… no te detengas…
—Oh, cariño… no podría hacerlo pero… ahora que ha vuelto la luz muero por ver tus expresiones. —Salí lentamente de su cuerpo, temiendo encontrar sangre o algo por el estilo, debemos hablar de eso pero ahora parece estar bien, así que gateé hasta el cabecero de la cama y busqué sus lindos ojos con forma de gota de agua. —Ven aquí, móntame…
Tembloroso por mis anteriores
embestidas, se acomodó sobre mí y yo
tiré de él hacía abajo para rozar la polla entre sus nalgas, estoy tan duro y
erecto que ni siquiera tengo que sostenerla para que se frote sinuosamente
entre esos montes de carne.
—Ah… ah, carajo…
Sus palabras fueron acompañadas
de varias bocanadas de aire que liberó en mi rostro y recargó su frente sobre
la mía por unos segundos mientras su ano volvía a tragar mi falo de una sola
vez. Ambos gemimos y Junsu comenzó con un ritmo suave al principio, haciéndome
sentir sus músculos internos apretarme y liberarme con desesperante y tortuosa
lentitud. Pegué mis labios a los suyos y mantuve los ojos abiertos, sin intentar
besarlo, simplemente adoro sentir su aliento agitado y escuchar esos ruiditos
sin sentido que provienen de su garganta, también me calienta en demasía poder
ver tan de cerca sus ojos ligeramente entrecerrados, esa mirada un tanto
extraviada a causa de la pasión y lujuria de este momento, su cuerpo es víctima espasmos suaves y yo.. si… también mis brazos… hasta labios
me tiemblan un poco, con que así se siente amar. Es un sentimiento desbordante
que va más allá de lo físico, es conexión de almas y espíritus, es…
indescriptible, perfecto, todos merecemos experimentar algo así,
definitivamente.
—Cariño… —Murmuré urgente,
deslizando mis manos hasta su cabello húmedo. —Te amo…maldita sea, te amo.
Sentí su sonrisa contra mis
labios al escucharme y sus ojos desbordaron… calidez, ternura, amor, diablos,
casi siento que puedo leer todas sus emociones, así de compenetrados estamos.
—Te amo… también te amo con todo
mi ser, Changmin…
Sonreí, sintiéndome completo y
pleno como nunca antes, joder, estar enamorado y ser correspondido es
fantástico. Nuestras bocas se vieron irremediablemente atraídas por una fuerza
exterior, como si se tratara de dos imanes con carga opuesta. Pronto la sangre
volvió a correr y el momento romántico fue sustituido por el frenesí sexual
anterior, nos enzarzamos en una cópula sudorosa llena de gruñidos y otros
sonidos guturales, desconozco cuanto tiempo mi ángel estuvo saltando sobre mi
polla pero en un momento dado, gritó y su cuerpo se deshizo en incontrolables
sacudidas mientras se arqueaba hacía atrás. Lo sujeté por la espalda para que
no se fuera de mis brazos… verlo correrse de ese modo, sentir su semen en mi
torso, todo aquello fue mi perdición, también me dejé ir y llené su estrecho
culo con mi semen caliente y espeso. Al mismo tiempo la fuerza se fue de mi
cuerpo y dejé de sostener a Kim, así que ambos quedamos tumbados sobre la cama,
no quiero aplastarlo pero no puedo moverme justo ahora.
—Oh… tú vas a matarme… —Susurró
jadeante y yo sólo pude responder con un pujido agotado. —Quítate de encima…
— Pero… ¿Por qué? No quiero.... —Dije con un mohín en los labios y besé su cuello.
—Anda, te gustará… —Casi puedo ver su sonrisa mórbida.
—Nada me gusta más que estar dentro de ti… no, espera… la carne frita me gusta más. ¿Me darás carne? Mnn.
Junsu me dio un empujón en el
hombro y reí, si… jamás me cansaré de molestarlo.
—Anda… fuera de aquí.
—¡Eish!
Me quejé pero cómo negarle algo,
lo amo lñksfñlksdf. Poco conforme, salí con cuidado de su interior y me dejé
caer sobre la cama, a su lado. Mis ojos se cerraron unos segundos por el
cansancio y sentí a Junsu moverse pero ni siquiera me inmuté, aunque cuando
sentí una lengua traviesa lamerle el glande, si que abrí de golpe los ojos. Mordí
mi labio inferior por la sensación húmeda y caliente en mi polla, pero justo
cuando iba a llevar las manos al cabello de Kim, se alejó, dejándome con ganas
de más.
—Pequeño guarrillo, eres un
calienta pollas…
—No es divertido si está dormida... esperaré a que despierte.
—Buena idea, la dejaste muy cansada… —Estiré mis brazos hacía él, en realidad no quiero nada sexual ahora, sólo… deseo abrazarlo y mimarlo. —Ven aquí, ángel.
—Adoro, me digas así… —Sonrió y se acomodó sobre mi cuerpo, observándome fijamente, como debatiendo consigo mismo. —Changmin… ¿Puedo preguntarte algo?
—Lo que sea.
— ¿Hace cuanto me amas?
—Pregunta interesante. —Murmuré pensativo. — ¿Recuerdas aquella ocasión qué me preguntaste cuándo comencé a interesarme por los hombres y te mencioné que fue hace dos años cuando fuimos a festejar que ahora tenemos trabajo estable? Pues… me refería a ti… Tu sensual y desinhibido modo de bailar me puso duro y desde ese instante me interesante de un modo sexual, el amor no tardó en surgir.
—Eso paso hace… casi dos años.. —Musitó con un hilillo de voz. —Mucho tiempo… perdón por no haberme dado cuenta, soy despistado. ¿Sabes? Tal vez si me hubieses dicho antes…
—No, por algo pasan las cosas, este fue nuestro momento… —Aseguré masajeando su nuca con la yema de mis dedos. —Antes sólo tenías a Yoochun en mente, ahora yo ocupo ese lugar.
—¡Agh! No me gusta cómo suena... —Se quejó frunciendo el ceño. —Dicho así pareciera que te sientes su reemplazo y eso está muy alejado de la verdad, Changmin…eres el único al que le pertenece mi corazón ahora… no se trata de lugares…
—Sh… sh… a lo que me refiero es que tal vez antes no habrías podido entregarme tu corazón por completo, no como ahora. —Sonreí radiante y troné un beso en su mejilla. —Aunque me encantaron tus palabras esto debe quedar claro, creo en tu amor, no tienes que explicarme nada, es más, no hablemos de Yoochun, únicamente importamos tú, yo y el motivo por el que Yunho se refirió a mi pene como “pequeño fierro”.
Si, ya he recordado el tema.
— ¡Ash! No puedo creerlo.. ¿De
verdad insistirás?
—Así es…entre más te niegues a decirme, mayor será mi curiosidad…
—Es que… te enojarás y luego no podremos seguir de melosos, me gusta estar aquí, acurrucados, abrazados… me gusta mucho.
—Me enojaré si no me dices… —Junsu guardó silencio, así que me incorporé y lo hice a un lado para dirigirme hacía el baño. —Me voy a bañar y no, no estás invitado.
Al cerrar la puerta no puse el
seguro, en realidad no estoy enojado, únicamente lo estoy manipulando, por
supuesto que deseo me acompañe. Cuando me acerqué a abrir las llaves de la
regadera, sonreí torcidamente pues escuché la puerta abrirse, aún así me mantuve
dándole la espalda a Kim.
—¡Te detesto! Eres un hijo de
puta manipulador.
—Lo soy, me dirás ¿Sí o no?
—Ash… tal vez… sin querer… pude decirle a Hyuk y a Yun que… tieneselpenepequeño.
Lo último fue prácticamente inaudible y poco entendible porque lo dijo muy rápido pero aún así lo oí, no sé bien cómo reaccionar, no es enfado sino… unas terribles ganas de reír, mi orgullo viril está en el suelo pero mi polla aún tiene ganas de luchar, de demostrarle nuevamente que puede hacerlo gritar y retorcerse. Sin emitir sonido alguno me volteé para mirarlo.
—…
—Lo siento, estaba medio bebido y enojado… y… y…. la verdad no es pequeño pero creo que hasta el mío es más grande.
A pesar de que lo intenté, no
pude retener la estridente risotada que escapó de entre mis labios y deposité
mi palma con fuerza en ese mullido trasero, fue divertido porque normalmente
Junsu me reñiría pero esta vez guardo silencio, sabiendo que lo merecía y debía
aguantarse.
—Tal vez tu polla es más grande
pero no la usas mucho que digamos, precioso.
—Touche… además también les dije que sabes cómo moverla de tal modo que me haces perder la cabeza cuando te tengo dentro…
—¿Ah si? —Cuestioné con mi ego comenzando a recuperarse. — ¿De verdad les dijiste eso?
—No con las mismas palabras pero si, casi. En una ocasión te aseguré que me habías arruinado para todos los demás, ayer se lo dije a Hyuk y él hizo énfasis en que no podía estar seguro pues no tengo mucha experiencia… se equivocó, no necesito follar con nadie más para saber sin lugar a dudas que no deseo otra polla en mi interior que no sea la tuya, no quiero a otra persona en mi vida que no seas tú porque esto va más allá de lo sexual, es comunión de almas… Changmin, de verdad te amo... demasiado.
—Lo sé mi amor, pero escucharlo
de tus labios es… perfecto… —Sonreí porque ambos pensamos de forma muy parecida
y acaricié su mejilla derecha con la punta de mis dedos. Hasta este momento he notado que tiene un
pequeño raspón, sé de qué es… y ahora que lo veo he recordado eso que debo
preguntarle. —Lamento tanto lo de ayer… y no la parte en que te la metí hasta
el fondo, sino la parte en que me comporté como un total imbécil y te abandoné
en el patio.. ¿Te hice daño? Me refiero al físico… del sentimental ya sé la
respuesta.
—No… bueno, un par de raspones y moretones… nada grave.
— ¿Seguro?
—B…bueno… creo que sangré …pero sólo manche un poco mi ropa interior…
—¡Maldición! —Lo sabía… esto sólo me hace sentir una total mierda. —Lo siento… tanto… debí haber estado aquí para atenderte..
—Ya no importa, no pienses más en eso… ahora sólo importamos tú y yo, este momento ¿Recuerdas?
—Lo recuerdo… y así es y será siempre… sólo tú y yo pero…
—¡Pero nada!
Nos metimos bajo la regadera y
en lugar de enrollarnos sexualmente de nuevo, simplemente nos procuramos uno al
otro, es fascinante el hecho de que aún no termino de conocerlo totalmente, por
ejemplo, hasta hoy descubrí que Junsu tiene un pequeño lunar en la parte
trasero de su muslo derecho, que cuando lo acaricio detrás de la oreja se
retuerce de la risa, y que cuando le
entra jabón a los ojos se queja porque seguramente arde… oh esperen, eso nos
sucede a todos. Como sea, me emociona pensar en todo lo que aún me queda por
descubrir de él.
Cuando salimos de la ducha, nos acurrucamos bajo las mantas sin siquiera ponernos ropa, ambos sabemos, tardaremos más en vestirnos que en sacárnosla nuevamente, y dicho y hecho, no sé cómo se sucedió, en un momento estábamos debatiendo si el pay de queso es mejor que el pay del limón y al siguiente ya estaba entre sus piernas, profundamente enterrado en su interior, mordiéndole el cuello como animal en celo.
**
—Creo que deberíamos dejarle
comida suficiente a Snow para una semana porque no pienso dejarte salir de la
habitación en mucho tiempo.
Lo envolví entre mis brazos
después de llenar su culito de leche por tercera vez en la noche y refregué mi
rostro en su cuello, cual cachorro falto de afecto.
— ¿Ah si? ¿Y el trabajo?
— Encontraremos otro, o podemos vivir de la caridad de las personas, seguro se compadecen de rostros bonitos como los nuestros.
—Ya, deja de delirar… —Junsu rió suavemente y soltó un pequeño bostezo, creo que lo he dejado agotado… —Oh, tengo sueño.
En realidad estoy en la misma
situación, se me cierran los ojos.
—Duerme, mi amor.
—¿Estarás aquí cuando despierte?¿Me amaras mañana también?
—Estaré aquí todas las mañanas que me desees a tu lado… te amaré aún si tú dejas de amarme.
—Tan lindo… “Siempre” es una palabra muy fuerte pero… lo siento así justo ahora, te querré junto a mi siempre, te amaré hasta que mi corazón deje de latir..
—Siempre es… perfecto, ángel.
Mi ángel sonrió y demasiado
pronto se quedó dormido. Mientras lo observo respirar apaciblemente no puedo
dejar de pensar… Fui idiota al creer que podría conformarme con ser su amigo, tarde o temprano me habría
quebrado. Mi percepción ha cambiado totalmente, el amor platónico puede ser
considerado como una fijación obsesiva y patética, pero también si lo veo desde otro enfoque menos resentido, también es el sentimiento
más puro y sincero que se puede tener hacía otra persona porque das todo sin
esperar algo a cambio, lamentablemente ahora espero todo a cambio, Junsu es
mío, sólo mío y lo obligaré a que me entregue todo, así como yo me entregué plenamente
a él desde el principio.
FIN
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Ah, ¡ah! De verdad lamento tanto la tardanza... entre mi falta de inspiración y ciertos inconvenientes personales he tardado más de un mes... ¡Pff! Más vale tarde que nunca -La convertirá en su frase personal- El punto es que ahora si ha terminado... espero les haya gustado la historia. Me encantaría seguir escribiendo, aún tengo un fic YunJae/YooSu a medias pero debo empezar a estudiar para una prueba que si no me equivoco daré a finales de marzo, lo más seguro es que no publique algo largo hasta ese entonces....
Hay un idea que lleva dando vueltas en mi cabeza, es algo como... pequeños relatos no muy largos sobre situaciones diarias del YunJae y MinSu... hasta YooSu si gustan, no sé si me explico bien, algo como "Compras al estilo YunJae" "Compras al estilo MinSu" Sería plasmar su comportamiento ante diferentes situaciones cotidianas tal como las imagino... ¿Les gustaría? Ustedes mismas pueden aportarme situaciones... de ese modo no las tendría taaan abandonadas en lo que presento el exámen.
Por último quiero pedirles un favor,siempre hacen comentarios divinos que dan alas a mi ego (?) pero esta vez me gustaría que añadan algo que no les agrade sobre mi forma de escribir o algo que podría mejorar, no sé.... cualquier cosa, aceptaré tanto críticas negativas como positivas, no se preocupen, seré fuerte y sólo lloraré una semana entera (?) Hahaha, creo que ahora si es todo, lindo inicio de semana <3 y ya saben. ¡Keep calm and love MinSu! lkjskfjsdg.
Hay un idea que lleva dando vueltas en mi cabeza, es algo como... pequeños relatos no muy largos sobre situaciones diarias del YunJae y MinSu... hasta YooSu si gustan, no sé si me explico bien, algo como "Compras al estilo YunJae" "Compras al estilo MinSu" Sería plasmar su comportamiento ante diferentes situaciones cotidianas tal como las imagino... ¿Les gustaría? Ustedes mismas pueden aportarme situaciones... de ese modo no las tendría taaan abandonadas en lo que presento el exámen.
Por último quiero pedirles un favor,siempre hacen comentarios divinos que dan alas a mi ego (?) pero esta vez me gustaría que añadan algo que no les agrade sobre mi forma de escribir o algo que podría mejorar, no sé.... cualquier cosa, aceptaré tanto críticas negativas como positivas, no se preocupen, seré fuerte y sólo lloraré una semana entera (?) Hahaha, creo que ahora si es todo, lindo inicio de semana <3 y ya saben. ¡Keep calm and love MinSu! lkjskfjsdg.